Los parlamentarios británicos han aprobado este miércoles el controvertido proyecto de ley sobre la expulsión de inmigrantes a Rwanda, una victoria política para el primer ministro Rishi Sunak en otra crisis del Partido conservador, salvando un intento de rebelión dentro de su mayoría.

320 diputados de la Cámara de los Comunes han votado a favor del texto y 276 han votado en contra, enviándolo a la Cámara de los Lores, que posiblemente podría modificarlo.

Después de las dimisiones dentro del Partido Conservador y de acaloradas discusiones en la comisión parlamentaria para intentar endurecer el texto, los disidentes se ha alineado detrás de Rishi Sunak, quien ha prometido impedir que los barcos de inmigrantes crucen el Canal de la Mancha ilegalmente.

Anunciado en abril de 2022, este proyecto emblemático de Boris Johnson nunca se ha llevado a cabo hasta ahora. Esta nueva versión pretende responder a las objeciones del Tribunal Supremo británico, que consideró ilegal el proyecto por temor, en particular, a la seguridad de los inmigrantes enviados a Rwanda.

No obstante, para sacarlo adelante, el Gobierno de Sunak ha hecho nuevas concesiones al ala derecha del partido, prometiendo que cambiará el código de los altos funcionarios británicos que podrán no obedecer las órdenes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra las deportaciones, cuyo cumplimiento quedará a discreción de los ministros. 

Coincidiendo con el debate en la Cámara de los Comunes el presidente de Rwanda, Paul Kagame, ha afirmado que su Gobierno podría devolver a Londres el dinero adelantado en virtud del acuerdo bilateral si finalmente no envía a migrantes indocumentados al país africano. Los laboristas han emplazado al Gobierno británico a que lo acepte.