Adam Elliot nos sorprendió en el 2009 con la maravillosa ‘Mary and Max’, una película de animación stop-motion que nos cautivó por su profunda sensibilidad y su manejo de temas complejos.

Quince años después, regresa con una obra de arte y presenta ‘Memorias de un caracol’.

Australia, años 70. La película es una conmovedora, sentida e hilarante crónica de la vida de Grace Pudel, una solitaria e inadaptada niña aficionada a coleccionar figuras decorativas de caracoles y con un amor profundo por las novelas románticas. La muerte de su padre cuando tan solo es una niña, la lleva a separarse de su hermano gemelo Gilbert, hecho que la aboca a una espiral de ansiedad y angustia. Sin embargo, la esperanza vuelve a su vida cuando conoce a una excéntrica anciana llena de determinación y amor por la vida llamada Pinky, con la que entablará una larga amistad que le cambiará la vida para siempre.

La película cuenta con Sarah Snook, Kodi Smit-McPhee y Jacki Weaver en su elenco de voces protagonistas.

La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy de 2024 y también la pudimos ver en la sección ‘Perlak’ de Zinemaldia. Ha recibido infinidad de nominaciones y premios, entre los que destacan el de Mejor largometraje animación en los Globos de Oro y los Oscars.

La clayografía o claymation

Es una técnica de animación stop-motion que utiliza figuras modeladas con arcilla (o plastilina) para crear las imágenes en movimiento. Esta técnica se caracteriza por el uso de figuras que son manipuladas y fotografiadas fotograma por fotograma para dar la ilusión de movimiento.

La palabra ‘clayografía’ proviene de ‘clay’, que significa ‘arcilla’ en inglés, y ‘grafía’, que se refiere al proceso de crear imágenes o grabados. Es una forma de animación artesanal que requiere paciencia y precisión, ya que cada pequeño ajuste en la figura se debe fotografiar antes de realizar el siguiente movimiento.