La ofensiva del PNV contra las iniciativas parlamentarias de EH Bildu está creando un panorama de confusión en este inicio de curso al que se ha referido Pello Otxandiano, portavoz en la Cámara de Gasteiz, en entrevista a Radio Euskadi este miércoles: «El ambiente está un poco más crispado de lo que debiera. Asistimos un poco atónitos a la semántica que se empieza a utilizar. Esto de la ‘tregua’, el ‘jo ta ke’... yo creo que no se corresponde con el clima del país», ha analizado de entrada.

Se ha mostrado especialmente extrañado por lo afirmado por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en el mitin del viernes en Zarautz: «Catalogar de agresión las  iniciativas parlamentarias de la oposición es una hipérbole y tiene una carga política muy importante. Me da qué pensar. Apelo a una reflexión sobre la semántica que se empieza a utilizar. En cualquier democracia parlamentaria hay un sistema de contrapesos. ¿A qué sistema político apunta calificar de agresiones las iniciativas parlamentarias?», se ha preguntado.

La posición de EH Bildu es la que le otorgó el resultado electoral de abril, con empate a 27 escaños con el PNV, ha incidido: «Hacemos una oposición responsable, queremos coliderar la transición que tiene que hacer este país en estos años. El deber de la oposición es hacer oposición, no puede ser de otra manera».

Al respecto, ha remarcado en respuesta a Joseba Díaz Antxustegi, portavoz del PNV en la Cámara de Gasteiz, que «entra absolutamente en la normalidad el control parlamentario cuando pasan cosas graves, como que fallezca una persona [por lo ocurrido en Laudio]. Es absolutamente pertinente e incluso sería absolutamente normal que el consejero pidiera comparecer para explicar qué ha sucedido». Abundando en ello, Otxandiano ha considerado que «tenían que estar contentos, porque esto ayuda a mejorar la acción de gobierno».

Tras recordar que el Parlamento lleva siete meses parado por los avatares preelectorales, electorales y postelectorales, ha añadido que por ejemplo en Osakidetza «hay cosas que hay que corregir y no pueden esperar al pacto de salud». Ha recordado que así ocurrió con el conflicto de cirugía cardíaca en Basurto antes del verano y que otro tanto debería pasar ahora con la cuestión de las emergencias.

Pacto ético y autogobierno

Preguntado por el «pacto ético» lanzado por Imanol Pradales en el primer Consejo de Gobierno del curso, el portavoz de EH Bildu ha indicado antes que nada que «como bien dice el texto, no viene a solucionar un problema que exista en este país, se reconoce que aquí no existe el problema de polarización política que hay en España. Tenemos que dejar de hacer política comparada y tomar de referencia a España y fijarnos en las condiciones endógenas que tenemos en este país, que son buenas».

Dicho esto, ha informado de que este mismo miércoles EH Bildu ha hecho llegar sus aportaciones a Pradales porque «queremos ser constructivos». Las ha englobado en tres cuestiones. Por un lado, «con respecto a la contextualización, echamos en falta apuntar las causas de esa desafección y crisis política que cita. Populismo es lo que surge cuando la política no es capaz de solucionar los problemas de la gente». Junto a ello, y entrando ya en contenidos, ha dicho que «está bien reconocer la autonomía y la importancia de la sociedad civil, pero la gobernanza colaborativa es más que eso, es plantear las soluciones junto a la sociedad civil». Y en consecuencia ha planteado que «tiene que haber un proceso deliberativo como no ha ocurrido en este país jamás».

Cuestiones más importante será, aunque no parezca estar en la agenda inmediata de Pradales, el impulso a un nuevo estatus. Otxandiano ha recordado que la mayoría abertzale en el Parlamento es muy clara y «si toca renovar el autogobierno, esta mayoría se tiene que plasmar en el texto». Para ello ha apuntado que «tiene que haber un espacio de complicidad» entre EH Bildu y Pradales.

«Esperpento político» con el TAV

Otra cuestión que marca el inicio de curso son las desavenencias entre dirigentes del PNV en Araba y Gipuzkoa sobre por dónde deben conectar la «Y vasca» y el «corredor navarro» del TAV, en el que además la parte guipuzcoana intenta poner de su lado al lehendakari Pradales. Para Otxandiano, todo esto es «un esperpento político».

Ha puesto el foco en la cuestión de que la estación de Ezkio, ahora ya concluida pese a que lo más probable ahora parece que el TAV no pase por allí. «¿Cómo se construyó Ezkio sin los informes geotécnicos –ha censurado Otxandiano-. En un país medianamente serio esto sería motivo de rendición de cuentas y dimisiones».

Preguntado por la posición de EH Bildu, ha recordado su apuesta por un «tren de altas prestaciones» que conecte el país interna y externamente y además sea válido para mercancías, al contrario que el TAV. Y ha ironizado con «cuánto tiempo ahorramos con esto, ¿unos pocos minutos?». El absurdo se agrava cuando «estamos hablando de una obra que lleva 25 años de ejecución», ha remarcado.