Tras descubrirse este jueves que el juez de la Audiencia Nacional que investiga a la plataforma Tsunami Democràtic autorizó instalar un «software remoto» en el móvil de David Fernández, entre otros, este viernes el exdiputado de la CUP en el Parlament ha ofrecido nuevos detalles sobre las presuntas escuchas que realizó la Guardia Civil. «Fisiológicamente, la reacción es de asco; políticamente, también», ha detallado.
Fernàndez ha hablado en el programa Els Matins de TV3, donde ha explicado que entre las presuntas escuchas se encuentra una conversación con su madre, de lo que ha dado fe en su cuenta de X. En una imagen del informe de la Guardia Civil, se puede leer que el día 3 de enero de 2020 «David Fernàndez habla con una Maria Celina (Mamuchi). David le comenta que le ha leído que bajaba a Barcelona, la mujer le dice que sí, que está en el bus. David le comenta que salen ahora mismo para Ginebra. David le pide que le mire la estufa y le comenta que le ha dejado fruta».
Mama, t'estimo.#prouespionatge pic.twitter.com/xfPlSfOZEi
— David Fernàndez ✊ (@HiginiaRoig) December 15, 2023
«Querían encontrarlo todo sobre las protestas contra la sentencia (del 1-O) y entran en tromba», ha insistido. Además, ha explicado que su teléfono no fue infectado con Pegasus, sino con una subplataforma del programa Sitel, y ha comparado a la Guardia Civil con la Stasi: «Es el único cuerpo que no ha pasado por la Transición, son el Estado dentro del Estado».
Preguntado por si emprenderá acciones legales, ha respondido que «sí» y ha recordado que él ya está en proceso con otras acciones legales con miembros de la CUP que presuntamente fueron espiados con el software Pegasus. Fernàndez ha señalado que las intervenciones del móvil son entre 2019 y 2020 y ha concluido que se trata de «puro lawfare».

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