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El Gobierno español rechaza la opa húngara sobre Talgo «por razones de seguridad nacional»

El Gobierno español ha rechazado la opa presentada por Magyar Vagon sobre Talgo alegando «la protección de los intereses estratégicos y de la seguridad nacional». El grupo húngaro va a iniciar «todas las acciones legales a su alcance» para defender la legitimidad de su oferta.

El empresario András Tombor presentando la oferta del grupo húngaro Ganz-Mavag sobre Talgo.
El empresario András Tombor presentando la oferta del grupo húngaro Ganz-Mavag sobre Talgo. (Gustavo Valiente | Europa Press)

El Gobierno español ha rechazado este martes la opa presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) sobre Talgo alegando riesgos «insalvables» para «la protección de los intereses estratégicos y de la seguridad nacional de España», ha explicado en una nota el Ministerio de Economía.

Esta autorización fue solicitada por el inversor como requisito legal previo para la ejecución de la opa por el 100% de Talgo –que suponía valorar la compañía en 620 millones de euros– «y, por consiguiente, no podrá tener lugar», ha añadido Economía.

La decisión adoptada en la reunión del Consejo de Ministros se ha producido después de que la Junta de Inversiones Exteriores –un órgano en el que participan diversos ministerios pilotado por el Ministerio de Economía– considerara que la compra de Talgo por el grupo húngaro conllevaría riesgos «insalvables» para «garantizar la seguridad nacional y el orden público».

Tras conocer la decisión, el consorcio húngaro ha anunciado que va a iniciar «todas las acciones legales a su alcance», tanto en el Estado español como en la Unión Europea, para defender la legitimidad de su oferta.

Suspendida cotización

Tras una filtración periodística esta mañana, poco después de mediodía la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido la cotización de la compañía a la espera de recibir comunicación oficial sobre la operación.

El rechazo a la operación se produce en aplicación de la normativa sobre control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario y las competencias de la Unión Europea sobre inversiones extranjeras directas, protección del mercado interior y la libre circulación de capitales, ha agregado Economía.

Para el Ejecutivo, Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial del Estado español. La compañía tiene su principal planta en Rivabellosa, con 700 trabajadores.

Siempre en contra

El consorcio húngaro solicitó el pasado 4 de abril a la CNMV la autorización de la opa sobre Talgo, dirigida al 100% de su capital por un importe total de 619,3 millones de euros y a un precio de 5 euros por acción. La operación estaba avalada por un banco húngaro.

Distintas voces en el Ejecutivo español mostraron su oposición a esta compra, sobre todo por las relaciones entre el inversor húngaro y el Gobierno de Viktor Orbán, y defendieron que Talgo es una empresa estratégica, con una tecnología única en el mundo, y desempeña un papel fundamental en el transporte ferroviario.

Por ello, buscaron constituir una alternativa española, en la que trataron de implicar a Criteria, el brazo inversor de La Caixa, o al grupo Escribano, accionista de Indra, así como a otros constructores, como el fabricante checo de bienes de equipo Skoda (sin relación con la marca de coches), que planteó incluso una fusión, rechazada por Talgo.

La sociedad oferente está formada por Ganz-Mavag (55%) y Corvinus (45%), participada esta última por el Estado húngaro a través del Ministerio de Economía.

A su vez, Ganz-Mavag está íntegramente participada por Magyar Vagon, propiedad de un fondo de capital riesgo (Solva II), cuyo principal accionista, con el 50%, es el ciudadano húngaro Csaba Töro.

Detrás de este consorcio –que se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en el país centroeuropeo– están DJJ y András Tombor, que fue consejero de asuntos de seguridad nacional de Orbán, durante su primer Ejecutivo, entre 1998 y 2002.

El propio Tombor dijo el pasado 3 de julio, en una rueda de prensa en Madrid, que esta transacción no tenía ninguna connotación política.

El mayor accionista de Talgo es Pegaso Transportation International, con un 40,03% del capital, un conglomerado en el que están el fondo de origen británico Trilantic -fundado por dos ex ejecutivos de Lehman Brothers- la familia Oriol (descendientes de los fundadores), y Torreal, la sociedad de Juan Abelló.

Tienen participaciones minoritarias la familia Torrente Blasco, a través de TorrBlas (5%); la aseguradora Santa Lucía (2,96%) y el banco noruego Norges (2,79%), entre otros. El resto cotiza en bolsa.