
Estaba difícil que la natación vasca sumase este miércoles alguna presea más en los Juegos Paralímpicos de Paría 2024. Ni Iván Salguero, ni Iñigo Llopis ni Nahia Zudaire han podido estar ni cerca siquiera del cajón. No hace falta subrayar lo obvio en que en las finales paralímpicas las medallas están más caras que nunca, pero es que los representantes vascos no han podido pasar de la séptima posición, que no ha dejado de estar acorde a sus resultados en semifinales, donde han accedido a sus respectivas pruebas por las medallas rozando el quedarse fuera del Top 8.
Quizá la mayor decepción ha supuesto la séptima posición de Nahia Zudaire, ya que la guipuzcoana de Zubieta había acabado cuarta en su prueba de los 400 metros libres en categoría S8 en Tokyo 2020. Pero Zudaire no ha estado ni en sus marcas y ha perdido enseguida su referencia, ya que la británica Alice Tai –ganadora de la medalla de plata en últimas instancia, solo por detrás de la estadounidense Jessica Long, cuádruple oro en los Juegos Paralímpicos–, no ha tardado en escapársele, por lo que ha tenido que nadar en solitario. Otro tanto de lo mismo les ha pasado a Salguero y Llopis, en realidad.
Con todo, Zudaire ha añadido un matiz a su actuación. «Con estas mismas marcas, el año pasado fui subcampeona mundial. Por tanto, es obvio que el nivel ha aumentado mucho», ha explicado.
La primera en la frente: Iván Salguero ha sido el primero en saltar al agua en la final de 100 metros libres de la clase S12. El iruindarra se ha metido en la finalísima con el séptimo mejor registro y ha tenido que afrontar esta oportunidad por la calle uno, casi sin referencias respecto de adversarios con marcas hasta dos segundos mejores.
No ha habido milagro. El navarro ha estado muy cerca de sus mejores marcas, con 54 segundos y 65 centésimos, pero el 53,11 del ucranio Yaroslav Denysenko ha evidenciado el nivel de la final de una de las pruebas reinas, donde ha habido doblete ucranio, con Maksym Veraksa logrando la plata y el bielorruso nacionalizado azerí Raman Salei con el bronce con un registro de 53.65, un segundo exacto por debajo del registro de Iván Salguero, cuya pelea se ha limitado a salvar la última plaza de la final paralímpica, algo que no ha podido evitar, aunque no por ello se queda sin su diploma correspondiente.
Iñigo Llopis, que ya luce dos preseas en estos Juegos Paralímpicos, ha sido el siguiente representante vasco, en este caso en los 400 metros libres categoría S8. El donostiarra ya fue séptimo en Tokyo 2020 en esta misma prueba, aunque con el tirón de sus grandes resultados hasta la fecha, ha acudido a esta prueba final con ganas de superarse a sí mismo.
Llopis ha salido peleando más por evitar la octava plaza que por los puestos del podio, algo previsible por un lado, y que lo ha eliminado de la ecuación desde los 100 primeros metros. No se puede ser el mejor en todo y su desventaja respecto de la cabeza de la prueba se ha convertido muy pronto en una distancia excesiva.
Es más, después de los 250 metros, Iñigo Llopis ha caído a la última posición. El donostiarra ha nadado en sus marcas, ojo, a 35 segundos por piscina, aunque en el último largo la acumulación de esfuerzos le ha pasado factura, terminando octavo y último, con un registro de 4 minutos 37 segundos y 29 centésimas, levemente peor que en las semifinales y a más de 13 segundos de los tiempos de podio. En una prueba que se ha llevado el italiano Alberto amodeo, seguido por el canadiense Reid Maxwell y el ruso Andrei Nokolaev.
La decepción mayor
Nahia Zudaire ha tenido que esperar un poco más; a la entrega de las primeras medallas de la tarde, más en concreto. La nadadora guipuzcoana de Zubieta ha alcanzado su final de los 400 metros libres categoría S8, marcando un registro muy superior a lo que ha acreditado en no pocas ocasiones.
Zudaire ha perdido comba demasiado pronto, clavándose en una séptima plaza muy alejada de la cabeza, aunque la carrera, dividida en el dominio por la británica Alice Tai y la estadounidense Jessica Long, y el resto de lasa nadadoras, ha invitado a poder remontar hasta la frontera del bronce.
Sin embargo, el bronce también se le ha quedado bien lejos a la de Zubieta, que no ha logrado ir de menos a más como hubiera pretendido. La estadounidense Jessica Long ha sido finalmente la medalla de oro, con Alice Tai por detrás y la italiana Francesca Palazzo con el bronce. Zudaire, por su parte, pese a terminar con un registro mucho mejor que en semifinales, con 5 minutos, 5 segundos y 46 centésimas, lejos de su 5:01.33, un registro que la hubiera situado cerca del bronce de Palazzo, que por poco ha roto la barrera de los cinco minutos.

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