
UCAM MURCIA 79 (2) - UNICAJA 88 (1)
No hay manera de que en la semifinal entre Unicaja y UCAM Murcia haya una victoria local. Los pimentoneros se adelantaron por 0-2 después de ganar sus dos partidos en el Martín Carpena, y cuando parecía que, a las órdenes de Sito Alonso, el cuadro murciano iba a meterse en la final de la Liga ACB por todo lo alto, hete aquí que Unicaja se ha revuelto y ha decidido no aceptar su destino.
¿Que nadie ha levantado nunca un 0-2 adverso en la ACB en unos play-offs por el título? Que no cunda el pánico que allá va Ibon Navarro, emulando a Juan Sebastián Elcano, circunnavegando una remontada en la cual, llevando al extremo el símil marítimo, acaba de doblar el Cabo de Hornos. O quizá haya sido el de Buena Esperanza y el de Hornos, o el Estrecho de Magallanes, le espera en su propia cancha, el miércoles a partir de las 20.30.
Al igual que en el tercer partido, los de Ibon Navarro han entrado en la cancha del Palacio Municipal de Deportes de Murcia con mucho más acierto, más brío y más concentración ante un rival animoso pero algo revolucionado en exceso. Sito Alonso ha vuelto a ensayar la zona 2-3 que tan buenos réditos le dio a su equipo en los partidos de Málaga, pero Unicaja parece haber aprendido la lección.
Los malagueños han han clavado cuatro triples en el primer cuarto, con un Kameron Taylor muy acertado desde todas las posiciones para aventajas con un claro 18-31 al final de los 10 primeros minutos.
Una técnica que se ha hecho pitar Sito Alonso al final del primer acto ha sido el revulsivo del conjunto pìmentonero. Se ha dejado de zonas y ha apretado mucho más en defensa y de la mano de Rodions Kurucs UCAAM Murcia ha vuelto a la vida con un parcial de 9-0. El conjuinto andaluz, pese a la tensión ambiental, ha encontrado a Osetkowsky que ha respondido con dos jugadas de «dos más uno» consecutivas, cargando además de personales a Radebaugh y Diagné.
La tensión se ha trasladado hasta la grada, con aficionados de Unicaja y de UCAM Murcia excesivamente exaltados, una circunstancia que ha servido para que los de Ibon Navarro se hayan asentado de nuevo en el parqué y disparado su renta de nuevo hacia la frontera de los diez puntos.
Una frontera que ha conseguido gobernar con un triple sobre la bocina de Tyson Carter, después de un segundo cuarto sanguíneo, en el que Sito Alonso ha bordeado la segunda técnica con destreza, mientras que Ibon Navarro, mucho más centrado en los suyos, ha ido encontrando soluciones a las trampas murcianas. Le ha salido bien el plan, ya que se han ido al descanso con un 43-55 bien rico, con 8 de 17 en triples y tres jugadores con 12 o más puntos.
Los 20 restantes minutos han seguido por la misma senda de la agonía. Unicaja ha amagado la escapada al irse 43-59, con Osetkowsky erigido en líder de anotación andaluz.
Pero UCAM Murcia ha encontrado el terceto compuesto por Sant-Roos, Morin y Rodions Kurucs para presionar a su rival, a los árbitros y el marcador. Tanto es así que por momentos Unicaja ha perdido el oremus, jugando de forma precipitada mientras que los de Sito Alonso han bajado su desventaja hasta situarse 58-63.
Pero en este extraño juego del tira y afloja, Tyson Carter y Yankuba Sima han vuelto a estirar la renta andaluza, al punto de colocar el marcador en 63-72.
Dustin Sleva ha asumido el mando del cuadro murciano en esos últimos minutos. Un «dos más uno» del ala-pívot norteamericano y un triple de Caupain han cerrado un parcial de 8-2, obligando a Ibon Navarro a parar el partido y desentumecer a los suyos, de golpe bloqueados por la responsabilidad y la posibilidad real de quedar eliminados.
Un juego de nervios
Los nervios han atenazado sobremanera a los dos equipos. La balanza se ha podido inclinar hacia cualquier lado, pero un parcial de 0-5 de Unicaja, cerrado con un triple de Kendrick Perry ha vuelto a aclarar el camino de los de Ibon Navarro, al adelantarse 71-79 con tres minutos y medio por jugarse.
Tiempo de sobra, en todo caso, para cualquier desenlace. El 71-81 que ha anotado Taylor ha parecido ponerle el sello al duelo, pero Dylan Ennis, que ha jugado un partido espeluznante, ha vuelto a enganchar a los de Sito Alonso. El triple del canadiense ha encontrado continuidad en tres puntos de en Rodions Kurucs, que ha puesto el 77-81 con minuto y medio para jugarse. Ibon Navarro ha decidido gastar su último tiempo muerto.
Una zona press de UCAM Murcia ha infartado el ataque de Unicaja, que ha fallado de forma apurada, pero UCAM Murcia ha dejado escapar una oportunidad clara, ya que a Caupain le han taponado su tiro, obra de Osetkowsky, al tiempo que un Kalinoski casi invisible a lo largo del duelo, ha encontrado para Unicaja los tiros libres de la victoria, luego de una antideportiva de Sleva, con 38 segundos en el luminoso. Y si los dos tiros libres de Kalinoski no hubieran. bastado, el triple de Osetkowski le ha puesto el último clavo al ataúd.
UCAM Murcia no sabe lo que es ganar en su cancha en estos play-offs, pero tampoco sabe lo que es perder fuera de casa. Cualquier cosa puede pasar el miércoles, pero Ibon Navarro y los suyos han hecho lo más difícil.
El finalista viste de blanco
Ya espera el Real Madrid en la final, luego de certificar su triunfo por 3-0 ante el Barça, al ganar por 92-95 en el Palau Blaugrana. Si los merengues quedaron tocados tras caer en la final de la Euroliga, ningún bálsamo mejor que batir a la entidad blaugrana.
Un Barça que parece haber sentenciado a Roger Grimau después de su primera experiencia como primer entrenador al frente de un trasatlántico tan importante, al tiempo que jugadores como Rokas Jokuibaitis, Oriol Paulí, Oscar Da Silva, Nnaji, Nikola Kalinic y otros parecen abierta la puerta de saluda; otro tanto un Ricky Rubio lejano a sus mejores prestaciones después de un año de parón.

Entre los madridistas, pese a sobrevolar el rumor de la marcha de Mario Hezonja de regreso al eterno rival, pese a las dudas levantadas por el técnico Chus Mateo y pese al piloto rojo encendido sobre jugadores como Rudy Fernández al que le quedan contados partidos como profesional –dando por supuesto que estará en el Preolímpico de Valencia de principios de julio–, la confianza ahora debe ser total. Han barrido al Barcelona y han restañado sus heridas europeas.
Mucha culpa de ello la tiene Facundo Campazzo. Sobrepasado en la final de la Euroliga, el argentino ha vuelto a recordar a su mejor versión en estas semifinales, superando por la mano a Ricky Rubio y a Satoransky –los dos muy lastrados por su irregularidad en el tiro– y guiando con mano firme a un Real Madrid en el que los interiores –Tavares, Yabusele y Poirier– han podido «alimentarse» a placer de la mano de su armador. Parar esa vía de comunicación, algo que tan bien hizo Panathinaikos en Berlín, será uno de los principales quebraderos de cabeza que su rival deberá solventar.

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