Si uno atiende a la clasificación liguera, el derbi que Deportivo Alavés y Athletic han de disputar este domingo en Mendizorrotza a las 16.15 debe ser un trago muy duro para el técnico del Glorioso Eduardo ‘Chacho’ Coudet, que vivirá un bautismo de fuego en toda regla en su campo frente a un rival que encadena 12 partidos sin perder y sumando la victoria en sus seis últimos envites. Ni siquiera el punto arrancado a sangre y fuego de El Sadar, en su estreno como técnico albiazul, supone una garantía para el preparador argentino y su equipo, pero como todo el mundo sabe, un derbi es distinto por definición.

De tal forma que ni los 32 puntos –con un partido más– que en estos momentos suma el cuadro rojiblanco ni los 15 que ha acumulado hasta la fecha el Deportivo Alavés van a decidir por sí solos la suerte del encuentro de Mendizorrotza. Será el desempeño de los que se vayan a batir el cobre el césped, su buen hacer a lo largo de los más de 90 minutos y el acierto en las áreas propias y contrarias. Y nada más.

En ese sentido, Coudet, que conoce de primera mano los derbis entre Racing e Independiente de Avellaneda, o los que vivió ante el Deportivo de A Coruña en su etapa en el Celta, ha mostrado clarividencia al definir que «los derbis generan otra cosa por cómo se vive y cómo sale uno al campo».

Sustituto a la carrera del legado de Luis García Plaza, el técnico argentino es consciente de que «cuando toca llegar a un equipo en marcha los tiempos son cortos. Por eso no quiero marear a los jugadores con mucha información».

«Intento dar confianza a todos los jugadores que tenemos y darles las mismas explicaciones y la misma calidad de entrenamientos. Voy a intentar poner a los que mejor estén y se adapten en cada partido», ha explicado, mostrándose «contento y con muchas expectativas» a partir del duelo de este domingo.

Más allá del esquema estratégico que adopte, Coudet ha explicado que «hay cinco jugadores ofensivos en el campo de juego», pero con lo que no negocia es con el sacrificio y la solidaridad que deben tener sus jugadores. Por eso ha subrayado que que «para juntar mucha gente ofensiva se necesita correr y sacrificarse».

Nada de vértigo

En lo que respecta al Athletic, las contusiones que padecieron Nico Williams y Yeray Álvarez en la rodilla derecha en el encuentro de la Europa League contra el Fenerbahçe era la principal sombra que se cernía sobre Ernesto Valverde. En rigor, todavía cualquiera de los dos pueden estar entre los descartados, pero en la lista de 24 jugadores que ha facilitado el entrenador rojiblanco –los mismos que viajaron a Turquía excepto el guardameta Padilla–, tanto el menor de los hermanos Willaims como el central de Barakaldo tienen un hueco.

«Están bien. Han hecho el entrenamiento completo y esperemos que mañana –por el domingo– estén un poco mejor», ha señalado Valverde en la rueda de prensa previa al derbi de Mendizorrotza. Por ende, el técnico de los leones solo cuenta con la baja confirmada de Ander Herrera, mientras que Coudet solo asume el descarte forzado de Benavídez.

Con el equipo lanzado por juego y resultados, Ernesto Valverde intenta, como casi siempre, templar gaitas, a sabiendas de que las rachas, incluso las más largas, tocan a su fin. «Si hay una certeza clara en el fútbol es que algún día vas a perder y nosotros queremos retrasar ese día. De lo que se tata es de centrarnos en lo nuestro, no de dónde venimos ni a dónde debemos ir», ha declarado el de Viandar De la Vera.

Lo que sí tiene claro es que esta buena andadura de sus jugadores produce «ilusión» en sugrupo, pero ningún «vertigo» ni mal de altura asociado a su buena ubicación clasificatoria, menos aún en la víspera de un derbi.

«Son dos derbis fuera –Osasuna espera la semana que viene– y sabemos lo que significan: la motivación de los rivales y la nuestra. Si podemos extender esta dinámica mucho mejor», ha incidido el técnico bilbaino quien considera al Alavés como un equipo «y una afición que está detrás con recursos para poder ganar este partido».

No ha querido entrar a valorar Ernesto Valverde el cambio en el banquillo albiazul, si bien ha confesado que no le gusta «normalizar» este tipo de situaciones y «siempre que cesan a un entrenador es una sorpresa en cierta medida».

«Lo que hace un entrenador se ve con el paso del tempo. Han sido dos partidos, el de Copa y la liga, y los jugadores son los mismos. No es mucho tiempo y supongo que habrá mecanismos parecidos aunque sí veo que hay algunas cosas diferentes y que ha cambiado algún jugador», ha detallado sobre la llegada de Eduardo ‘Chacho’ Coudet.