El caprichoso calendario ha querido que Real y Osasuna se vean las caras dos veces en apenas cuatro días. Además, en sendos encuentros muy importantes. Los rojillos se llevaron el primero a su zurrón, tras vencer por 2-1 en El Sadar, pero los txuri-urdines disponen este jueves en Anoeta de la posibilidad de vengarse.

El premio es suculento: meterse en las semifinales coperas, el último peldaño para volver a Sevilla, una cita que en la que ambas escuadras vascas han sido protagonistas en los últimos años. El partido, sin un claro favorito, se inclinará hacia un lado u otro dependiendo de toda una serie de factores. Siete serán las claves más importantes.

1. Acierto en ambas áreas. La Real se quejó amargamente tras el envite en el estadio iruindarra de su falta de eficacia en los metros decisivos, una rémora que viene arrastrando en las últimas semanas y que ya le ha penalizado en la clasificación liguera. Osasuna, por su parte, tampoco ha estado muy fino a la hora de finiquitar sus duelos, pero sí que se ha mostrado atinado tanto en ataque como en defensa cuando ha tenido compromisos a vida o muerte, como sucedió en San Mamés. Sin duda, la eficiencia atrás y en el área rival será determinante.

2. Individualidades y pequeños detalles. A falta de un rendimiento coral, el destello de las individualidades de cada equipo puede marcar las diferencias en un tipo de eliminatoria en el que los pequeños detalles tendrán un valor excepcional. La recuperación del olfato goleador de Budimir y su conexión con Aimar, sumado al posible revulsivo de Bryan Zaragoza si es necesario, encarnan el aval ofensivo rojillo. El dominio que tenga Zubimendi en la sala de máquinas y la capacidad desequilibrante de Kubo en el uno contra uno son las cartas que maneja la Real para llevarse el choque.

3. Fortaleza mental. En un enfrentamiento de estas características no se puede sostener un nivel alto durante los 90 minutos, por lo que mantener la fortaleza mental en esos malos momentos resultará sustancial para no ser descabalgado por el rival. Osasuna lleva ventaja moral por haber ganado los últimos tres duelos a la Real, algo que el club navarro ha logrado por primera vez en su historia, pues los txuri-urdines tradicionalmente han sido dominadores en la estadística particular. Pero, como suele suceder, los registros están para romperlos.

4. Apoyo de la grada. Ahí el bloque guipuzcoano lleva clara ventaja. Aunque su última trayectoria de resultados ha supuesto ver muchos asientos vacíos en Anoeta en los encuentros más recientes, está claro que estos cuartos coperos son suficiente aliciente como para que los graderíos del estadio donostiarra se encuentren a rebosar. Ello supondrá un apoyo extra para los anfitriones, aunque los rojillos ya han demostrado que saben manejarse bien en ambientes poco favorables, como hicieron en San Mamés.

5. Capacidad física. Al ser a partido único y pronosticando que va a resultar equilibrada, existen muchos boletos para que la eliminatoria se prolongue más allá del tiempo reglamentario. En ese factible alargue extra va a resultar trascendental disponer de un pulmón extra para mantener presión, robos y marcajes. Quien mejor llegue físicamente a la contienda puede tener mucho ganado, gracias a ese plus en aquellos minutos en los que la falta de oxígeno suele nublar las ideas y dar pie a cometer errores imperdonables.

6. Fondo de armario. En esa misma línea, gozar de un fondo de armario de garantías para renovar el once cuando el cansancio comienza a asomar es otra cuestión clave que puede decantar el choque hacia uno u otro bando. En principio, todo apunta a que los dos equipos vascos van a poder contar con prácticamente todas sus plantillas, pero el paso de la temporada empieza a tener sus efectos y algunos futbolistas no llegarán en su plenitud física a un encuentro que nadie quiere perderse.

7. Penaltis y manejo de los porteros. El cruce puede acabar resolviéndose a los penaltis, si la igualdad es máxima hasta el pitido final. Los lanzamientos desde los once metros son una suerte habitual en el torneo del K.O. y el manejo de los porteros en esta faceta resultará trascendental. Tanto Imanol Alguacil como Vicente Moreno ya hicieron uso de sus guardametas titulares para octavos y nada hace pensar que vaya a ocurrir lo contrario este próximo jueves.