
Definitivamente, Saski Baskonia jugará ante el Maccabi de Tel Aviv el martes a las 19.00 en el Stark Arena –no en el Pionir– de Belgrado. El portal especializado Basketnews se hacía eco a última hora del sábado de la respuesta a base de drones de Irán a los ataques de Israel habían provocado el cierre del espacio aéreo israelí, lo cual imposibilitaba al conjunto que dirige Oded Kattash volar desde suelo hebreo, donde había disputado su partido de competición doméstica.
¿Se imaginan que el Maccabi perdiera el martes por incomparecencia en Belgrado y que Saski Baskonia se colase como séptimo para los play-offs de cuartos de final? ¿Suena bien, verdad? Desde la convicción de que antes pasaría un camello por el ojo de una aguja que darse una situación medianamente análoga, sepamos que desde las 7.30 de la mañana dominical, hora local en Israel, 6.30 en Eiuskal Herria, el aeropuerto Ben Gurion está abierto porque el espacio aéreo israelí lo está también.
Según se hacía eco horas más tarde el portal Eurohoops, la expedición del Maccabi volaría a la capital serbia la tarde del domingo. Por ende, para cerrar este círculo, el martes habrá partido en el Stark Arena de Belgrado entre el Maccabi de Tel Aviv y Saski Baskonia.
De esfuerzos y cansancios acumulados
Y si la plantilla macabea ha vivido ese pequeño sobresalto, que de ninguna manera iba a impedir su viaje y participación en el play-in, no sea que Israel se quede sin su principal estandarte deportivo y propagandístico de cara al mundo exterior, Saski Baskonia llegará como un émulo de Phileas Fogg de Julio Verne, ya que desde que el viernes pasado superase a la Virtus de Bolonia, no hay partido que no requiera hacer las maletas y volar para los de Dusko Ivanovic, en una maratón que, por el momento se salda con dos de dos en su saldo de victorias, pese al morrocotudo susto vivido el domingo ante Río Breogán; una maratón que puede ser de hasta cinco partidos en diez días.
Saski Baskonia, con su octava plaza, se ganó el derecho de disponer de dos balas en la recámara para poder acceder, cinco años después de los cruces de cuartos de final de la Euroliga. Pero ganar, aunque sea a puerta cerrada, al Maccabi en Belgrado suena difícil. El conjunto de Oded Kattash ha firmado un 13-4 como local esta Euroliga y hará cuanto esté en su mano para valer ese factor campo ante los gasteiztarras. Cierto es que, con un Markus Howard sideral, no hay cancha en Europa que los baskonistas no pueden asaltar a día de hoy, pero el problema es que las piernas de los de Dusko Ivanovic quizá no den para tanto.
Batir a la Virtus de Bolonia exigió un gran esfuerzo; hacer lo propio con el Breogán de Lugo exigió un esfuerzo redoblado en el que los «ocho magníficos» de Dusko Ivanovic tuvieron un reparto de minutos no tan apurado como en otros días, pero que exigió de toda su tensión. «Un equipo serio que quiere ganar algo no puede salir así», se quejó Dusko Ivanovic, teniendo que exprimir casi 31 minutos al «Lobo» Codi Miller-McIntyre, 29 minutos a Moneke y casi 27 al «salvador» Markus Howard.
«Los que jugaron 30 minutos en Bolonia tuvieron que jugar para ganar y si lo tienen que hacer el martes ante el Maccabi, jugarán», adelantó Dusko Ivanovic, quejoso de que quienes menos suelen jugar, como Rogkavopoulos, Raieste o un Dani Díez que regresó a la convocatoria tras su ausencia por problemas de espalda en Bolonia, «tenían que haber empujado en este partido –ante el Breogán–, pero no lo hicieron».
Y así, de 30 en 30 minutos, amén de los viajes de Gasteiz a Bolonia y vuelta; a Belgrado y vuelta, con la ilusionante pero al mismo tiempo peligrosa opción de tener que jugársela el viernes en el Buesa Arena en un partido sin red y el domingo que viene viaje a Málaga, ante un Unicaja que lidera la Liga ACB junto al Real Madrid, con la idea de meterse de una buena vez en el Top 8 de la competición doméstica, se suman los esfuerzos, las molestias, los cansancios, las cargas de trabajo, se restan los reposos y también los entrenamientos.
Sin ir más lejos, ¿no hubiera podido retrasarse este partido ante el Breogán en previsión de una semana tan cargado para Saski Baskonia con partidos en los que se juega los objetivos de la segunda mitad de la temporada? «Para todos los equipos que juegan Euroliga es difícil jugar viernes y domingo y tener buena mentalidad y la misma intensidad, pero ya les he dicho que esto es lo que tenemos», explicó Dusko Ivanovic, que advirtió al mismo tiempo a sus jugadores que no pueden esperar que van a ganar fácil los partidos.
Y entre sobresaltos, partidos trascendentales que se suceden y media temporada jugándose en el plazo de una semana, Saski Baskonia necesitará hacer acopio de fuerza, paciencia y resiliencia, porque el margen de error es tan estrecho como grande el premio de poder meterse en los play-offs de la Euroliga y en el Top 8 de la Liga ACB.

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