El Ivanovic que se enorgullece del Baskonia en la Euroliga achaca «falta de actitud» en la ACB
La derrota frente a Girona no solo obliga a los gasteiztarras prácticamente a ganar a UCAM Murcia y Real Madrid, sino que Manresa debe perder al menos un partido. Los gasteiztarras encajaron 37 puntos en el primer cuarto, una cifra altísima que esconde un patrón de malos arranques.

De estas palabras, «quiero felicitar al Madrid, que nos ha ganado tres veces, pero también a mis jugadores... Es un gran resultado y estoy orgulloso. Hemos acabado entre los ocho mejores de Europa y haciendo grandes partidos», a estas otras, «lo siento. Lo siento por el club, nuestra afición. Por los jugadores, también. Malísimo, una decepción de partido cómo hemos salido y cómo hemos jugado. Al final, queríamos hacer algo, pero nuestra mentalidad no era adecuada», hay menos de 100 horas de diferencia. Por lo demás, pocas cosas difieren: es Dusko Ivanovic en la sala de prensa del Buesa Arena, haciendo balance de un partido luego de caer el miércoles ante el Real Madrid, y el domingo frente a Bàsquet Girona. Derrotas que engrandecen contra derrotas lacerantes.
La derrota de Baxi Manresa en Zaragoza el mediodía del domingo abría de par en par las puertas del Top 8 de la competición doméstica. Ganar a Bàsquet Girona no debía suponer ningún imposible: un equipo matemáticamente salvado del descenso con 11 victorias y 20 derrotas, que antes de jugar en Zurbano solo había logrado tres victorias a domicilio. En caso de triunfo, empate a 18 victorias del Baskonia con Manresa y, por tener el average particular ganado, octava plaza al canto, a falta del partido del viernes ante UCAM Murcia y el domingo en el WIZink Center frente al Real Madrid, mientras los del Bages reciben a Bilbao Basket el jueves y cierran la Fase Regular en la cancha de Lenovo Tenerife. Difícil papeleta para el Baskonia, entre otras cosas porque bilbainos y tinerfeños afrontan esta recta final plagados de bajas por lesión, pero con la sartén por el mango.
Pues nada. Derrota al canto y sartenazo en la cabeza, y unas puertas de los play-offs, que a eso de las 19.00 del domingo, se le cerraron al cuadro gasteiztarra de golpe, como si el club baskonista, justo el día en el que se retiraba el dorsal 21 de todo un Tiago Splitter, abandonara su condición de «grande» a todos los niveles del baloncesto continental y se transmutara en el metepatas televisivo aquel de Maxwell Smart, el Superagente 86, que terminaba cada capítulo con un portazo en las narices.
Porque perder siempre es perder, pero no todas las derrotas son iguales, ni de lejos. Y para muestra, un botón. «Debemos ser conscientes de la importancia del partido. Hay que mirar cómo comenzamos el partido contra el Madrid y cómo comenzamos el partido contra Girona. Y muchos partidos, sobre todo en ACB», palabras del propio Dusko Ivanovic, incapaz de ocultar su frustración tras una derrota dolorosa como pocas, porque ahora Saski Baskonia ha de ganar sí o sí a murcianos y madridistas y esperar que un Bilbao Basket que el sábado caía por 80-97 ante Zunder Palencia se imponga en un Nou Congost a rebosar o que el domingo un Lenovo Tenerife sin Shermadini, Doornemamp, Sasu Salin y Jaime Fernández y que llegará a los play-offs pidiendo la hora, le dé por exprimirse en pos de tener el factor cancha en los cuartos de final.
Saski Baskonia también puede llegar a la octava plaza ganando un solo partido, siempre y cuando los de Pedro Martínez caigan en sus dos duelos, pero a día de hoy, con el cabreo tras la derrota ante Girona, da la sensación de que más que evitar irse de vacaciones el próximo día 12, lo que hay que conseguir es llegar al domingo 12 con opciones. Es decir, no meter la pata ante UCAM Murcia y responder a la probable victoria ante Bilbao Basket con victoria en Zurbano.
Insistimos en una frase de Dusko Ivanovic. «Debemos ser conscientes de la importancia del partido». UCAM Murcia, junto con Lenovo Tenerife, Gran Canaria y Valencia Basket suma 20 victorias y dirime un duelo a brazo partido por cuál de ellos acaba la Fase Regular en cuarta plaza. Esto es, que los de Sito Alonso, más allá de la motivación que pueda traer un técnico que no tiene entre sus virtudes despedirse de forma amistosa de sus antiguos clubes y las ganas que puedan tener dos exbaskonistas como Jelinek y sobre todo Arturs Kurucs; más allá de esas peripecias personales, el cuadro pimentonero llegará a Gasteiz con algo por lo que pelear, y a fe que este UCAM Murcia tiene herramientas con las que pelear, sobre todo desde que ha podido recuperar a Hakannson y Birgander. Y más si se encuentra a un Saski Baskonia que pueda volver a dejar otro primer cuarto para el museo de los horrores.

Frente a Bàsquet Girona, encajaron ¡37 puntos! en el primer cuarto –más que nunca– y no capturaron un solo rebote. «Hay mucha diferencia en cómo hemos jugado los partidos de Euroliga y cómo hemos jugado los partidos de ACB. Y esto era sólo cuestión de ser agresivos, poner energía y no hay excusas», recalcó Ivanovic, mucho más sombrío de lo que acostumbra en esta cuarta etapa. ¿Es así? Porque si lo dice un grupo de periodistas, por más que empleen números y cifras estadísticas, no deja de mirar desde el otro lado de la barrera, pero diciéndolo el propio entrenador, y lo que es peor, diciéndolo en público, la música es la misma, pero no suena igual.
Sobrevivir a las concesiones
Ni todas las victorias llegan igual y lo mismo pasa con las derrotas, pero un denominador común de los partidos de este Saski Baskonia 2023/24 es que los primeros cuartos no son buenos y hay que esperar al segundo acto a ver la reacción baskonista.
No es poco encajar 20,47 puntos de media en el primer cuarto, porque equivale a encajar casi 83 puntos. Pues esta es la media en la Liga ACB de Saski Baskonia en sus 17 partidos ganados. Porque ese promedio se dispara hasta los 25,07 en los 15 que ha perdido, lo que supondría una proyección a los 40 minutos de 100 puntos.
¿Es así en la Euroliga? En la competición continental la tónica se repite, pero con la diferencia de que los márgenes con más estrechos. Los gasteiztarras han encajado 21,05 puntos en cada primer cuarto en sus 19 victorias, mientras que han encajado una media de 23,2 en sus 20 derrotas. Ello implicaría una actitud mucho más uniforme en los encuentros europeos que en los domésticos, en el que por causa de la acumulación de partidos y viajes –con semanas de jugar tres partidos en el lapso de 72 horas no hay tiempo material de combinar descanso, desplazamiento y entrenamiento de partidos antes de saltar al parqué– los partidos en los que el equipo arranca su partido «disperso» se dan mucho más, sobre todo conforme avanza la temporada, encontrándose más partidos en los que se encajan 25 o más puntos en el primer asalto.
No hay que ocultar, por otro lado, que así en la Euroliga como en la Liga ACB, Saski Baskonia encaja más puntos de los que anota. En Europa, Saski Baskonia ha anotado 84,6 puntos por partido y ha encajado 85,84. En la Liga ACB el resultado es mucho más parejo: 87,94 puntos a favor por 88,09 en contra. Todo ello tiene, aunque no lo parezca, un lado positivo: simplemente, da igual cuántos puntos o parciales recibe el cuadro gasteiztarra, porque siempre regresa al partido y se procura finales apretados, en los que ha demostrado ser un rival de cuidado, por más que no siempre gane.

Aunque aquí también cabe un matiz: en la Euroliga, los alaveses han disputado un total de 15 partidos con una diferencia final de cinco o menos puntos, con un balance favorable de 9-6. En cambio, de los siete encuentros de Liga ACB que han tenido un desenlace igual de apretado, el balance cae del lado de las derrotas, con un 2-5.
Ello puede indicar que el nivel de concentración y de desgaste físico puede ser más acusado en los partidos de competición doméstica. Un desgaste que, a diferencia de otras temporadas, este año no se verá aliviado con el final de la participación europea de Saski Baskonia, ya que esta semana volverá a tener que acometer dos partidos vitales en el lapso de 48 horas.
La concentración como remedio
En ese sentido, semejante acumulación de partidos exige de una concentración máxima, una concentración que ante Girona brilló por su ausencia y que no pasó inadvertido para Dusko Ivanovic. Pero por otro lado, la Euroliga ya no mira la clasificación de la competición doméstica a los equipos de la Liga ACB. Si, por ejemplo, Unicaja ganase la ACB, no tendría –no al ¡menos de forma automática– una invitación a participar en la Euroliga 2024/25. De igual manera, que Saski Baskonia quedase fuera del Top 8 doméstico no influye en su concurso en la máxima competición continental por clubes, en cuanto que es uno de los fundadores de la Euroliga y tiene la famosa Licencia A. Ello resta presión respecto a hace unos años, cuando sí se tenían en cuenta estas clasificaciones. Pero al mismo tiempo, también facilita los bajones de concentración.
«He hablado con los jugadores para explicar la importancia de este partido, para este equipo y para ellos mismos. Jugar el play-off de ACB es algo importante. Pero algunos no lo han entendido. No quiero decir todos, alguno. Si hay un grupo, los dos o tres que son buenos deben empujar al resto. A veces lo consiguen, pero es difícil. Cuando hay dos o tres que no son buenos, que son malos, tirando de los otros hacia atrás más fácilmente», dejó caer en sus declaraciones un Dusko Ivanovic que recordó al de otras etapas antes de la arenga final.
Y es que ya son muchas las concesiones que ha hecho el Baskonia esta campaña, al punto de no solo volver a quedarse fuera de la Copa por tercera vez en los cinco últimos años, sino que amaga con quedarse sin play-offs por el título por primera vez desde que se instauró la Liga ACB.
Mientras quede opción habrá esperanza de meterse en la postemporada también en la competición doméstica, por más que es posible que el rival sea de nuevo el Real Madrid, lo cual convertiría a los de Chus Mateo en una especia de salto de fe para los gasteiztarras, amén de que, en caso de verse las caras en cuartos de final tendrían que jugarse los partidos los días 15, 17 y, de ser necesario, el 19 –otra semana de tres partidos–, porque los merengues afrontan la semana próxima la Final Four de la Euroliga.
«Nadie pensaba que el Manresa iba a perder y que nosotros íbamos a perder. Tenemos que mirar por nosotros mismos, ver el próximo partido, el siguiente contra el Real Madrid, y ya veremos. Siempre he dicho que este es un equipo en el que creo. Lo que tenía este equipo es que, siempre que dependía de ellos, hemos hecho buenos partidos y ganado partidos difíciles. Estos dos últimos partidos también dependemos de nosotros mismos. Si somos capaces de cambiar el chip, jugar agresivos, con energía y rápidos, como hemos jugado hasta ahora, podemos ganar los dos partidos», terminó Ivanovic.

Y es que en apariencia la receta es sencilla: Saski Baskonia debe convertir sus dos últimos partidos en eliminatorias de Euroliga. Ya llegará la hora de valorar las actuaciones individuales, o de cómo Codi Miller-McIntyre vivió ante Bàsquet Girona un notable bajón respecto de sí mismo contra el Real Madrid en la Euroliga, por no hablar de lo poco que se fía el técnico montenegrino en Chiozza y Theodore, o de que la baja por esguince de Moneke sigue sin anticipar una fecha de regreso. Ante problemas de equipo, la solución también estará en el colectivo, aunque ahora se encuentre con la necesidad de no fallar y recibir ayuda externa.

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