¿Reactivará esta legislatura el proceso aletargado en la era de Iñigo Urkullu? El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha asegurado este lunes en Radio Euskadi que quiere contactar con los líderes de cada partido para valorar la situación actual porque «ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos y tirar para adelante». En cualquier caso, ha puesto por delante que se complete el actual Estatuto «con todas las transferencias, también las más difíciles».

Ha considerado que en este tema las diferencias entre los partidos no son tan radicales como se dice, porque «el 95% está pactado». Falta, asume, «el 5% más difícil», en el que ha situado el reconocimiento nacional, el mecanismo de blindaje... «Son cuatro o cinco temas que hay que poner sobre la mesa pero todos tenemos maduras nuestras posiciones».

Otro factor a favor, ha dicho, es el hecho de que PNV, EH Bildu y PSOE están llegando a acuerdos en Madrid, por lo que se trataría solo de dar continuidad a esa entente en Euskal Herria.

Los problemas del PNV

La segunda cuestión central de la entrevista ha sido la crisis en el PNV y si Ortuzar se hará o no a un lado en el proceso congresual que se abre. Se ha limitado a decir que «hasta la asamblea general tengo una misión que cumplir: que esto salga bien. Y después, teniendo en cuenta las conclusiones de la asamblea, me tocará una cosa o la contraria. Hay que hacer las cosas ordenadamente. Primero el proyecto, luego la organización y después las personas», ha resumido.

Preguntado sobre el momento que atraviesa el PNV, Andoni Ortuzar ha subrayado antes que nada que «en toda Europa no hay un solo partido de gobierno que no haya perdido las elecciones y el poder en este periodo. Somos una excepción». Los bajones electorales los ha atribuido primeramente a que «ha habido un periodo complicado en pandemia y postpandemia que nos ha afectado, ha abierto algunas costuras en la relación con la ciudadanía. Tenemos que recuperar bolsas de la ciudadanía que se han quedado en su casa».

Le ha añadido un segundo factor: «Hoy día cualquier tuit que lanza cualquiera puede trastabillar toda su estrategia de comunicación. Hay que convertir al partido, guardando lo bueno de ser fiable y previsible, en algo adaptado a los nuevos tiempos de comunicación vertiginosa, que no es muy fiable a veces pero que penetra».

En consecuencia, Ortuzar ha resumido que «hemos presumido de ser un partido clásico, de la vieja guardia. Eso tiene cosas positivas como no caer en las modas y los personalismos, pero necesitamos un ‘aggiornamento’». También admite que hay que «actualizar» programas porque «hay nuevos retos y desafíos».

Su diagnóstico no ha sonado muy autocrítico pero el líder del PNV asegura que «hemos hecho una autocrítica profundísima, quien ha estado en nuestras asambleas lo sabe». Estima, junto a ello, que el partido llega a esta cita congresual «muy unido, bastante unido. En el PNV enseguida se notan los movimientos. Orgánicamente el partido llega muy bien».

Rectifica su «agresiones» sobre las iniciativas de EH Bildu

Ortuzar ha mostrado en la entrevista un tono muy distinto al empleado en el mitin de arranque de curso de Zarautz el 30 de agosto, en que tildó de «agresiones» las iniciativas de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz sobre la gestión de Lakua. Ha rectificado: «Igual es un término exagerado. ¿Qué quería decir yo con esto? Que EH Bildu tiene un discurso buenista, en que todo son manos tendidas, pero luego tiene una práctica en sentido contrario».

«Estoy seguro de que Pello Otxandiano no se ha leído esas 200 iniciativas parlamentarias, yo sí he leído unas cuantas y en ellas hay agresividad hacia el Gobierno Vasco. Lo que está registrado en esas iniciativas no es zanahoria, es palo. Y tienen que tener menos fina la piel, porque ellos también zumban. ¿Que hemos roto el pacto ético? Vamos a tener mesura por todos los lados...», ha añadido.