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Gestos de deportividad entre los finalistas del Mundial que honran al rugby y al deporte

Nueva Zelanda y Sudáfrica se enfrentaron la noche del sábado la final del Mundial de rugby, que se ha disputado durante este último mes en el Estado francés. La escuadra sudafricana conquistó su cuarta corona. Los gestos de deportividad y compañerismo que mostraron los jugadores traspasa fronteras.

Abrazo entre el neozelandés Damian McKenzie y el sudáfricano Faf de Klerk después de la final.
Abrazo entre el neozelandés Damian McKenzie y el sudáfricano Faf de Klerk después de la final. (Emmanuel DUNAND | AFP)

La batalla épica entre Nueva Zelanda y Sudáfrica terminó con la selección del continente africano alzando su cuarta corona, convirtiéndose así en la escuadra más gloriosa en lo que a títulos mundiales se refiere.

Resultado aparte, los gestos de deportividad que mostraron los jugadores honran el rugby, y también el deporte en general. Y es que la rabia, la frustración, la lucha... todo ello es parte del juego pero una vez terminado el duelo, sale a relucir el compañerismo, eso que tan grande hace al rugby.

Jugadores de Nueva Zelanda y Sudáfrica se saludan al término de la final del mundial. (Antonin THUILLIER/AFP)

El conocido como el tercer tiempo se celebró en el mismo estadio, con los jugadores sudafricanos eufóricos –no es para menos– y los neozelandeses honrando la plata mundial –no en todos los deportes se hace–, aceptando la derrota, y compartiendo palabras con los rivales, que pasan a formar parte de la historia al ser la selección con más títulos mundiales, justo por delante de los ‘All Blacks’.

El neozelandés Aaron Smith enseña orgulloso a su hijo la medalla de plata. (Franck FIFE/AFP)

Los amantes del rugby también han querido subrayar estos gestos que hacen grande el deporte del balón ovalado.