Arnaitz Gorriti
Kirol-erredaktorea, saskibaloian espezializatua / redactor deportivo, especialista de Baloncesto

IDK Euskotren no compite ni un segundo y regresa de La Fonteta con una paliza (81-49)

Las de Azu Muguruza no han sido rival ante un Valencia Basket que se ha llevado el partido aplazado del 1 de noviembre desde el salto inicial. Con Mavunga sumando 27 puntos y 41 de valoración, el duelo ha quedado sentenciado con el 23-8 del primer cuarto.

Rosó Buch fue de lo poco salvable de IDK Euskotren en Valencia.
Rosó Buch fue de lo poco salvable de IDK Euskotren en Valencia. (Jon URBE | FOKU)

VALENCIA BASKET 81 - IDK EUSKOTREN 49

El partido aplazado del 1 de noviembre que IDK Euskotren debía disputar ante Valencia Basket no ha dejado de ser el amargo trámite que, quien más quien menos, se podía intuir. A pesar de que la rotación efectiva taronja ha sido de ocho jugadoras, las de Rubén Burgos han dominado el encuentro de cabo a rabo.

No ha habido partido, en realidad, como se ha visto con el 23-8 que ha finalizado el primer cuarto. Mavunga ha empezado su particular show –27 puntos y 12 rebotes, para una valoración de 41–, escoltada por Vitola, y excepto Lola Pendande, ninguna de las jugadoras donostiarra ha dado el nivel. La agresividad mostrada por el cuadro taronja ha sido muy superior al de un IDK Euskotren que ha perdido los cuatro cuartos y ha sido muy inferior en todos ellos, excepto en el tercero.

El único conato de reacción guipuzcoano ha llegado en el tercer acto, luego de haber llegado al descanso con un 44-23 adverso. Rosó Buch ha encontrado el acierto en el triple y Niyah Becker ha sabido escoltarla con su poder penetrador. Sin embargo, a la orfandad anotadora donostiarra se le ha sumado que han perdido 19 balones y su rival, por contra, amen de robar 12 balones, ha aprovechado su verticalidad al máximo, anotando sus 20 tiros libres.

En resumen, esta paliza supone, por si había alguna duda, que IDK Euskotren no va a jugar la Copa y que definitivamente, cerrará la primera vuelta de esta Liga Femenina Endesa mirando fijamente los puestos de descenso, puestos a los que aventaja por una ventaja, pero con un basket average horroroso.

Largo fin de año

El duelo de La Fonteta sirve para inaugurar el largo fin de semana –más bien fin de año– en el que los representantes vascos de la Liga ACB y la Liga Femenina Endesa irán jugando sus respectivos duelos entre el sábado y el lunes.

Así, Surne Bilbao Basket se presenta en la pista de Leyma Coruña a las 18.00 con la intención de dar continuidad al triunfo cosechado el pasado fin de semana frente a Manresa. Los hombres de negro se presentan sin Kullamae ni Xavi Rabaseda, ambos de baja por lesión, amén de haber tenido a Zoran Dragic con problemas físicos a lo largo de la semana, aunque no por ello dejará de jugar.

Los dos equipos forman parte del grupo de clubes con cuatro triunfos, empatados a su vez con Granada y Breogán, equipo este que ocupa la penúltima plaza liguera en estos instantes. Por tanto, no es de extrañar que Jaume Ponsarnau clasificase de «clave» este partido en suelo coruñés, toda vez que la victoria daría aire en la clasificación al equipo vencedor, amén de haber superado a un rival directo.

El largo fin de semana tendrá un partido femenino y otro masculino. Así, a las 12.00 el polideportivo Arrosadia vivirá el primer derbi de este fin de año entre Ardoi y Kutxabank Araski. Los dos equipos están empatados a tres victorias, de forma que quien se imponga tomará oxígeno para alejarse de la zona de descenso de la Liga Femenina Endesa.

A partir de las 17.00, Saski Baskonia se las verá en la cancha de Manresa, un rival con un triunfo más que los gasteiztarras, erigido en rival directo para aclarar las escasas opciones de Copa de la entidad baskonista.

El largo fin de semana terminará la tarde del lunes: a las 19.00 en el Josean Gasca para acoger el derbi entre IDK Euskotren y Lointek Gernika Bizkaia. si bien a priori debiera ser un encuentro con dos equipos con parecidos objetivos, lo cierto es que las gernikarras quieren certificar su presencia en la Copa y las donostiarras miran más hacia la parte baja que al Top 8 clasificatorio.