Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Osasuna y Athletic, dos conjuntos casi imbatibles a los que de poco les sirve empatar

Osasuna y Athletic se ven las caras –El Sadar, sábado, 18.30, DAZN– con la vitola de ser dos conjuntos casi imbatibles, pero a los que de poco les sirve empatar para mantenerse en la zona noble, de ahí que se espere un derbi abierto y a la búsqueda de los tres puntos.

Moncayola y Galarreta pelean por un balón en el último derbi disputado en El Sadar.
Moncayola y Galarreta pelean por un balón en el último derbi disputado en El Sadar. (Idoia ZABALETA | FOKU)

El baluarte de El Sadar contra la racha rojiblanca. Cada uno a su manera, Osasuna y Athletic llegan al derbi como dos conjuntos casi imbatibles –en su casa, en el caso de los rojillos– y a los que no les sirve de mucho empatar –resultado que se suele atribuir a este tipo de partidos– si quieren ambos mantenerse en la zona noble.

Octavo contra cuarto, los anfitriones solo han perdido un encuentro en propio estadio –contra el Betis–, una rocosidad que intentará romper la escuadra vizcaina, que aterriza en Iruñea con una estadística temible: 13 encuentros sin perder, de los cuales nueve han sido victorias.

Y un historial reciente de duelos directos en el feudo navarro –dos triunfos para cada uno– que tampoco da muchas pistas de por dónde va a discurrir el duelo, aunque seguro que no va a ser sosegado, por lo que se ha podido ver de ambas escuadras hasta este casi ecuador liguero.

Osasuna llega más mermado al encuentro. Su técnico, Vicente Moreno, no podrá contar ni con los lesionados Bryan y Nacho Vidal, ni, sobre todo, con el sancionado Catena, pieza imprescindible en el eje de la zaga encarnada. Su más que probable sustituto será Herrando, quien hará dupla con Boyomo, cuyo fichaje ha mermado precisamente la participación del de Campanas.

El Athletic, por contra, llega con todos sus efectivos, demostración palpable de que la dinámica de Ernesto Valverde de aplicar continuas rotaciones le está funcionando a la perfección. Esa apuesta por tanto dinamismo en el once hace complicado conocer cuál saltará a El Sadar, empezando por la portería, donde se han dado alternancias en los últimos choques.

Más fácil parece acertar el equipo titular local, pues Moreno es partidario justo de lo contrario: no tocar lo que funciona. Solo está por ver si repetirá con la fórmula de dos arietes que puso en práctica ante el Espanyol –no le dio mucho rédito– o si preferirá meterle hormigón a la medular para frenar la velocidad rojiblanca.

Un derbi con importante presencia navarra por ambos bandos, lo que le da un carácter todavía más especial, como lo han corroborado en los días previos algunos de los que serán actores principales en el partido, caso de Beñat Prados.

«Rival idóneo»

No asusta en el entorno rojillo la visita. «Es el rival idóneo para cerrar el 2024, viviendo un partido bonito en familia. Echar el cierre dándole valor a lo hecho en años anteriores y en los últimos meses. Ponerle ese broche ganando a un equipo que entiendo que pone a todo el mundo», ha indicado Moreno.

Y apoyándose en la afición. «Jugamos en El Sadar, eso es un plus que tenemos que aprovechar y que vamos a necesitar. Desde que estoy aquí, cuando empujamos todos y vamos de la mano, somos un equipo fuerte que vamos a poner las cosas muy difíciles», ha alertado.

Además de deshacerse en elogios hacia un Athletic que es el equipo «que mejor hace las distintas fases del juego durante más tiempo. Esto te dice el nivel y la dificultad. Sé que son un rival de nivel, pero nosotros también lo somos cuando estamos bien».

Un partido en el que hay que ponerle el plus del sentimiento –«no concibo el fútbol sin esa parte»–, pero también «con la cabeza. En la vida hay que ponerle dosis de inteligencia, equilibrio y no equivocarte».

En parecidos términos se ha expresado Valverde, tras pedir «corazón, pero también controlarse» a los suyos ante un contrinctante «que esta temporada lo está haciendo bien, en puestos europeos y que en casa solo ha perdido con el Betis», ha recordado.

Y con la idea de acabar bien el año. «Hay que ser sincero, no tenía duda de que quiere amargarme la Navidad. Más o menos como yo a él», ha indicado sobre su homólogo en el banco rojillo.

«Es un derbi y hay que estar puestos para ese partido. Es un partido especial de la temporada, como lo será el de la vuelta en San Mames, y queremos irnos de vacaciones con un buen sabor de boca», ha insistido.

Ha admitido, finalmente, que a su equipo no le gustó el empate en Mendizorrotza. «Es buen síntoma que estuviéramos un poco pesarosos, pero son cosas que pueden pasar porque no terminamos de cerrar el partido», ha apuntado.