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Mendizorrotza quiere cantar este domingo «Hil ezazu aita» en el duelo de Simeones

El Glorioso quiere dar un paso definitivo para cerrar la permanencia ante un Atlético de Madrid dolido tras su eliminación en Champions.

El Glorioso quiere frenar su mala racha y perfilar su permanencia en Mendizorrotza.
El Glorioso quiere frenar su mala racha y perfilar su permanencia en Mendizorrotza. (Endika PORTILLO/FOKU)

Año y medio después de que Hertzainak ofrecieran su último concierto a poco metros de allí, Mendizorrotza quiere cantar hoy –18.30 horas– «Hil ezazu aita», uno de los éxitos de la banda gasteiztarra en un partido en el que Giuliano Simeone se enfrentará a su padre, Diego Simeone, y al equipo del que llegó cedido, con bastantes dudas en ambas escuadras. También será un partido especial para otro delantero, Samu Omorodion que, tras pasarlo mal en Granada, se mide esta vez al equipo que posee sus derechos.

Precisamente el gol es la asignatura pendiente de un Alavés que sólo ha metido uno en los últimos cinco partidos y necesita generar más ocasiones para sellar una permanencia que cada vez está más cerca, básicamente por los resultados de sus rivales directos.

El Glorioso suma tres derrotas consecutivas y, aunque las sensaciones no han sido malas en el último mes, el reciente encuentro en Granada disparó alguna alarma (2-0). A pesar de todo, la afición albiazul confía en su equipo y estará a su lado una jornada más en la que el coliseo gasteiztarra rozará el lleno.

«Hay cero dudas. El equipo está completamente rehecho», ha declarado en la previa un Luis García Plaza que está pendiente del estado físico de dos jugadores que no se han entrenado con el resto del grupo. En condiciones normales, posiblemente regresará a un once más reconocible después de los cambios que realizó en la última jornada. Jon Guridi y Abdel Abqar podrían regresar al equipo titular en el que podría entrar Carlos Benavídez en el centro del campo.

«El equipo va a salir a tope, otra cosa es que el partido nos salga mejor o peor», ha explicado el entrenador, convencido de que ya han demostrado que, si están «al cien por cien», pueden ganar a cualquiera.

Recuperar la esencia

Al margen de los nombres, el técnico madrileño lo que quiere es recuperar sensaciones. «Nos está faltando frescura en ataque, que la gente de arriba encuentre su punto, su ideal. Esperemos que la encontremos. Hablo de volver a ser el Alavés que hemos visto, de hambre, de fuerza, creer y jugar bien al fútbol».

Enfrente, el Atlético de Madrid viene herido del Westfalenstadion de Dortmund, donde el Glorioso tocó techo, lo que puede ser un arma de doble filo. El técnico albiazul reconoció que estaba deseando que se clasificasen los colchoneros en la Liga de Campeones porque «hubiese sido un rival mucho menos difícil». «Fue un resultado malo de cara a este partido. El Atlético es el Atlético y le queda solo una competición», ha añadido.

Es una incógnita este Atlético. Nada fiable. Diez derrotas en sus últimos 16 salidas en competiciones oficiales, con apenas tres triunfos; tres partidos perdidos en sus últimos cuatro desplazamientos o cinco en los siete más recientes remarcan la montaña rusa por la que se mueve: imponente en casa, con 43 de 48 puntos; decepcionante fuera, con 18 de 45.

Nunca antes el Atlético de Simeone había sufrido más derrotas, 11, que victorias, 7, como visitante. Tampoco encajaba tantos goles. Ni menos aún transmitía tal sensación vulnerable e imprevisible.

Rebajada su pegada arriba (Griezmann ha marcado tres goles en los últimos 14 choques y Morata encadena siete sin batir la portería rival, con solo un tanto en sus últimos 16 duelos, cuando antes de todo eso contaban 27 goles entre los dos este ejercicio), nada disimula la desfiguración defensiva de los rojiblancos.