
El aspartamo es un edulcorante potentísimo, un polvo blanco e inodoro 200 veces más potente que el azúcar. Las compañías de refrescos, que usan una enorme cantidad de azúcar en sus productos, confiaron en este aditivo alimentario para una gama de bebidas más saludable, o 'light', pero los estudios sobre esta sustancia han puesto su estrategia contra las cuerdas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en julio pasado que este aditivo es potencialmente cancerígeno. La prohibición está sobre la mesa, pero aún no ha llegado. Aun así, el mensaje ha supuesto un torpedo en la línea de flotación de estas compañías, pues ha destruido la imagen saludable de sus bebidas.
Una investigación de 'The Washington Post' y 'The Examination' descubrió que, en paralelo a esta declaración, se multiplicaban los mensajes de populares nutricionistas, médicos e influencers en redes sociales defendiendo el consumo de las bebidas con aspartamo, por la reducción del contenido católico, y poniendo en cuestión las evidencias en las que se apoyaba la OMS.
Las multas de la FTC podrían ser de 50.000 dólares por cada mensaje.
La difusión de estos mensajes en Tiktok, Instagram, etc. venía, en muchos casos, identificada como información patrocinada, pero en ningún momento se identificaba quién era el que estaba pagando a esas personas para que cuestionaran los estudios que vinculan el aspartamo con el cáncer.
Aviso a compañías y a 'influencers'
'The Washington Post' ha informado este miércoles de que la Comisión Federal del Comercio de EEUU (FTC) ha enviado cartas de advertencia al lobby American Beverage (del que participan Pepsi y Coca-Cola y otras grandes compañías) y al Instituto Canadiense del Azúcar por estar detrás de estos mensajes negacionistas.
El mensaje de advertencia y la eventual multa se ha dirigido en ambas direcciones: al que paga por la publicidad encubierta y al que difunde los bulos. «Las personas influyentes, especialmente personas como dietistas y otros proveedores médicos en quienes el público confía, deben tomar estas advertencias en serio», ha asegurado Sam Levune, director de la Oficina de Protección al Consumidor de la citada FTC.
La multas por esta infracción podrían alcanzar los 50.000 dólares por cada mensaje patrocinado sin que se identificara quién estaba pagando de verdad por difundir esa información.
La batalla, en cualquier caso, continúa. Coca-Cola anunció el mes pasado que no va retirar el aspartamo de sus productos sin azúcar. El 63% de la ventas hoy de esta multinacional proviene de productos donde el aditivo bajo sospecha ha sustituido al azúcar.

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