‘Here, un hombre bueno’, cuarto largometraje de Bas Devos, se alzó con el Fipresci y el premio a Mejor Película Encounters en la pasada edición de la Berlinale y participó en la sección Zabaltegi de Zinemaldia. Esta producción belga nos invita, con un humanismo contagioso, a poner la atención en la naturaleza y en los demás, a darle tiempo al tiempo.

Stefan, un obrero de la construcción rumano que vive en Bruselas, está a punto de regresar a su país. Para despedirse de sus familiares y amigos, Stefan cocina una gran olla de sopa llena de sobras que tenía en la nevera a modo de regalo. Cuando está a punto de marcharse a su hogar, el coche le da problemas, por lo que lo lleva a arreglar. Durante su espera, conoce a Shuxiu, una joven chino-belga que se encuentra preparando un doctorado acerca del musgo, lo que provoca que Stefan se quede pasmado con la joven, por la que dudará entre quedarse o irse.

Devos ofrece con este filme la serenidad de Bruselas, capturando la vida urbana y contemporánea de la ciudad como un encanto ya propio de sus películas. Además, retrata el atractivo de muchas de las áreas compartidas que tiene la ciudad en las que los extraños pueden conocerse e iniciar relaciones cercanas.