Amaia Ereñaga
Erredaktorea, kulturan espezializatua

Un viaje por el delirante (y emotivo) camarote de los hermanos Ibarretxe

Para los de cierta edad, son míticos: en 24 años rodaron solo tres largos y se arruinaron a lo grande. Para los más jóvenes, son unos desconocidos. Zinemira acaba este sábado con ese olvido con el estreno del documental ‘Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe)’.

Jone Ibarretxe y Nere Falagan, con los rollos de «Sabotage!».
Jone Ibarretxe y Nere Falagan, con los rollos de «Sabotage!». (Mikel MARTINEZ DE TRESPUENTES | FOKU)

Al lado de la puerta de entrada de la productora bilbaina Euskadi Movie se apilan las cajas que contienen los rollos de celuloide de la película ‘Sabotage!’ (2000), la alocada superproducción internacional –600 millones de la época– sobre la batalla de Waterloo que fue un descalabro en taquilla; en las paredes, fotografías, carteles, logos... todos ellos testimonio de la vida de los hermanos Ibarretxe, tres getxoztarras que revolucionaron el todavía incipiente cine vasco de finales de los 90 y principios de los 2000 con su humor gamberro y sus propuestas surrealistas... algunas de las cuales, como crear una especie de Hollywood en Altos Hornos, con el tiempo son visionarias: ahí está si no el actual proyecto de Zorrozaurre.

Presentemos a los protagonistas: Javier, productor; Jose Miguel y Esteban, guionistas y cineastas ambos. Ninguno está vivo: Javier murió en 2014, a los 53 años; cuatro después falleció Josemi, con 61 años, y Esteban les sobrevivió hasta 2022, cuando murió con 67. De hecho, Esteban iba a ser el hilo conductor de ‘Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe)’, nos cuenta Jone Ibarretxe de la Cal, codirectora junto con Nere Falagan de este estupendo documental.

Sí, lo es y sí, Jone es hija de Josemi y sobrina de los otros dos Ibarretxes... y también de los otros hermanos y hermanas –eran diez en total– que van desfilando ante la cámara.

Porque ‘Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe)’ permite asomarse a una saga familiar nada habitual, muy culta y con un sentido del humor muy particular. La escena en la que las tías de la directora hablan de sus hermanos, en cónclave doméstico, rodada por Jone Ibarretxe cámara en mano es divertidísima. «Mis tías tienen ellas mismas un formato», reconoce.

«Era difícil no endiosarlos, por eso conseguir el tono ha sido lo más difícil del documental, porque su vida es una tragicomedia absoluta»

Le pedimos que define a los protagonistas: «Javi era el más tranquilo, tenía los pies en la tierra. Esteban era el ejecutivo, le llamaban el Doctor No, y Josemi era el más lunático, el más creativo. Como dice en el documental Kiko de la Rica [director de fotografía bilbaino, ganador de dos Goyas], vivía en las nubes del mural del ajedrez. Los tres se complementaban muy bien».

Jone Ibarretxe y Nere Falagan, las autoras de este documental. (Mikel MARTÍNEZ DE TRESPUENTES | FOKU)

Lo que, de primeras, podría  haber sido un ejercicio de reivindicación del legado de estos tres cineastas, va por otros derroteros. Hay nostalgia, es inevitable, pero también humor, emoción y sinceridad: el alcohol, las noches de marcha, las deudas, la genialidad... todo está ahí.

«Yo tenía una visión desde niña como más desencantada con su historia y este documental era como intentar acercarme a ver qué había pasado... es un reencuentro o una aceptación de quiénes son ellos», reconoce.

«Vivían con deudas, y eso pasa factura, porque Javi fue el que más lo sufrió, pero eran felices también. Yo creo que tenían poco apego a lo material y eso es importante para ser un artista puro»

Hijos de un marino que fue piloto republicano durante la Guerra del 36 y de una madre culta que leía en inglés –ambos daban para otro documental–, los Ibarretxe fueron pioneros de nuestro cine. Cuando estrenaron el primero de los tres largos que rodaron –‘Sólo se muere dos veces’, en 1996, con Álex Angulo y Santiago Segura como protagonistas; le siguieron ‘Sabotage!’ y ‘Un mundo casi perfecto’ (2011)–, se les definió como una mezcla entre los hermanos Marx y los Monty Python. Más posiblemente se parecían a los primeros, apostillamos.

Rodaron series como ‘Las memorias de Karbo Vantas’ (1994) y produjeron a otros cineastas, como Nacho Vigalondo –‘7:35 de la mañana’ (2003), el primer trabajo vasco nominado a los Oscar.

Nere Falagan, que ha sido el punto de vista ‘de fuera’ de este proyecto, apostilla que su vida «es una tragicomedia. Hay una escena, que a mí me encanta, en la que están en una cafetería de un bar con amigos tras la proyección de ‘Un mundo casi perfecto’ y dice Javi: ‘Esto va a acabar en tragedia’, que era una frase muy suya. A mí me encantaría plantarme en ese bar y tomarme una caña con ellos. Eran cautivadores».