Daniel   Galvalizi
Periodista

Sánchez dice que no falló el autogobierno, sino Mazón, y Feijóo lo acusa de «desentenderse»

PSOE y PP se han enzarzado en la comparecencia especial por la respuesta de Moncloa en la tragedia en València. El Gobierno español ha recibido críticas de aliados como Sumar y Compromís. El PNV ha matizado su apoyo a las ayudas.

Pedro Sánchez, este miércoles, en el Congreso.
Pedro Sánchez, este miércoles, en el Congreso. (Eduardo Parra | Europa Press)

Casi un mes después de la tragedia humanitaria provocada por la riada en la comarca de l’Horta Sud en València, el Congreso ha tenido la comparecencia especial sobre la gestión del Gobierno español de la crisis. Ha sido convocada a pedido de Pedro Sánchez y también por el PP.

Se ha tratado además del regreso del líder del PSOE al hemiciclo después de unas semanas cargadas de agenda exterior (Azerbaiján, Brasil y la India) en las que no había interactuado cara a cara con los grupos parlamentarios. Además, el pleno contaba con expectación un clima espeso por varios motivos.   

El primero es por las declaraciones en sede judicial de Victor Aldama (implicado en el caso Koldo) que regaron de acusaciones sin pruebas todavía a los principales cargos del PSOE. De hecho, a la vez que hablaba Sánchez, el recientemente encarcelado daba una entrevista en directo en la COPE. Por si fuera poco, a la mañana en Bruselas se votaba a la nueva Comisión Europea y, unas horas después, renunciaba el líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, atrapado entre la presión interna de sus bases y de Ferraz por su gestión en la trama de la presunta filtración de correos por parte de Moncloa contra la pareja de Díaz Ayuso.   

En este contexto de ebullición, el presidente del Gobierno ha defendido la acción de la administración general del Estado frente a la catástrofe, especialmente de la AEMET y de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha culpabilizado a la Generalitat valenciana y anunciado un nuevo paquete de medidas de ayuda por más 2.274 millones de euros, entre ellos un plan de subvenciones sin devolución a la renovación del parque automotor afectado por la DANA.

Sánchez ha pendulado en su discurso entre reivindicar a los organismos de la administración y a sus funcionarios y las críticas al «negacionismo climático» que abrazan las derechas. «Yo no creo que el sistema haya fallado, han fallado sobre todo algunas personas. Personas en posiciones muy elevadas que no han estado a la altura, que no han entendido su responsabilidad», ha enfatizado, aunque minutos antes había aclarado que no quería «politizar ni señalar culpables».

Tras quejarse de «los bulos y la desinformación» y de que su frase sobre que las autoridades autonómicas debían pedir ayuda fue tergiversada, ha dicho: «La pregunta es si el Gobierno de España cumplió con estas responsabilidades y la respuesta es que sí». En ese sentido, ha recordado que la ley de Protección Civil encomienda a los gobiernos regionales la competencia en situaciones de tragedias como la de València.

Quien ha sostenido el tono bronco ha sido el líder de la oposición, que no bien subir al estrado ha acusado al PSOE de que el mismo día de la riada «la única urgencia de sus señorías fue la (aprobación de la ley) de RTVE» y ha opinado que Sánchez «en ese momento solo hizo un cálculo político, lo impensable para cualquier persona, la gente no le va a perdonar su abandono».

El tono y el fondo

«Usted llega tarde a este Congreso y lo hace para cubrirse de toda la peste de corrupción que lo rodea, no viene a hablar de los afectados, sino para esconderse de los casos de corrupción. Ha dicho que todo lo que hizo fue bueno y lo volvería a hacer, cero autocrítica, qué falta de humanidad. Pero nadie espera otra cosa de usted», ha aseverado un Feijóo enérgico, y acelerado por tener tan solo 15 minutos de réplica frente al tiempo ilimitado de Sánchez.  

Feijóo ha dicho que en el Gobierno «se han coordinado para desentenderse» y ha hecho menciones a correos electrónicos y otros elementos para dar a entender que los ministros no actuaron con celeridad. «Se quedaron de brazos cruzados, la realidad es que su gobierno no reaccionó hasta las 23:00», ha considerado, y le ha preguntado al ministro Grande-Marlaska si no había pedido decretar la emergencia nacional por convicción o por pedido.

Sobre esa declaración, Sánchez en su respuesta la ha citado para afearle a Feijóo que «ha echado a los pies de los caballos a Mazón». «Si tan mal cree que lo está haciendo (el president de la Generalitat valenciana) ¿por qué no exige que dimita? Mazón le ha dicho a usted lo mismo que me ha dicho a mí, que no quiere la declaración de la emergencia nacional», ha apuntado el líder del PSOE, que además ha destacado que nadie del PP mencionara a Mazón ni se preguntara dónde estuvo en aquellas horas en que estaba sin ser encontrado mientras se inundaba l’Horta Sud.

Frente a las críticas del presidente de Vox, Santiago Abascal, quien ha lanzado una cascada de descalificaciones a Sánchez y asegurado que lo que ha fallado es el Estado autonómico y descentralizado, Sánchez le ha respondido que es un «traidor» que «alimenta el odio con la gasolina de la desinformación». Y por el discurso de uno de sus portavoces ayer en el hemiciclo en el que hizo una directa apología del franquismo, Patxi López en su turno ha expresado que tiene «desprecio» por el grupo de la ultraderecha.

Críticas de socios

En tanto, la portavoz de Sumar, quien acaba de asumir su nuevo cargo, ha embestido contra Mazón pidiendo su dimisión (algo que el PSOE no ha hecho en ninguna intervención) y ha esbozado críticas a su socio de Moncloa, argumentando que frente a la crisis climática no es momento para expandir el Port de València ni de Barcelona y ha reclamado reforzar «el escudo social y el escudo climático».

Sumar ha dividido su tiempo en el estrado para que los valencianistas de Compromís puedan tener su momento. La diputada Agueda Micó ha criticado a Sánchez por la ausencia de los servicios públicos del Estado los primeros días. «La maquinaria y los efectivos estaban esperando el permiso de Mazón, de la persona que estaba de comida y sobremesa mientras los valencianos se ahogaban. El gran error fue dejar a Mazón al mando de esta emergencia cuando ya estaba probada su incompetencia», ha recalcado. Además, ha exhortado al PSOE a que impulse una moción de censura para echar al PP y «devolver la dignidad» a la presidencia de la Generalitat.

A su turno, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha pedido a Sánchez «un análisis de transparencia para ver los errores que se hayan podido cometer» y ha lamentado las «llamadas a la recentralización, a izquierda y derecha», a la vez que ha llamado a defender el «autogobierno, también cuando supone una gran responsabilidad».

También en ese sentido se ha pronunciado Aitor Esteban (PNV), quien ha dicho que la prioridad de su formación es defender el autogobierno y ha puesto en duda el apoyo a los decretos para la ayuda a València si vienen acompañados de otras medidas que no tengan que ver con ello, como «leyes omnibus tipicas de fin de año» o si se quiere englobar todo colando allí el impuesto a las energéticas. 

La portavoz de Podemos, Ione Belarra, ha tachado de «asqueroso» el discurso de Feijóo y ha afeado a Sánchez sus pactos con el PP y ha añadido que no será bueno para los valencianos que las soluciones «se cierren en el bipartidismo», por lo que ha pedido que la Generalitat de Mazón «no toque un euro» de los fondos de reconstrucción porque según su visión irán a parar «a los amigos del PP», ya que varias de las empresas beneficiarias estaban vinculadas con la trama Gürtel.

Por parte de ERC, Gabriel Rufián no se ha referido casi a la DANA, sino que ha vuelto a insistir en que en el hemiciclo existe una «mayoría de derechas» que todavía no se ha expresado en una moción de censura, pero ya lo hace «por bajini» en algunas proposiciones, y ha advertido por la «maquinaria judicial y mediática terrible» que tiene la derecha.

También se ha permitido un párrafo para sus rivales de Junts ha afeado al diputado posconvergent Josep Cruset por cuestionarle que negocian con el PSOE «a cambio de nada» y que él no habla en catalán en sus discursos, y le ha respondido con sarcasmo: «Yo recordaré todas las veces que en un catalán perfecto ustedes votan con PP y Vox».

En una jornada en la que las palabras ‘bulos’, ‘mentiras’ y ‘fake news’ sembraron casi todos los discursos en el hemiciclo, Aizpurua ha recordado a Sánchez la necesidad de luchar contra ellos con «medidas concretas» y, mirándolo, le ha preguntado: «El plan de regeneración democrática que usted presentó. ¿Dónde está?».  Por ahora los proyectos al respecto brillan por su ausencia y el Gobierno central tiene un solo objetivo prioritario, luego que pasen los congresos del PSOE y Esquerra Republicana este fin de semana: los presupuestos 2025.