Wade Baldwin regresa este jueves a las 20.15 al Buesa Arena con el todopoderoso Maccabi de Te Aviv, que ha recuperado su esencia y solo ha perdido un partido en las cinco primeras jornadas de la Euroliga, y donde también destaca la presencia del base Lorenzo Brown, estadounidense nacionalizado español y recientemente medalla de oro en el Eurobasket 2022.

El norteamericano Baldwin se incorporó este verano a la plantilla hebrea tras rechazar una propuesta de renovación del conjunto gasteiztarra, que estuvo cerca de aceptar.

Ahora forma un juego exterior temible junto a Lorenzo Brown, Austin Hollins o Darrun Hilliard, otro de los exbaskonistas, aunque este se ausentará al estar lesionado en una rodilla.

Los israelíes cuentan sus partidos por victorias excepto el de su visita correspondiente a la segunda jornada al Fenerbahce de Estambul, justo su única salida lejos de La Mano de Elías.

Ahora acumulan tres victorias consecutivas ante Mónaco, Asvel y Panathinaikos. Sin embargo queda la duda en su capacidad de respuesta lejos de su feudo donde solo ha jugado un duelo.

Lo que se va a encontrar el bueno de Wade Baldwin es quizá con una afición que no guarde de él muy buenos recuerdos. Más que pitos, quizá le espere cierta indiferencia, ya que el de Nueva Jersey debía llegar a Gasteiz para liderar un proyecto y en demasiadas ocasiones se vio cómo maquillaba sus números en partidos ya decididos, fue uno de los sacrificados en el famoso partido ante Unicaja que supuso la última victoria de Dusko Ivanovic como entrenador de Saski Baskonia y, si bien a las órdenes de Neven Spahija Baldwin recuperó el puesto de base y el timón del equipo, lo cierto es que el caminar del equipo gasteiztarra fue errático hasta el extremo, así en la competición doméstica como en la Euroliga.

Solo hacía falta que Baldwin se marchara a un equipo que provoca uin sentimiento tan negativo como el Maccabi, al punto que Indar Baskonia Hintxa Taldea, entre otros convocaba para este miércoles en la plaza de la Virgen Blanca una concentración en contra de la visita del cuadro macabeo, claro ejemplo de trabajo de «limpieza de imagen» que el Maccabi representa ante el mundo, cuando el estado de Israel, con unos gobiernos de signo cada vez más derechistas y extremistas contra la población palestina –tan semita como la población judía–, es un continuo desatino y no solo en esa región del Oriente Próximo, sino en su zona de influencia, es decir, el norte de África y la propia Europa –resultaba indignante escuchar a los periodistas israelíes quejarse a Ergin Ataman el pasado mes de febrero, el mismo día de la invasiñon rusa sobre Ucrania, como si ekl estado israelí no tuviera miles de cadáveres bajo los escombros, sobre todo en los territorios por ellos ocupados como Gaza y Cisjordania–.

Otras preocupaciones

Evidentemente, Joan Peñarroya no se ha metido en esos berenjenales y ha preferido centrarse en su rival a nivel deportivo, lo cual le vendrá bien para su salud mental.

Sobre el Maccabi ha explicado que «es un equipo muy nuevo que ha hecho un cambio esta temporada con la venta de Scottie Wilbekin y ha fichado casi todo lo que han querido».

«Están jugando muy bien para haber tanto jugador nuevo e importante, tienen un juego divertido y un entrenador que conoce muy bien el baloncesto allí», ha comentado, al que tiempo que ha advertido que «es uno de los llamados a estar en play-offs sin ningún tipo de duda con la inversión que ha hecho».

Peñarroya, además, ha recalcó que el conjunto isreaelín «es el equipo que más anota en la pintura, tienen buenos atletas y dos jugadores como Baldwin y Brown que son muy buenos en la penetración».