La penúltima carrera sanferminera, con los imprevisibles José Escolar, ha sido la más peligrosa hasta el momento, tanto por el comportamiento de los toros como de los mozos. La masificación del sábado se ha traducido en diversas imprudencias. Y los morlacos desde el inicio han mostrado peligro, con constantes cabezazos, coces y saltos.

En Santo Domingo y Mercaderes se han producido, de hecho, los momentos más terroríficos. Desde el inicio uno de los toros ha lanzado derrotes a la derecha, y pasado el mercado otro ha agachado la cabeza estando a punto de enganchar a un mozo caído.

Unos pocos metros más arriba, un participante ha cruzado la calle de izquierda a derecha ante el paso del último astado. Los bureles llevaban veneno, pero los humanos también.

Una caída múltiple en Mercaderes, junto a la antigua Unzu, ha hecho tropezar a los toros, aunque por fortuna ninguno se ha rezagado. Pintaba fea la cosa.

Otro susto terrible esperaba al arranque de Estafeta. Un corredor ha quedado sentado en la pared tras caer, a merced de los toros. Una cornada hubiera sido fatal pero se ha librado.

Con la manada ya estirada, los corredores más habituales este año han encontrado huecos y los toros se han mostrado algo más «centrados» en esa segunda mitad. Han llegado a corrales en 2.17, casi como los de Domingo Hernández, que lo hicieron en 2.13.

En el parte médico desde el Complejo Hospitalario de Nafarroa se han incluido seis traslados, todos varones atendidos por traumatismos –con pronóstico reservado– y ninguno por cornada. Dos de los heridos son navarros, de Iruñea (51 años) y Berriozar (43). Del resto, hay un joven de 25 años de Segorbe (Castellón), otro de 29 de Cehegin (Murcia), un madrileño de 33 años y un hombre de Torrevieja (Alicante) de 41 años de edad.

Y todavía domingo y Miura...

Uno de los Escolar rozaba los 600 kilos: el llamado Escribano. Le seguían en peso Toledano con 580, Coralero con 575 y Chupetero con 560, mientras los dos más «livianos» eran Palomito y Curioso, que han dado 540 en la báscula. La manada se dividía a partes iguales en dos pelajes: tres bureles eran negro entrepelados y otros tres cárdenos, que es la característica de esta casa. Por el aspecto, en realidad todos eran «grises», muy similares.

La ganadería más mítica en Iruñea cerrará este ciclo de encierros el domingo. Miura, domingo y último encierro, un auténtico triple salto al vacío, porque visto lo ocurrido el día 7 pueden batirse récords de participación.

Por los seis encierros anteriores al de este sábado solo hay una persona ingresada: el donostiarra de 72 años corneado en Santo Domingo el viernes y que además del puntazo en la axila sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico. Tuvo que ser operado de urgencia ese día pero evoluciona favorablemente.