Daniel   Galvalizi
Periodista
Entrevista
Juan Teixeira
Amigo y compañero de equipo de Pablo González

«A Pablo le han robado un año de vida y eso es irreparable»

Este lunes se han cumplido nueve meses desde la detención irregular del periodista Pablo González por parte de las autoridades polacas. Su amigo y compañero de coberturas, Juan Teixeira, pide justicia para él en conversación con NAIZ y exige al Gobierno español mayor intervención.

Pablo González y Juan Teixeira.
Pablo González y Juan Teixeira. (NAIZ)

«Podría haber sido yo y estar en su lugar, absolutamente. Es muy duro», reflexiona Juan Teixeira. Este fotógrafo documental que reside en Vigo estuvo siete veces en Ucrania trabajando con Pablo González, el periodista vasco detenido en situación irregular por parte del gobierno de Polonia el 28 de febrero, hace exactamente nueve meses.

Teixeira ha viajado con González desde 2012 a Ucrania; han estado en el Donbass, Kyiv y varias regiones ucranianas. Estaba con él cuando miembros del servicio secreto ucraniano interrogaron informalmente al hoy detenido y lo señalaron ya como espía ruso. Ambos regresaron al Estado español pero el periodista vasco regresó a Polonia para cubrir el éxodo de refugiados, hasta que fue apresado y acusado sin pruebas, ya que sólo se han presentado como evidencias que tiene pasaporte ruso (nació en Moscú) y dinero en efectivo.

Los dos se conocen desde los tiempos del máster en Periodismo que realizaron en Bilbo y las prácticas en El Correo. «Cuando acabamos teníamos inquietudes similares, hicimos equipo y él se encargaba de escribir y yo de la fotografía y del video», recuerda en conversación con NAIZ.

La última vez que pudo verlo fue unas dos semanas antes de la detención. «Todavía no pude volver a tener contacto. Le he escrito varias cartas pero no sé si le han llegado, creo que no se las han llegado a dar. A mí probablemente me considerarán colaborador o algo así porque en todo lo que hizo Pablo en Ucrania yo estuve siempre con él. Me tendrán ‘fichado’. Pero sé que a su mujer sí le envió cartas manuscritas y a la madre y a una amiga de Barcelona» comenta.

González pudo ver en persona hace dos semanas por primera vez a su pareja, Oihana Goiriena. Según relata Teixeira, a pesar de todo ella lo vio «psicológicamente fuerte, sigue siendo él y tiene fuerza para continuar, y asegura que va a demostrar su inocencia», aunque también lo percibió «físicamente mal, muy delgado» y además «estuvieron solamente dos horas».

González tiene un problema en la piel y no le permiten acceso a la pomada que requiere y tampoco a tomar vitaminas, además de pasar 23 horas al día encerrado en la celda. Cabe resaltar siempre que no ha habido juicio, que la prisión es provisional y que nadie conoce pruebas del presunto delito de espionaje que se le achacaría.

Cuando se le pregunta por la impresión que le genera a Teixeira el hecho que podría ser él también el que estuviera viviendo este calvario, responde: «Al principio no te lo crees mucho, después vienen la ira, la pena, y ahora estamos en un punto en que… es muy difícil llevarlo. Se hace larguísimo, y la resistencia psicológica tiene unos límites y va a cumplir un año ya, porque le han prorrogado tres meses la prisión. O sea, que como mínimo se va a echar un año entero que le han robado de su vida, eso es irreparable».

La actitud española

Sobre la respuesta del Gobierno del Estado español a la detención, Teixeira se manifiesta muy crítico: «Han hecho entre poco y nada. Lo que hacen es lo mínimo, le prestan la misma ayuda que a cualquier otro ciudadano, pero no se tiene en cuenta en esta detención que él es periodista y hacía su trabajo y que se vulneran sus derechos». Sobre por qué esta actitud tan distante de Asuntos Exteriores, opina que es «porque el CNI está implicado en esta detención irregular».

Teixeira atribuye la tibieza gubernamental española a la «implicación del CNI en esta detención irregular» y su apuesta por buenas relaciones con Polonia

 

«Cuando estábamos en Ucrania, agentes del CNI interrogaron a su mujer en el País Vasco, a su madre en Barcelona y a un amigo también en Barcelona. Fueron charlas informales en la calle. Y ellos dicen que estaban investigándolo como espía ruso. Se presentaron como agentes del CNI y miembros de la Policía Nacional. Y creo que esta actitud también se debe a que a la Unión Europea no le interesa tener a malas a Polonia por la importancia geoestratégica en el conflicto y los cinco millones de refugiados», señala.

El 26 de noviembre pasado, el tribunal regional polaco de Przemyśl acordó prorrogar durante otros tres meses la prisión preventiva impuesta a González. «El tribunal ha decidido prolongar el arresto otros tres meses», declaró únicamente un portavoz judicial, quien precisó que la razón de la decisión es «confidencial» y que solo se comunicará a las partes. Esta fue la tercera vez que la Justicia de Polonia prorroga el arresto. La Fiscalía todavía no ha presentado acusación en su contra, por lo que todavía no tiene fecha de juicio.

Cuando se cumplieron ocho meses de detención, juristas y periodistas acudieron a la sede del Ministerio de Albares, a las sedes de la Comisión y el Parlamento europeo y a la embajada de Polonia en Madrid con un documento firmado por 150 personas en el que exigían que se cumplan «garantías democráticas» con el periodista vasco.