«La mujer india está muy condicionada por la tradición»
Nacida en Mumbai en 1986, se dio a conocer con ‘Afternoon Clouds’ (2017) en Cannes. El certamen ha sido el responsable de lanzarla internacionalmente con el Gran Premio del Jurado que obtuvo en 2023 su película ‘La luz que imaginamos’, film que le ha valido una doble nominación a los Globos de Oro.

Bajo un título que rezuma poesía, la última obra de la cineasta india (que, según muchos, podría dar la sorpresa este año en las nominaciones al Oscar), nos narra una historia de acercamiento, el que se da entre dos mujeres que trabajan como enfermeras en un hospital de Mumbai. Prabha y Anu representan dos perfiles de distintas generaciones que, sin embargo, comparten la imposibilidad de gozar de una vida afectiva plena, producto de las servidumbres patriarcales que han de afrontar las mujeres en la India.
«La luz que imaginamos» arranca con un retrato de Mumbai donde deja traslucir una mirada de amor/odio hacia la ciudad, ¿en qué medida este escenario le inspiró la historia del film?
Bueno, es que yo nací en Mumbai, como tal, se trata de una ciudad que conozco bien y que me genera sensaciones contradictorias. Hay muchas cosas en ella que detesto, pero, a la vez, es una ciudad a la que no puedo dejar de amar. En esa primera secuencia que comentas me interesaba, sobre todo, reflejar el carácter plural de una ciudad que ha ido definiendo su identidad a partir de la llegada de inmigrantes procedentes de todo el país. Si te fijas, se hablan diferentes idiomas a lo largo del film y me apetecía explorar ese crisol de culturas que es Mumbai, sobre todo en lo referente a la posición que las mujeres ocupan dentro del mismo. Puede que la historia de “La luz que imaginamos” funcionara igual en cualquier otra ciudad, pero yo no habría sabido contarla fuera de Mumbai.
Las dos protagonistas son dos mujeres de distinta edad y condición con puntos de vista diferentes, ¿en qué medida diría que el tema central de su película son las tensiones generacionales?
Me interesaba confrontar no solo las diferencias generacionales entre ambas, también aquellas que emanan del tipo de relación sentimental que cada una de ellas mantiene. Prabha, la más mayor, ve condicionado su día a día por un marido ausente al que hace años que no ve. Anu, la más joven, vive una historia de amor con un chico musulmán que le obliga a citarse a escondidas. Lo que ambas tienen en común, pues es la imposibilidad para amar.
«Me apetecía explorar ese crisol de culturas que es Mumbai, sobre todo en lo referente a la posición que las mujeres ocupan dentro del mismo»
De hecho, todas las mujeres que aparecen en la película, por distintas razones, son seres emocionalmente incompletos, a ninguna de ellas se le permite mostrar plenamente sus sentimientos.
Estoy de acuerdo y justamente fue ese sentimiento de frustración el que me inspiró la película. La India es un país que permite a sus mujeres emanciparse muy jóvenes, les reconoce autonomía económica y reciben una educación donde tienen acceso a todas las teorías feministas occidentales. Pero, luego, cuando llega la hora de elegir pareja, de establecer vínculos afectivos, toda esa libertad se desvanece y la mujer india está muy condicionada por la tradición y por la familia.
Si eso ocurre en entornos urbanos y cosmopolitas como el que usted retrata en su película, no me quiero imaginar cuál será la situación de la mujer en otros contextos.
Si hablamos de políticas de igualdad, a la India aún le falta mucho camino por recorrer. En los últimos años, sin embargo, el país ha experimentado un progreso económico y social, sin que dicho progreso nos haya hecho renunciar a nuestra cultura, a nuestra tradición o a nuestros valores. Y siendo esto positivo, la verdad es que, en el fondo, no deja de fastidiarme el hecho de que la defensa de esos valores se cargue sistemáticamente sobre los hombros de nosotras, las mujeres. Parece como si los hombres tuvieran mucho más margen para comportarse de un modo alejado de nuestras tradiciones. En todo caso, no son tan cuestionados como nosotras.

Volviendo a las dos protagonistas del film, ¿por qué cree que a la enfermera Prabha le cuesta tanto hablar de sus emociones? ¿Cree que esa dificultad es una de las principales diferencias entre las mujeres de su edad y las nuevas generaciones?
Prabha es un ejemplo claro de mujer que, a pesar de mostrarse autosuficiente, ha llegado a interiorizar la cultura del patriarcado de tal manera que resulta víctima de sus propios prejuicios y de una manera de ver el mundo que, sin ser ella consciente, termina por autolesionarla. Prabha es una mujer que necesita exorcizar sus propios demonios y la relación que mantiene con Anu la lleva un poco a eso. A mí es uno de los temas que más me apetecía abordar con esta película, mostrar hasta qué punto puede ser dañino asumir un sistema de valores como el del patriarcado sin apenas discutirlo.
«Es uno de los temas que más me apetecía abordar con esta película: mostrar hasta qué punto puede ser dañino asumir un sistema de valores como el del patriarcado sin apenas discutirlo»
Sin embargo, a pesar de esas diferencias generacionales, Prabha y Anu se parecen más de lo que ambas desearían.
Para mí pueden, incluso, ser percibidas como la misma mujer a distintas edades, antes y después de perder las ilusiones. Ambos personajes representan una cronología de la mujer india.
Hay otros temas interesantes que subyacen en la película, como la situación de la sanidad y de los servicios públicos en un país como la India, ¿por qué decidió que las dos protagonistas fueran enfermeras?
Un hospital es el lugar idóneo desde el que hablar sobre la estratificación social que existe en la India, pues en él entran e interactúan personas de diferente raza, condición y estatus. Me parecía muy interesante servirme de un espacio como ese microcosmos y por eso quise que mis dos protagonistas fueran enfermeras. Aparte, eso también me permitía hablar de diferentes problemáticas sociales que existen en mi país sin desviarme de la trama principal de la película.
Otro tema que asoma en «La luz que imaginamos» es el de la gentrificación y cómo los nuevos desarrollos urbanísticos están expulsando a la gente del centro de las ciudades.
Una ciudad como Mumbai tiene un crecimiento limitado, ya que no hay suficiente terreno para acoger nuevos desarrollos urbanísticos y, sin embargo, la población no para de crecer. Esto, que ya de por sí constituye un problema, se ha visto agravado en los últimos años por la especulación que ha llevado a zonas tradicionalmente industriales a ser reconvertidas en centros de ocio. Eso ha conllevado, a su vez, un cambio demográfico, ya que la gente que tradicionalmente vivía en esos emplazamientos, que era gente obrera, se ha visto expulsada de ellos ante las nuevas construcciones y los nuevos edificios que acogen un perfil de población más elitista que no quiere compartir su espacio residencial con personas de condición inferior. Con lo cual, la gente trabajadora se ha visto obligada a irse a vivir fuera de la ciudad, pero sus centros de trabajo siguen estando en la ciudad, y eso es lo que muestro en la película, personas que se chupan dos horas de tren para ir a sus puestos de trabajo y cuya vida se consume en un ir y venir sin tener tiempo para dedicárselo a sí mismos.

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