Por más que el recelo de ver cómo varios jugadores se marchan con sus selecciones en las «Ventanas FIBA» va a continuar ahí, lo cierto es que estos han ido y han regresado, y no de mala gana precisamente, como ha expresado este miércoles Vanja Marinkovic una vez de regreso a Gasteiz.

«He podido estar una semana en Serbia y he podido ver a mi familia y a mis amigos, y he jugado con Serbia, con el que hemos conseguido dos victorias importantes. Y cada vez que pueda jugar con mi selección, lo haré, porque para mí es algo muy importante», ha reflejado.

Por ende, el discurso alarmado de quienes nos quedamos a la espera de que ningún mecano se descompusiera, vuelve a quedar en sus cuarteles de invierno, porque en vista del talante con el que ha venido el escolta serbio en su regreso, poco se le puede reprochar. «Jugar estos dos partidos nos ha dado confianza, pero también les ha venido bien a los jugadores que se han quedado aquí, ya que han podido tener un tiempo para descansar y prepararse, por eso el equipo estará bien», ha asegurado el balcánico.

Consciente del intenso trajín que viene, con un partido a cara de perro el viernes a las 18.45 en la pista de Fenerbahçe, Marinkovic ha advertido que ahora llegan partidos «muy importantes en la Euroliga», y se marcó el objetivo de estar entre los 10 mejores para tener opciones de estar en los play-offs.

«Tenemos que seguir jugando como lo hemos hecho y si estamos concentrados, con confianza y con lucha podemos ganar a casi todos», ha considerado, una valoración más o menos parecida cuando se le ha preguntado por la Liga ACB, con la salvedad de que en la competición doméstica hay que meterse entre los ocho primeros. En este caso, el duelo se disputará la tarde del domingo en la pista del Gran Canaria que dirige Jaka Lakovic.

«El equipo puede entrar en ese Top 8 y desde ahí luchar para estar en semifinales o en las finales», ha certificado un optimista Vanja Marinkovic.