UNICAJA 70 (2) - UCAM MURCIA 79 (3)

¡Más difícil todavía! UCAM Murcia ha roto todos los registros posibles y se ha colado por primera vez en su historia en la final de la Liga ACB ganando exclusivamente fuera de su cancha. Los de Sito Alonso habían desperdiciado un 0-2 a favor frente a Unicaja y han tenido que levantar un 25-14 adverso al final del primer cuarto para colarse por la puerta de atrás en una finalísima liguera, donde espera un Real Madrid que, atendiendo a la lógica, debiera imponerse con claridad. Pero claro, el factor cancha lo tiene el cuadro merengue y UCAM Murcia parece gozar cuando juega fuera de casa.

Así eliminó a Valencia Basket, ganando el desempate en La Fonteta y así ha eliminado al Unicaja de Ibon Navarro, que se ha visto colapsado y sobrepasado por la zona 2-3 que ha vuelto a poner Sito Alonso, como si desde los altares del Edén baloncestístico se lo estuviera dictando su maestro Aíto García Reneses.

El técnico de Monzón se lamentaba al final de las semifinales de la FIBA BCL cuando, al ser eliminado por Unicaja, tomaba la palabra. «Unicaja es un gran equipo, pero me duele haber perdido contra ellos cuando ganábamos por 12 puntos poco antes del descanso y habíamos frenado a sus jugadores clave», dijo entonces. Esta vez la historia se ha contado al revés: cuando Unicaja parecía tenerlo encarrilado para ganar, no solo por el 25-14 del final del primer cuarto, sino por el 63-55 con el que se ha adelantado Unicaja en el arranque del último asalto, luego de un parcial de 14-0, UCAM Murcia ha sabido jugar con la ansiedad del conjunto malagueño y en ataque ha encontrado la inspiración del base Caupain, con 19 puntos, la efectividad desde la media distancia del «Howard sin marketing», como bautizó un iluminado a Dylan Ennis, 19 puntos y 4 rebotes, para cortocircuitar a un Unicaja al que nadie ha sabido frenar, hacerle tomar aire y respirar.

No ha sido el día de Dustin Sleva ni de Rodions Kuruc, pero los Diagne y Morin o Sant-Roos han hecho olvidar en base a su trabajo, con una labor incansable de piernas para hacer de la zona 2-3 una defensa más efectiva que efectista, pese a sufrir nada menos que ¡21 rebotes ofensivos! Unicaja, con 12 de 37 en triples, por momentos se ha olvidado de circular el balón y aunque 14 balones perdidos no son tantos, muchos de ellos han llegado en pleno desastre y naufragio final, cuando UCAM Murcia se ha adelantado 70-73 de la mano de Caupain y Ennis, y en el imaginario colectivo de los de Ibon Navarro se les ha incrustado el demonio de la prisa y de la precipitación.

Si la lógica se cumple, UCAM Murcia ejercerá de comparsa en la final liguera ante el Real Madrid. Pero su llegada a esta final es cualquier cosa excepto lógica, y como sean capaces de meterles el miedo en el cuerpo en el primar partido de la serie –a disputarse este sábado a partir de las 20.30–, cualquiera se atreve a levantar la voz antes de hora.