Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Las aguas del Ibaizabal, otro espacio festivo

La Ría sigue siendo un espacio festivo a explorar. La mejora de la calidad de las aguas del Ibaizabal invita a aprovechar su potencialidad como un emplazamiento más. No es nuevo, pero nadie acaba de proponérselo.

Campeonato de waterpolo en la Ría, organizado por Bilboko Konpartsak.
Campeonato de waterpolo en la Ría, organizado por Bilboko Konpartsak. (Andoni Canellada | FOKU)

El recuerdo de las inundaciones de 1983 sigue estando muy presente pero la Ría tiene más aspectos lúdicos que trágicos unidos a la historia de Aste Nagusia.

Las comparsas siempre vieron en la lámina de agua una oportunidad para extender la fiesta, además de ser un escenario privilegiado. Con los años, gracias a la urbanización de los muelles de Ripa y Uribitarte, unido a la mejora de la calidad de las aguas, se han hecho pequeños avances, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

La Ría y sus márgenes fue durante siglos espacio para la navegación y el comercio, además de sumidero de las aguas sucias de la villa y espacio para lavar el mineral extraído de las cercanas explotaciones.

También hay pequeños ejemplos de su proyección lúdica y deportiva al margen de las regatas y pruebas de natación ocasionales, como los combates de boxeo organizados sobre una gabarra en las fiestas de Urazurrutia en 1934.

La subida de Marijaia

De 1990 a 1996, por ejemplo, fue por donde surcó la gabarra que trajó a Marijaia y a su cohorte comparsera como arranque festivo, en sustitución de la primigenia bajada de Begoña. Las cenizas de la musa de las fiestas populares vuelven todos los años a las aguas del Ibaizabal y se trataba de escenificar su retorno simbólico al Botxo.

La primera subida desde Santurtzi al Ayuntamiento fue un éxito, con apertura del puente de Deustu incluida, aunque problemas logísticos y la construcción de los puentes de Euskalduna y Zubizuri obligaron a descartarla.

Uno de los inconvenientes de este arranque festivo es que había que estar pendiente del horario de las mareas, lo que impidió en alguna de las ocasiones que fuera un acto multitudinario como el que tuvo lugar el 18 de agosto de 1990 cuando decenas de embarcaciones conformaron el séquito de Marijaia.

Más tarde, en 1997, se organizó el descorche en la Plaza Nueva para recibir a la musa de Aste Nagusia, con el estreno también de la canción ''Badator Marijaia'', aunque pronto el recinto neoclásico se quedó pequeño y se optó en 2001 por la plaza del Arriaga, junto a las aguas del Ibaizabal, donde todos los años son muchos los jóvenes que acaban en la Ría refrescándose a pesar de las advertencias de Policía Municipal y Bomberos sobre la peligrosidad de lanzarse desde el puente del Arenal o el muelle.

Subida con piraguas, pesca sin muerte, juegos de agua, regatas de trainerillas con bandera patrocinada por GARA, kukuña y partidos de waterpolo son muestra de que las comparsas siempre han tenido en mente las potencialidades de un espacio natural a explotar.

En los últimos años, dada la afluencia de embarcaciones que acuden a presenciar los fuegos artificiales, ha sido necesario organizarlo para velar por la seguridad de la navegación.