Pocas cosas habrá, más anodinas y menos gratificantes que tener que renovar el DNI o el pasaporte de una nación impuesta, gestiones que se realizan además en lugares tan inhóspitos como las dependencias policiales, pero son trámites protocolarios que cualquier vasco debe realizar para poder viajar al «extranjero». Algo similar ha hecho la Real hoy en Belgrado, en un Partizan Stadium con más agentes del orden que civiles, ante un rival menor, que poco o nada aporta deportivamente y menos aún socialmente al fútbol europeo. Sin opción, o interés, de mostrar su disconformidad con un partido que solo obedece a la lógica del «show must go on», una Real muy «profesional» se ha hecho con un triunfo indispensable para poder seguir su camino en la Europa League, gracias a los goles de Pacheco y Sergio Gómez.

Con el debut europeo de Unai Marrero como principal novedad, Imanol ha dispuesto un once bastante reconocible, con Sucic fuera aquejado de covid y descanso para Sergio Gómez. Y muy superior futbolísticamente, la Real ha controlado la situación con bastante comodidad, con los únicos apuros generados en errores propios en la salida del balón. Eso sí, ofensivamente tampoco ha mostrado demasiado en un estadio cuyo césped y gradas tampoco ayudaban demasiado. Jon Pacheco, rematando de cabeza un corner botado por Brais Méndez ha adelantado a los txuri-urdin, un resultado que han defendido sin demasiado esfuerzo hasta el descanso.

Reacción israelí

Los mayores minutos de peligro del equipo local han llegado a la vuelta de vestuarios, con el equipo israelí tratando de meter a la Real en su área y los de Imanol, con problemas de concentración y salida de balón. Marrero, que ha tenido alguna imprecisión afortunadamente sin consecuencias, ha realizado su primera parada ante un disparo de Madmon y rápidamente Imanol se ha visto obligado a intervenir desde el banquillo, con un doble cambio que difícilmente le ha podido salir mejor, pues Sergio Gómez y Becker, los recién incorporados, apenas han tardado tres minutos para doblar la ventaja, con centro del surinamés y remate del catalán. Previamente, el VAR ha anulado incomprensiblemente un gol de Sadiq en otro corner, peinado por Pacheco en el primer palo, en el que han visto fuera de juego de Aguerd o Zubimendi, que no intervienen en la jugada.

Pero pocas veces este tipo de trámites discurren como estima el correspondiente protocolo y la Real ha tenido que sufrir más de lo recomendado para salir con su objetivo resuelto y es que, si los primeros cambios le han sentado estupendamente al equipo, los realizados pensando más en el derbi ante Osasuna han desnortado a la Real.

Así, otra pérdida en la creación ha permitido a Maccabi acortar distancias, al cabecear Turgeman un buen centro desde la derecha en el minuto 81. Afortunadamente, al Maccabi tampoco le da para mucho más y encima se ha quedado con diez hombres en el minuto 88 al ver Davida una segunda amarilla por un codazo sin demasiado sentido en el centro del campo.

En definitiva, que la Real se vuelve con poca más satisfacción de aquel que cumple con la burocracia administrativa, y ese cuerpo que deja a uno el tener que pasar por esos trámites. 

- Ficha técnica:

1 - Maccabi Tel Aviv: Mishpati; Lemkin, Shlomo, Stojic, Davidzada (Jehezkel, m.70); Sissokho (van Overeem, m.70), Dor Peretz (Davida, m.70), Kanichowsky; Patati, Madmon (Turgeman, m.76) y Shahar (Addo, m.70).

2 - Real Sociedad: Marrero; Aramburu (Aritz, m.75), Aguerd, Pacheco, Javi López; Zubimendi, Turrientes (Sergio Gómez, m.59), Brais Méndez (Olasagasti, m.84); Kubo (Barrenetxea, m.75), Sadiq y Oyarzabal (Becker, m.59).

Goles: 0-1, m.19: Pacheco. 0-2, m.64: Sergio Gómez. 1-2, m.81: Turgeman.

Árbitro: Rohit Saggi (NOR). Ha amonestado a Patati (m.36), Van Overeem (m.80) y Jehezkel (m.88), por el Maccabi Tel Aviv; y a Kubo (m.13) y Javi López (m.73), por la Real Sociedad. Ha expulsado por doble tarjeta amarilla a Davida (m. 74 y 88).

Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Europa disputado en el Estadio Partizán de Belgrado ante unos 500 espectadores, un centenar de ellos aficionados realistas.