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Israel criminaliza a menores y a familiares de activistas palestinos

Israel acelera las leyes que refuerzan el apartheid de la población palestina. Una nueva ley permite encarcelar a menores a partir de los 12 años; otra, deportar a Gaza a familias de quienes considere «terroristas», y una tercera, despedir a profesores que muestran solidaridad con «terroristas».

Una joven palestina grita tras la matanza de ayer en la escuela Al-Shati.
Una joven palestina grita tras la matanza de ayer en la escuela Al-Shati. (Omar AL-QATAA | AFP)


El Parlamento israelí aprobó una disposición que permitirá a los tribunales del país condenar a prisión a menores a partir de los 12 años de edad si son encontrados culpables de «asesinato por motivos terroristas» y encerrarlos en un centro hasta que cumplan los 14 años, momento en el cual serán transferidos a la cárcel. En Israel, la responsabilidad penal comienza a los 12 años, pero las penas de prisión solo podían aplicarse a partir de los 14 años.

La nueva norma es una disposición temporal que estará en vigor cinco años, pero podrá ser renovada por períodos de dos años tras su expiración.

Sin embargo, el encarcelamiento de niños ha sido habitual y una norma similar estuvo en vigor entre 2016 y 2020.  La nueva ley es otra vuelta de tuerca en su persecución.

La detención de menores ha sido denunciada con reiteración. Según Save the Children, los palestinos son los únicos niños del mundo  «procesados sistemáticamente por tribunales militares». La organización estima que en los últimos 20 años, unos 10.000 menores palestinos han sido recluidos en el Sistema de detención militar israelí.

Los soldados asaltan sus  casas, a menudo en mitad de la noche, y entran armados en sus habitaciones para llevárselos. Cuatro de cada cinco (un 86%) aseguran haber sido golpeados, un 69% denunció haber sido desnudado para ser registrado y el 42% resultó herido en el momento de su detención, algunos recibieron disparos y otros acabaron con huesos rotos.

Esta es una de las controvertidas medidas aprobadas por el Parlamento israelí en los últimos días, que refuerzan el estado de apartheid que el régimen sionista aplica a los palestinos, como la deportación a Gaza de familiares de «terroristas», un  término que en Israel se aplica a casi cualquier medio de resistencia a la ocupación. Esta ley da autoridad al ministro de Interior para «deportar a la familia del autor de un ataque si se demuestra que tenía conocimiento previo de la operación y no hizo todos los esfuerzos necesarios para evitarla».

La deportación será por un período de siete a quince años si el autor del ataque es ciudadano de Israel, y entre diez y  veinte si es residente en Jerusalén Este (anexionada unilateralmente en 1980). La Policía israelí tendrá poderes para entrar en cualquier lugar y utilizar la fuerza necesaria para deportar a cualquiera.

Un tercer proyecto de ley que recibió el «sí» definitivo en el Parlamento da al Ministerio de Educación competencias para despedir, sin previo aviso, a aquellos profesores que considere que «apoyan el terrorismo» y muestran «compasión» o «solidaridad» con actos que las autoridades consideren «terroristas».

La ley permitirá al Gobierno cortar los fondos destinados a aquellos colegios en los que detecte estos apoyos y  nombra específicamente a las escuelas árabes situadas en Jerusalén Este, a las que acusa de «incitar a los menores a mostrar posturas contrarias al Estado de Israel».

Gaza
Israel mató a al menos 78 palestinos más en Gaza en dos jornadas de intensos ataques. Por lo menos 12 de ellas, en la escuela Al-Shati de la Unrwa, en la ciudad de Gaza, que albergaba a decenas de desplazados.

 



Cazas de última generación

Israel recibirá 25 aviones de combate F-15IA de última generación producidos por Boeing tras un acuerdo firmado por el Ministerio de Defensa israelí por 5.200 millones de dólares financiados con la ayuda militar estadounidense. Los aviones se suministrarán en lotes de cuatro a seis al año, a partir de 2031 y son parte de un paquete más amplio de ayuda aprobado por el Gobierno de Joe Biden y el Congreso, que incluye una opción para 25 aparatos adicionales. El nuevo avión F-15IA está equipado con sistemas de armas de última generación y, «junto con el tercer escuadrón F-35 adquirido a principios de este año, representa una mejora histórica de nuestro poder aéreo y alcance estratégico, capacidades que resultaron cruciales durante la guerra actual», dijo el Ministerio de Defensa. Desde el inicio de la agresión contra Gaza, la Administración Biden no ha dejado de suministrar armas a Israel, pese a las constantes denuncias por crímenes de guerra contra la población civil.