Ainara Lertxundi
GARAren edizio taldeko kidea / Miembro del equipo de edición de GARA

El Skyvan PA-51 de los «vuelos de la muerte» despegará este sábado desde EEUU rumbo a Argentina

El Short Skyvan N80GB, que durante la dictadura argentina fue utilizado en los «vuelos de la muerte» bajo la numeración PA-51, despegará este sábado de Illinois rumbo a Argentina. Será instalado en la ESMA «como fiel testigo de una de las épocas más oscuras de nuestra historia».

El Skyvan PA-51, que este sábado emprenderá el regreso a Argentina, fue descubierto por la periodista y superviviente Miriam Lewin y el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo.
El Skyvan PA-51, que este sábado emprenderá el regreso a Argentina, fue descubierto por la periodista y superviviente Miriam Lewin y el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo. (Giancarlo CERAUDO)

El Skyvan PA-51 fue hallado en 2010 en Fort Lauderdale (Florida) por la periodista y exdetenida desaparecida de la dictadura militar argentina Miriam Lewin y el periodista italiano Giancarlo Ceraudo tras una ardua investigación.

En el interior del aparato aún se conservaban las planillas de vuelo de 1977, lo que permitió descubrir que los militares lo usaron para arrojar al mar a las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco, a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon y a los militantes de derechos humanos Gabriel Horane, Raquel Bulit, Patricia Oviedo, Remo Carlos Berardo, Horacio Elbert y José Fondevila.

Todos ellos se reunían habitualmente en la iglesia de la Santa Cruz y en el momento de su detención estaban tratando de recaudar fondos para publicar el día 10 en el diario ‘La Nación’ una solicitud con el lema «Por una Navidad en paz. Solo pedimos la verdad».

El operativo se desarrolló entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977 en Buenos Aires. Estuvo al cargo del grupo de tareas 3.3.2 de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) y, específicamente, del marino Adolfo Astiz, apodado ‘El rubio’ o el ‘Ángel de la muerte’, quien se había infiltrado en el grupo de madres haciéndose pasar por hermano de un desaparecido.

Todos los detenidos en aquel operativo fueron llevados a la ESMA.

En una entrevista a NAIZ en diciembre de 2009, la miembro de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas lo recordaba con estas palabras: «Muy ingenuas, creíamos que era hermano de un desaparecido. Venía a la plaza y así fue conociendo a las madres y pidiendo direcciones de algunas personas. Alguna vez incluso fue a casa de Azucena (Villaflor) y le pidió que le dejara dormir. También intimó con el joven pintor Remo Berardo, que tenía su estudio en la Boca y cuyo hermano estaba desaparecido».

«En Azucena vio a una líder natural. Era una mujer muy valiente, predispuesta para esta lucha a la que nos fue motivando con su determinante modo de ser. Nos decía que debíamos estar en la plaza y en todos los lugares que nos vieran. Esther Ballestrino de Careaga era militante política en su Paraguay natal y tenía un yerno y una hija desaparecida. María Ponce tenía una fuerza de trabajo especial. Él fue eligiendo y configurando el perfil de cada una para planificar el atroz y siniestro secuestro», añadía Cortiñas, quien se lamentaba de no haber intuido que «ese muchacho atlético y educado fuera semejante traidor».

La también madre Nélida Chidichimo fue testigo de las detenciones. «Ese 8 de diciembre estábamos recolectando dinero para la primera solicitud que hacíamos. La iglesia estaba repleta porque era la primera comunión de los niños. Gustavo, que estaba ahí, se fue con la excusa de ir a casa a por más dinero. Antes del operativo se me acercó sor Alicia preguntándome por la cruz que llevaba en el cuello. Luego se alejó. Cuando estaba bien oscuro, la vi forcejeando y cómo la agarraban del pelo, la llevaban para afuera y la metían en un auto. ¡Se llevan a sor Alicia!, grité. El día 10 fueron al domicilio de Azucena. La agarraron en la calle».

Cuerpos devueltos a la costa

En diciembre de 1977, el mar devolvió a la playa de Santa Teresita catorce cuerpos que fueron apresuradamente enterrados como NN en el cementerio de General Lavalle. En 2005, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunció la identificación de los cuerpos de las tres madres, a Duquet y Aguad. Las autopsias revelaron que las fracturas que tenían eran compatibles con las causadas por «una caída desde cierta altura». Este hallazgo permitió demostrar la existencia de los «vuelos de la muerte».

46 años después de los hechos, este siniestro aparato toma rumbo a Argentina, donde, según anunció vía Twitter el ministro de Economía, Sergio Massa, será instalado en Sitio de Memoria de la ESMA «como fiel testigo para estas y para las futuras generaciones de una de las épocas más oscuras de nuestra historia», recordándonos la importancia de mantener vivo el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia.

El anuncio de su regreso fue recogido por GARA el pasado 20 de febrero en el reportaje «El Skyvan PA-51 de los vuelos de la muerte regresará a Argentina». En él, Lewin, quien no llegó a coincidir en la ESMA con el «grupo de la Santa Cruz», se refería a los «vuelos de la muerte» como «uno de los episodios más tenebrosos de la historia argentina. Quisieron hacer desaparecer hasta los cuerpos de las personas secuestradas. El hecho de pensar que algunas de las personas que conocí y quise fueron pasajeras de esos vuelos de la muerte aumenta el sentimiento de conmoción».