El Athletic tendrá que resignarse a defender el quinto puesto en las últimas dos jornadas de Liga. Lo tiene en su mano ya que una victoria contra Sevilla y Rayo, equipos que no se juegan nada, asegura la plaza. Quizá ni le haga falta ganar por la diferencia de puntos que mantiene con Betis y Real.

Sin embargo, las aspiraciones de pelear por la Champions en un curso que pasará a la historia se han desvanecido por completo. En apenas siete jornadas, el equipo rojiblanco ha pasado de ocupar el cuarto puesto con un punto sobre el Atlético, a quedarse a once puntos de distancia con respecto a los colchoneros.

A nadie se le escapa para explicar semejante declive que el factor determinante ha sido la Copa. La preparación de la final, la resaca por las celebraciones y el cumplir con el objetivo europeo, a falta de mes y medio para acabar el curso, han influido en el equipo.

El Athletic se colocó en el cuarto puesto, después de ganar al Alavés en San Mamés en la jornada 29. Aquel 16 de marzo fue la última victoria en casa. Quedaban tres semanas para la final de La Cartuja y un partido en el Bernabéu en el que el conjunto rojiblanco pasó de puntillas (2-0). La cabeza estba en Sevilla y se notó en la falta de intensidad. La misma razón que esgrimió Ernesto Valverde tras la última derrota contra el Celta.

El estilo de juego del Athletic requiere un despliegue físico tremendo. Mentalizarse para el esfuerzo, con garra y coraje. En cambio, cuando el equipo no está fresco, se nota de forma inmediata. Desde que alzó la Copa, el conjunto rojiblanco ha cosechado una victoria contra el Getafe (0-2), tres empates en San Mamés ante Villarreal (1-1), Granada (1-1) y Osasuna (2-2) y dos derrotas frente a Atlético (3-1) y Celta (2-1). Seis puntos en siete jornadas son números que están muy por debajo de la media que ha mantenido durante la temporada.

Incluso, si se repasan los resultados obtenidos en los partidos de Liga posteriores a las eliminatorias de Copa, es evidente la afección que ha tenido la Copa en el equipo. Sobre todo, en la faceta ofensiva. Así, el Athletic perdió en Mestalla por 1-0 en el siguiente partido después de eliminar al Alavés en octavos. Empató a cero en Cadíz tras eliminar al Barcelona en cuartos y también acabó sin goles en Almería en el partido posterior a la ida de las semifinales ante el Atlético. Asimismo, sacó otro empate sin marcar contra el Barcelona en San Mamés, después de la vuelta de las semifinales.

La renovación de Berenguer

Lo ocurrido esta campaña no es ninguna novedad para el Athletic puesto que en los últimos años el equipo ha acabado pagando el desgaste de la Copa. Alcanzar dos finales y otras dos veces las semifinales en las cuatro temporadas anteriores, es una de las razones por las que el equipo ha llegado lastrado al final de la Liga. Por eso, se le ha escapado la clasificación europea en la última jornada en dos ocasiones y llevaba seis años sin competir a nivel internacional.

Con el billete europeo certificado, el reto para el siguiente curso es conformar una plantilla más amplia y mantener la competitividad con rotaciones, pese a la acumulación de encuentros. Y es que, además de ocho partidos más por la Europa League, el Athletic disputará también la Supercopa en enero.

Fichado Djaló para reforzar el ataque y confirmadas las bajas de Raúl García y Muniain, cerrar la continuidad de jugadores como Berenguer resulta fundamental. El propio Valverde decía tras el gol olímpico anotado por el navarro en Balaídos que «no estamos sobrados de jugadores y el año que viene tendremos dos competiciones más».

Berenguer ha desempeñado un papel decisivo esta campaña. Sin olvidar que anotó el último penalti en la final de Copa, lleva ocho goles y tres asistencias. Unas cifras a tener muy en cuenta para un futbolista que ha ejercido como revulsivo en muchas ocasiones, saliendo desde el banquillo o cubriendo la ausencia de algún compañero.

El navarro también habló sobre su renovación después de la derrota contra el Celta y confiaba en que las negociaciones llegaran «a buen puerto».

Por su parte, el director deportivo, Mikel González, fue cuestionado sobre el futuro de Valverde e incidió en que su continuidad es una prioridad para el club. En los próximos días el Athletic tendrá que clarificar también la situación de Dani García y Herrera, jugadores que acaban contrato el 30 de junio.

Asimismo, está pendiente de la decisión de De Marcos, que tiene en su mano seguir. Valverde comentó que le ve en condiciones de seguir ya que ha sido la primera opción para el lateral derecho durante esta campaña.