
El Gobierno de Gaza alertó a la población de la Franja para que mantenga la máxima cautela ante el aumento de los ataques de Israel cuando el acuerdo del alto el fuego parece estar cada vez más cerca. «Experiencias anteriores nos confirman que la ocupación no duda en cometer masacres y crímenes contra nuestro pueblo palestino incluso cuando se habla de un alto el fuego, explotando este período para infligir la mayor cantidad de daños y pérdidas», alertó el Ejecutivo.
Por ello, recomendó precaución durante los desplazamientos y evitar concentraciones que puedan convertirse en objetivo de las bombas.
A la vez que todas las partes confirman que las conversaciones para el alto fuego han llegado en un momento crucial, Israel ha aumentado sus ataques en las últimas horas. A lo largo del lunes, mató al menos a 61 personas, cuando en las últimas jornadas las cifras de fallecidos que el Ministerio de Sanidad pudo contabilizar oscilaban entre las 20 y las 30. Ayer a mediodía ya había matado a otras 33 personas, doce de ellas en Jan Yunis. Apenas dos días antes de que comenzara la tregua de 2003 los ataques del Ejército acabaron en una jornada con más de 100 personas.
Entre los fallecidos se encuentra el periodista Muhamad Bashir al-Talmis, editor de la agencia de noticias Safa. Con él, el Ejército israelí ha matado ya a 204 informadores que se encargan de contarle al mundo la pesadilla diaria de Gaza.
La población palestina vive entre un optimismo muy cauteloso y el temor a que el alto el fuego no se materialice como ya ha ocurrido en varias ocasiones. Qatar, que ejerce de mediador, señaló que se firmará pronto, mientras Hamas pidió detalles y mapas sobre la retirada de las tropas israelíes.
BLINKEN ENTREGA SU PLAN AL GOBIERNO DE TRUMP
Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró que «la pelota está ahora en el tejado de Hamas», y se mostró convencido de que habrá una tregua «en los términos que propuso el presidente Biden en mayo pasado», aunque no pudo precisar si se cerrará antes de la investidura de Donald Trump, el próximo 20 de enero.
Blinken acusó a Hamas de haber jugado «un papel de saboteador» a pesar de que ha sido Israel el que ha ido cambiando los textos con condiciones añadidas para evitar alcanzar un alto el fuego, como hizo precisamente con el plan de Biden.
Ayer mismo, su ministro de Seguridad Nacional, el ultra Itamar Ben Gvir, rechazó el inminente acuerdo de tregua jactándose de que en el pasado ha intervenido en varias ocasiones para bloquear un pacto de este tipo, que conllevaría la liberación de los prisioneros israelíes.
«El acuerdo que está surgiendo es terrible. Incluye la liberación de cientos de terroristas de las cárceles, el regreso de los habitantes de Gaza, incluidos miles de terroristas, al norte de la Franja y la retirada del Ejército del corredor de Netzarim», lamentó.
El ministro confirmó que durante el último año ha usado su poder en la coalición gubernamental para impedir «una y otra vez» un acuerdo de liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego, lo que provocó el reproche de la oposición y de los familiares de los cautivos.
Ben Gvir amenaza con retirar a su partido de la coalición y pidió al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que también dé ese paso. Smotrich rechaza el pacto, pero Netanyahu espera que permanezca en la coalición y garantice su continuidad. Por otra parte, más que a Hamas, la última negociación apunta a la responsabilidad de EEUU, que ha decidido ejercer una presión efectiva sobre Israel solo cuando ha necesitado algún resultado, evidenciando que podía haber parado el genocidio mucho antes.
Así, tanto los equipos del actual presidente, Joe Biden, como los de su sucesor, Donald Trump, participan en las conversaciones para rentabilizar el posible pacto -como «legado» que tape la complicidad del primero en el genocidio o como propaganda de su «eficacia», en el caso del segundo-.
Blinken entregará a la Administración de Trump un plan para Gaza que incluye la reunificación con Cisjordania bajo un Gobierno «apoyado por la comunidad internacional». La propuesta tropieza con el mismo problema en el que se empeñan los aliados de Israel, eludir la voluntad de los palestinos y encargar a la desprestigiada y corrupta Autoridad Palestina «un Gobierno interino». Estaría tutelado por «una misión de seguridad» que evite que Hamas recomponga su poder y en la que participarían varios Estados extranjeros, socios de EEUU, que desplegarían tropas y policías.
Cuatro proyectiles desde Yemen
Los huthíes de Yemen reivindicaron ayer el lanzamiento de dos nuevos misiles contra Israel. El portavoz militar huthí, Yehya Sarea, anunció que un primer misil hipersónico tuvo como blanco el Ministerio de Defensa israelí en Tel Aviv y aseguró que alcanzó su objetivo sin que los sistemas israelíes lograran interceptarlo. Poco después, anunció otro lanzamiento contra una central eléctrica en el sur de Israel, el segundo ataque en la jornada, con lo que ya eran cuatro las operaciones militares con misiles y drones lanzadas desde Yemen contra Israel en doce horas. Los huthíes asumieron el lunes dos ataques con un misil balístico hipersónico y cuatro drones contra objetivos en Tel Aviv. El Ejército israelí, por su parte, aseguró que el primer proyectil de ayer «probablemente» fue interceptado. Sus restos cayeron sobre una vivienda en localidad de Mevo Beitar, unos 10 kilómetros al suroeste de Jerusalén y la metralla en zonas de Tzur Hadasa, así como en las inmediaciones de la colonia de Betar Illit, en Cisjordania.
El portavoz huthí insistió en que Yemen intensificará estas operaciones en apoyo al pueblo palestino «cualesquiera que sean las consecuencias, hasta que cese la agresión y se levante el asedio del enemigo israelí sobre la Franja de Gaza».
Salam promete extender la autoridad del Estado
«Debemos imponer una retirada total (de Israel) hasta la última pulgada de nuestros territorios ocupados y extender la autoridad del Estado con sus propias fuerzas, de acuerdo con lo que fue estipulado en el Acuerdo de Taif», afirmó el nuevo primer ministro de Líbano, Nawaf Salam, nombrado el lunes y que se encuentra ya en el país. El Acuerdo de Taif al que se refirió Salam puso fin a la guerra civil entre 1975 y 1990, y contemplaba el desarme de todas las milicias nacionales. Hizbulah fue el único movimiento que continuó con sus actividades militares.
Además de extender la autoridad del Estado, Saif prometió trabajar de forma «seria» para implementar todas las cláusulas del acuerdo de cese el fuego con Israel, que expira dentro de dos semanas. El acuerdo de 60 días, que puede ser renovado por otros dos meses, estipula un repliegue de las tropas israelíes de las áreas libanesas ocupadas durante su ofensiva. Por parte de Líbano, requiere la salida de Hizbulah de la franja fronteriza y su sustitución por un refuerzo del Ejército libanés para garantizar que no haya armas en manos de actores no estatales en esa región. Desde su firma, Israel ha vulnerado el acuerdo en decenas de ocasiones con bombardeos sobre territorio libanés.
El nuevo primer ministro reconoció que uno los mayores desafíos de su mandato será la reconstrucción de las zonas golpeadas por la intensa campaña área israelí lanzada contra el país entre los pasados septiembre y noviembre. También prometió «desarrollar un programa integrado para construir una economía moderna y productiva que proporcione oportunidades laborales a las próximas generaciones», en un país que vive aún en una profunda crisis económica y social.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) confirmó la dimisión de Salam como presidente de la institución, cargo que ostentaba desde el pasado 6 de febrero.

Euskal Herriko Osborneren azken zezena lurrera bota du Ernaik

Ertzainas del ‘caso Zabarte’ dicen que los proyectiles prohibidos «se les cayeron de una bolsa»

Bazofia sintética disfrazada de noticia para hacer política facha

Un temblor de magnitud 4 con epicentro en Iruña Oka se deja sentir en buena parte de Araba

