Madotz es uno de los dieciséis pueblos navarros que conforman el valle de Larraun, pero tiene algunas particularidades. Es uno de los menos poblados (no llega a veinte habitantes censados), es el más alto junto a Oderitz (750 metros) y el que más al sur de la comarca se encuentra, cerca ya de Arakil, en el valle de Sakana.

Es en este pequeño pueblo y, en concreto, en la casa Perkatzenea, donde la pareja formada por los tafalleses Joseba Rubio y Montse Armendariz han montado una sidrería, un proyecto al que comenzaron a dar vueltas en 2020.

«Nosotros siempre queríamos vivir en un caserío, pero también teníamos claro que para poder hacerlo necesitábamos compaginarlo con una actividad económica. Y el de la sidra es un sector que nos gusta, además de que tenemos amigos que trabajan en él, que en definitiva son quienes nos han animado a iniciar el proyecto», explica Joseba Rubio.

Ninguno de los dos procede del mundo de la sidra ni del caserío. «Yo he sido fontanero y Montse viene de la hostelería, por tanto, ella sí que tiene algo más de relación con lo que vamos a hacer ahora», señala Joseba. Aunque a juzgar por las obras en las que estaban enfrascados en el momento de realizar la entrevista, no cabe duda de que ser fontanero les ha ayudado, y mucho, a la hora de montar las instalaciones que requiere un establecimiento de este tipo.

A pesar de no provenir del sector sidrero, tanto Montse como Joseba han sido grandes aficionados, hasta tal punto que hace unos años comenzaron con el cultivo de manzana en Sartaguda, que vendían a los productores de sidra. Cuando surgió la casa de Madotz, decidieron iniciar aquí la producción de manzana y la elaboración de sidra, en una prensa hidráulica que instalaron en un edificio anexo al caserón.

Y después de tres años, es cuando se han lanzado a montar la sidrería, que ocupa todo el bajo del caserío. Por un lado, han instalado la cocina con su parrilla, y por otro, un amplio comedor con kupelas de madera y capacidad para 80 comensales. Su intención es mantener la sidrería abierta no solo la temporada del txotx, también durante el verano, aunque Montse reconoce que en época de recogida de manzana tendrán que cerrar durante algunas semanas.

MENÚ CON TOQUE NAVARRO

En cuanto al menú que van a ofrecer en el comedor, explican que estará basado en el tradicional de sidrería, «aunque tendrá un toque navarro». Así, además del chorizo y la tortilla de bacalao, tienen previsto ofrecer un bacalao ajoarriero, que se suma a la chuleta y al postre, compuesto por queso, nueces y membrillo. La sidra que se podrá degustar en Perkatzenea está elaborada en su mayor parte con manzana de su propiedad.

De hecho, en los manzanos de Madotz cultivan unas ocho variedades de manzana diferentes, cuatro de ellas autóctonas que se encontraban en riesgo de extinción y que esperan entren en producción este mismo año. Tal y como explican sus responsables, la producción de fruta supera los 24.000 litros que pueden elaborar en sus instalaciones, por lo que también venden manzana a todo aquel que lo necesite.

En cuanto a la cosecha de este año, ha sido muy escasa, al igual que ha sucedido en el resto de Nafarroa y de Euskal Herria, debido a la vecería, aunque Montse y Joseba no han tenido necesidad de traerla de fuera, ya que este año todavía se han surtido de los manzanales de Sartaguda, una zona en la que, según explican, no afecta tanto la vecería y todos los años tienen muy buena producción.

A esta sidrería le ha correspondido este año realizar la apertura oficial de la temporada navarra, un acto que tenía lugar este mismo jueves. Así pues, la sidrería Perkatzenea de Madotz viene a sumarse a las otras cuatro que funcionan actualmente en Nafarroa: Toki-Alai de Lekunberri, Martitxonea de Aldatz, Linddurrenborda de Lesaka y Larraldea de Lekarotz, que recuperó su actividad el pasado año de la mano de un grupo de jóvenes del valle de Baztan.