
Al Aviron de Baiona no le ha sentado bien el viaje a Donostia. Los albiazules no han podido mantener la inmaculada racha de victorias que sumaban este curso como local –diez de diez en el Jean Dauger– y han doblado la rodilla ante un rival inferior en la tabla pero que hoy ha sido mejor sobre el verde de Anoeta (20-30).
Cinco años hacía que este estadio no era escenario de un partido de rugby de alto nivel. Lo ha hecho con un duelo entre el mejor equipo vasco del momento, el Aviron de Baiona, y una Section Paloise que pelea por no perder pie en el Top 14. Un choque con aroma casi a derbi, por la cercanía entre ambas ciudades.
Los atascos matinales en la autopista hacían presagiar un desembarco masivo. Cero sorpresas, porque el papel estaba agotado desde hacía semanas, lo que significaba que casi 40.000 almas se iban a dar cita en la grada. Caos de autobuses y otros vehículos en la zona de Illunbe, insuficiente para acoger la marea de gente. Cabe esperar que alguien haya tomado nota para las semifinales del Top 14, el próximo junio.
Bares, restaurantes y comercios han hecho buena caja con los aficionados de ambos clubes, porque también ha habido una nutrida presencia de camisetas verdes y banderas del Bearn, dos vacas rojas sobre fondo amarillo.

Lucha por los play offs
El bagaje de Aviron en casa le permitía llegar a esta jornada 21 en puestos de play off, sexta plaza y 50 puntos. Un balance más que notable para un recién ascendido.
Con todo el campo entonando a coro el himno «Peña Baiona» saltaban ambos conjuntos al césped. Una imagen espectacular. Pero la dimensión del escenario ha atenazado a un Aviron que se ha mostrado demasiado impreciso durante los primeros 40 minutos. Pau controlaba la posesión y el territorio, y el ensayo de Gailleton mediada la primera mitad hacía justicia a lo que se veía en el campo.
Los albiazules, que estrenaban camiseta con rayas verticales en reconocimiento a su anfitrión, la Real Sociedad, han tenido un arrebato en los minutos finales que les ha permitido retirarse al vestuario con una desventaja de solo seis puntos (10-16), gracias a un ensayo de su talonador argentino Facundo Bosch. El cabreo que llevaban encima los integrantes del cuerpo técnico labortano que seguían el encuentro desde la tribuna de prensa, justo detrás del pupitre de NAIZ, era evidente.
Reacción fallida
La bronca del descanso ha tenido que ser memorable… y efectiva, al menos en primera instancia. Aviron ha salido como un tiro y ha tardado tres minutos en voltear el marcador, gracias al ensayo de Ceyte transformado por Camille Lopez (17-16). Parecía que las aguas iban a discurrir por el cauce previsto de antemano, pero los jugadores de Pau no se han puesto nerviosos y han mantenido su plan.

Diez minutos después, el veloz Tuimaba aprovechaba una patada cruzada de Henry para posar el oval (17-23). A partir de ahí ha sido un quiero y no puedo local, prisas, precipitación y fiesta verde en la grada con el ensayo definitivo de Papidze. Tropezón inesperado de Aviron en su pugna por entrar entre los seis primeros y victoria que sabe a gloria para la Section Paloise en la carrera por escapar de la quema.
Esto ha sido un aperitivo, el segundo fin de semana de junio llegan a la capital guipuzcoana las semifinales del Top 14. Sería la guinda que Aviron estuviera entre los cuatro elegidos, pero para ello tendrá que ofrecer mejores prestaciones que las de esta tarde.

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