Arnaitz Gorriti
Kirol-erredaktorea, saskibaloian espezializatua / redactor deportivo, especialista de Baloncesto

Vuelve el mejor Ding Liren y derrota a Gukesh en la primera partida del Mundial de Ajedrez

Después de sumar casi 30 partidas clásicas sin poder ganar, con momentos de auténtica calamidad, el vigente campeón del mundo ha sorprendido a los reunidos en el Mundial de Singapur superando con las piezas negras al prodigio de Chennai, quien ha pagado la novatada a sus 18 años.

Gukesh, con blancas, y Ding Liren, con negras, frente a frente en el tablero del Mundial de Ajedrez.
Gukesh, con blancas, y Ding Liren, con negras, frente a frente en el tablero del Mundial de Ajedrez. (Roslan RAHMAN | AFP PHOTO)

La última vez que Ding Liren ganó una partida de ajedrez a ritmo clásico; es decir, a ritmo lento, fue en la duodécima ronda del Mundial que disputó en Astana en abril de 2023 frente a Ian Nepomniachtchi, justo cuando el ruso acariciaba una victoria que lo hubiera puesto a las puertas del título mundial.

Desde entonces, el ajedrecista chino, pese a conquistar el cetro mundial en un emocionante desempate de partidas rápidas, ha pasado un calvario. Él mismo ha confesado haber tenido problemas serios para dormir durante meses, al punto de que ha tenido que medicarse para superar una enfermedad que lo ha llevado a perder ELO en el ranking de la FIDE en todo este año. Si después de superar a Nepomniachtchi volvió a rozar el listón de los 2.800 puntos ELO, tras un año en los infiernos el chino bajó hasta llegar al Mundial de Singapur con menos de 2.730, una crisis brutal.

Tanto es así, que cuando Dommaraju Gukesh logró el pasado mes de abril hacerse con el Torneo de Candidatos, llegó a coger fuerza la especulación que el chino iba a renunciar a su cetro y que serían el joven ajedrecista indio y el italoamericano Fabiano Caruana quienes iban a disputar por el título.

Pero no. Y no solo es que Ding Liren ha empezado a defender su título mundial, sino que en la primera partida, jugando con piezas negras, ha conseguido la victoria sobre un Gukesh que ha pagado la novatada en estas lides. Todavía este mundial de Singapur no ha ha hecho sino empezar, toda vez que el torneo está programado a 14 partidas lentas y hacen falta 7,5 puntos para dirimir quién será el campeón, por lo que el resultado solo es de 0-1 para el vigente campeón.

De la «pensada» al ataque

La Defensa Francesa, variante del avance, con los peones bloqueando en el centro del tablero, ha sido la estrategia elegida por Ding; es decir, una estrategia muy arriesgada que busca la victoria con las negras a la apertura de peón de rey –mantener como principal analista al rumano Richard Rapport tiene su influencia, ya que Rapport es muy dado a las posiciones complicadas y al riesgo–. Una actitud valiente por parte de alguien que ha estado cerca de 30 partidas clásicas sin poder ganar, y con momentos verdaderamente calamitosos y hasta chocantes, como cuando en las recientes Olimpiadas de Ajedrez, Ding renunció jugar contra Gukesh.

Y con el duelo en plena apertura, ha sorprendido la «pensada» de más de media hora que Ding Liren se ha tomado para hacer la ¡séptima! jugada, todavía con casi todas las piezas –en referencia a lo que no son peones– en el tablero. Los gestos del ajedrecista chino, tosiendo, tapándose la cara, cabeceando... con una expresividad corporal opuesta a su habitual hieratismo, han hecho temer por el desastre, sobre todo porque Gukesh ha mostrado su habitual aplomo pese a su corta edad.

«No veía que hubiera empezado bien la partida; no veía clara la posición, pero luego me he encontrado con varias jugadas en el flanco de rey –Dama c4 y caballo b2– que han dado un vuelco a la partida. No las tenía todas conmigo, pero después de las Olimpiadas, he tenido dos meses para preparar bien este Mundial y tratar de buscar mi mejor juego», ha declarado el propio Ding Liren, sereno en la victoria, aunque mucho más sonriente de lo que en él es habitual.

«No me he sentido especialmente nervioso y no veía que mi posición fuera tan mala, pero es que esos movimientos de dama y caballo en el flanco de rey... es que ni los he visto. Me esperaba al mejor Ding en este Mundial y eso es lo que estamos viendo», ha subrayado, por su parte, un Dommaraju Gukesh templado en la derrota, pero sin poder disimular su gesto de contrariedad.

Y es que conforme el medio juego ha ido avanzando, la ventaja y la presión de las piezas negras, aun sin poder enrocar a su rey casi hasta el final, ha ido atrapando a Gukesh. Y en contraste con la media hora de la jugada siete, un Ding Liren cada vez más crecido ha ido jugando casi «al toque», es decir, sin tomarse tiempo para pensar, sino jugando como si estuviese en una partida relámpago.

Gukesh, en cambio, que en las Olimpiadas de Ajedrez parecía un ciclón insuperable, ha ido agobiándose por su posición y por la presión del tiempo, al punto de que ha salvado la frontera de la jugada 40 por los pelos. Es más, solo un par de jugadas después de superar ese control, el ajedrecista de Chennai ha decidido inclinar su rey, tras cuatro horas de partida.

Sentado en el tablero

Otra de las diferencias de Ding Liren respecto del Mundial ante Ian Nepomniachtchi ha sido verlo clavado a su asiento, sin levantarse como solía ser habitual en él en la cita de Astana de hace año y medio. «No he sentido hambre ni sed, pero además quería estar en el tablero y lo he conseguido casi hasta el final. He intentado descansar bien antes de la partida y estoy bien preparado», ha terminado su alocución.

Y es que aunque diga el refrán que quien da primero da dos veces, en esto de los Mundiales de Ajedrez esto no es tan tajante. Entre otros, Boris Spassky ganó a Bobby Fischer la primera partida del Mundial de 1972 y no pudo retener el título. Veselin Topalov hizo lo propio frente a Anand en 2010 y el indio superó claramente al búlgaro. El propio Ian Nepomniachtchi fue quien ganó la primera partida –mejor dicho, la segunda de aquella ronda, después de hacer tablas en la primera– frente a Ding Liren en 2023, que supo ir a remolque antes de imponerse en el desempate.

El propio Dommaraju Gukesh sufrió una dura derrota frente a Firouzja en el reciente Torneo de Candidatos de Toronto, pero el prodigio de Chennai asumió la derrota con naturalidad y supo imponerse a veteranos como Caruana, Nakamura o Nepomniachtchi. Por ende, este 0-1 no tiene por qué significar mucho más respecto de la suerte del Mundial de Ajedrez. ¡Pero qué maravilla es poder afirmar que, señoras y señores, Ding Liren ha vuelto!