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Bilbo

Pedro Olea: «Esta profesión es muy jodida; como no tengas sentido del humor vas de cráneo»

El director y productor Pedro Olea (Bilbo, 1938) reconoce que le «encanta» el cine de terror y de ciencia ficción, y que siempre que ha podido ha rodado películas del género fantástico. Este viernes recibirá el premio honorífico del Festival de Cine Fantástico de Bilbao-FANT.

Pedro Olea, en la Alhóndiga. Este viernes recibirá el galardón del FANT.
Pedro Olea, en la Alhóndiga. Este viernes recibirá el galardón del FANT. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Un día antes de recibir el premio Estrella del Fantástico, galardón principal del festival FANT que se clausura este viernes en Bilbo, Pedro Olea ha comparecido ante los medios de comunicación y ha repasado su amplia trayectoria profesional en una intervención muy animada y salpicada de anécdotas. «Esta profesión es muy jodida; como no tengas sentido del humor vas de cráneo», ha resumido.

Ha relatado sus inicios como cineasta, cuando dejó sus estudios de Economía en la capital vizcaína y se trasladó a Madrid para cursar cine, en una escuela en la que tuvo, entre otros, a Carlos Saura de profesor. Allí se graduó con el cortometraje ‘Anabel’ en la década de los 60 del siglo pasado, del que poco después quiso hacer una versión en largometraje con Marisol, pero «se frustró».

También rodó una película de ciencia ficción con Los Brincos, grupo musical de moda en aquel momento, que no pudo estrenar porque «se separaron», e intentó rodar la misma película con Juan y Junior, dúo musical de gran repercusión entonces, que «también se separaron» mientras filmaban.

«Yo era un poco gafe», ha comentado divertido, pero ya en 1970 filmó ‘El bosque del lobo’, enmarcada en el género fantástico y que recibió varios premios estatales e internacionales, y a partir de ese momento empezó a «tomarse en serio» la profesión.

En 1972 estrenó ‘La casa sin fronteras’ –«de mis mejores películas en género fantástico», según ha dicho– que fue nominada para competir en los Oscar de 1973, aunque fue desechada porque se envió una copia en inglés, en vez de la versión en castellano.

«En aquel momento, el Opus Dei mandaba en el régimen franquista y querían enviar otra película a los Oscar, no la mía. Por eso presentaron el filme en un idioma extranjero», ha rememorado Olea.

Al año siguiente estrenó ‘No es bueno que el hombre esté solo’, también de género fantástico, y «un exitazo», ha puntualizado. Sobre este filme, que versa sobre un hombre que se acuesta con una muñeca y que este jueves se exhibe en FANT, ha recordado que se enfrentó a problemas con la censura de la época y aceptó ciertas imposiciones para poder rodarla, entre ellas la participación de Carmen Sevilla como actriz.

Posteriormente, ya fuera de este estilo, rodó numerosas películas de gran éxito como ‘Un hombre llamado flor de otoño’ (1978), o ya en la década de los noventa ‘El día que nací yo’, ‘El maestro de esgrima’, ‘Morirás en Chafarinas’ o ‘Más allá del jardín’.

«Mi carrera fue ya por otro lado, pero cada vez que he podido he hecho alguna cosa dentro del fantástico», ha mantenido y ha destacado que uno de sus últimos trabajos, ‘Zombi Eguna’, filmada en 2015 y que también se exhibe este viernes, es «muy FANT» y saca de sus tumbas a Sabino Arana, Juan Crisóstomo de Arriaga o Miguel de Unamuno. «Es una gamberrada de 15 minutos, un auto-homenaje», ha asegurado.

Cara al futuro, Olea se plantea trabajar en «algo sencillo... teatro o guiones», porque no quiere llegar a sus últimos días «trabajando ocho o diez horas diarias».

Vampiros en familia

También este viernes, en el marco de FANT, se ha presentado la película ‘En attendant la nuit’, de la directora francesa Céline Rouzet, quien ha sido galardonada con premio Fantrobia, que reconoce a una figura emergente dentro del género. En su primer largometraje, la cineasta francesa investiga el género de los vampiros: la familia Feral se muda a un nuevo vecindario con la intención de dejar su pasado atrás y pasar desapercibidos, explica la sinopsis. Sin embargo, el pequeño de la familia no es un adolescente normal: cuando intima con su nueva vecina, su sed de sangre crece y sus diferencias se vuelven imposibles de ignorar.

Durante más de diez años, Rouzet ha visitado repetidamente Papúa Nueva Guinea, donde ha producido documentales de audio para Radio Francia y elaborado reportajes para varios periódicos antes de dirigir el largometraje documental ‘140 km à l’ouest du paradis’, en 2020.

Olentzero, en versión terror

En el marco del FANT, se ha elegido también el proyecto ganador de la nueva ayuda para impulsar la producción de cortometrajes de género fantástico en euskara. El proyecto ganador ha sido ‘Olentzerori eskatu nion’, de Amaia San Sebastián, que recibirá una ayuda de 5.000 euros.

El jurado ha estado formado por Josu Bilbao, del Departamento de Producción de EiTB; Josemi Beltrán, director de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia y Justo Ezenarro, director del FANT, que han seleccionado el proyecto ganador entre un total de 13 presentados. Según el criterio del jurado, el trabajo de Amaia San Sebastián ha resultado ganador «por tratarse de un proyecto que concentra en muy poco metraje un gran potencial visual y sonoro, aportando además un punto de vista diferente a alguno de los tópicos del género de terror».

Se trata del primer año que se convoca esta ayuda, que ahonda en la apuesta por los cortometrajes, una de las señas de identidad de FANT desde sus primeras ediciones. El premio tiene también como objetivo apoyar la producción de cortometrajes de género fantástico en euskara, facilitando a los ganadores la realización de un cortometraje en dicho idioma.