Sin excesivos alardes, pero con una gran solvencia en el eje de la defensa, juegue quien juegue, un Vesga creciendo en el centro del campo y el filón que los rojiblancos han encontrado en el carril derecho, el Athletic ha logrado rearmarse  en Pucela con un contundente triunfo ante un Valladolid que ha dado síntomas de descomposición, con un Pacheta incapaz de tapar los grandes agujeros de su equipo, especialmente atrás.

No ha necesitado el Athletic estar brillante para dominar un partido ante un rival que no ha tenido ni el empuje que se le presupone a un equipo local con el agua al cuello. El equipo de Valverde ha encontrado un filón por la banda derecha ante la indolencia de Oscar Plano y Escudero, con Óscar de Marcos percutiendo con peligro y le ha bastado con insistir por ahí.

Quizá de la forma menos pensada, pero el tesón rojiblanco ha topado el premio del gol en una falta botada por Iñigo Martínez, que ha encontrado puerta tras golpear su disparo en el cuerpo de Óscar Plano. La fortuna ha sonreído al ondarrutarra, poniendo fin a una sequía en este tipo de jugadas que se alargaba desde el 31 de octubre de 2021, cuando Muniain rescató en el último minuto un punto en el derbi de Anoeta.

El equipo castellano se ha hundido tras encajar este tanto, ha perdido el sitio en el campo, y ni siquiera ha importado que el Athletic no hiciera sangre en un primer momento.

Sin reacción

Afortunadamente, Pacheta se ha limitado a cambiar de central en el descanso y Óscar de Marcos ha seguido percutiendo por su carril para, tras un buen par de aproximaciones, poner un gran centro al segundo palo, por donde ha entrado un Guruzeta que parece tenerle tomada la medida al equipo castellano, al que ya metió dos goles en San Mamés en la primera vuelta.

Pacheta ha revolucionado su equipo de inmediato y ha sido cambiar su banda izquierda por completo para, en una jugada desafortunada por resbalón de Dani García, Larin meter a su equipo en el partido.

Por suerte, otro accidente, en este caso en el área local, ha permitido rearmarse de nuevo al Athletic, gracias a un penalti por una mano tan absurda como clara de Joaquín en un centro desde el vértice del área sin mayor problema. Vesga, que ha cuajado un notable partido y se confirma como un especialista desde los once metros, no ha desaprovechado la oportunidad y ha puesto sentencia a un rival superado y que no ha sabido tapar sus múltiples lagunas.