Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

De color púrpura

Es un buen momento para volver sobre la novela de Alicia Walker, ganadora del premio Pulitzer en 1982, dado su contenido en pro de las causas feministas y antiracistas. El relato remarca la necesidad de crecer y madurar en una adolescente afroamericana que comprueba que a principios del siglo XX todavía perduran la esclavitud y la explotación machista del patriarcado sureño. Y el papel de la joven Nattie Harris lo va a hacer en la nueva adaptación que llegará a nuestras pantallas por Navidad la cantante y actriz de moda Halle Bailey, catapultada por ‘La Sirenita’ (2023).

Las nuevas generaciones tienen derecho a conocer esta historia universal en su versión actualizada, pero no puedo evitar acordarme de ‘El color púrpura’ (1985). En mi comentario de la última edición de los Óscar ya dije que la Academia había sido cruel con Spielberg al ignorar su obra autobiográfica ‘Los Fabelman’ (2022), como también lo fue hace casi ya cuatro décadas. La película contaba con once nominaciones y se fue de vacío, porque la mayoría de estatuillas fueron acaparadas por Sydney Pollack y ‘Memorias de África’ (1985). De nada sirvieron el protagonismo de Whoopi Goldberg, la música de Quincy Jones o la presencia de Oprah Winfrey en el reparto.

Pues bien, Steven Spielberg, Quincy Jones y Oprah Winfrey son los productores ahora de ‘The Color Purple’ (2023), en un acto claramente reivindicativo.