Olaf Scholz y Friedrich Merz afrontan la recta final electoral tras su primer duelo televisivo
El primero de dos duelos televisivos entre el canciller, Olaf Scholz, y el líder de la oposición, Friedrich Merz, asienta las bases para una eventual coalición de socialdemócratas y democristianos. Mientras, siguen las protestas contra el giro a la derecha de la política alemana.

El canciller en funciones, Olaf Scholz (SPD), salió con tres puntos de ventaja sobre su rival Friedrich Merz (CDU) del duelo que mantuvieron el domingo en televisión. Durante 90 minutos ambos respondieron a las preguntas de las periodistas Sandra Maischberger y Maybritt Illner, de los entes públicos ARD y ZDF, respectivamente. Unos 12 millones de espectadores siguieron un debate en el que Scholz y Merz se mostraron respetuosos, aunque no faltaron comentarios desagradables.
Al final Scholz salió victorioso porque supo subrayar su experiencia como jefe de Gobierno. Merz no cuenta con este valor a su favor porque nunca ha ejercido cargos ejecutivos, ni como ministro ni siquiera como alcalde. Este, sin embargo, ha sido el criterio de los partidos tradicionales para elegir a sus candidatos.
«Tengo la intención de ganar las elecciones. Y creo que ayer quedó demostrado. Puedo hacerlo», dijo ayer Scholz. Para lograrlo, el SPD endurece su política migratoria dentro del actual marco legal. Al mismo tiempo, se distancia de la CDU y de la AfD en esta materia, dando una «garantía» de quedarse en el centro político. Paralelamente, sigue sembrando la desconfianza en Merz insistiendo en que faltó a su palabra al permitir que la AfD votó con él en dos ocasiones. El SPD se ve respaldado por la multitudinarias manifestaciones contra la derechización del país que también este fin de semana reunieron a cientos de miles de personas.
La CDU sigue liderando las encuestas con el 30% de las simpatías del electorado, por delante del 20% de la AfD, y del 15% del SPD y de los Verdes.
Merz, a su vez, sigue ignorando a las protestas. «No hay absolutamente ninguna razón para que yo relativice, retracte o excuse nada», señaló antes de reunirse con su grupo parlamentario. Continuará reclamando medidas más duras contra los refugiados, unilaterales incluso y a pesar de que podrían vulnerar la legislación europea. Su estilo tiene tintes de trumpismo.
Aunque el SPD festeja el buen resultado de Scholz sobre Merz, el sondeo de la ZDF, publicado el viernes, muestra otro escenario. La CDU sigue liderando las encuestas con el 30% de las simpatías del electorado, por delante del 20% de la AfD. En tercer lugar se sitúan el SPD y los Verdes, con el 15% cada uno. Die Linke (La Izquierda) lograría un 6% que garantizaría su presencia en el Parlamento. Para ello, todos los partidos han de superar el 5% de los votos o conseguir al menos tres mandatos directos. Tanto para la escisión del Linke, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), como el Partido Liberal Democrático (FDP) obtendrían solo un 4%.
El Linke ha dado un salto cualitativo desde que la BSW fracasara votando con la CDU, AfD y FDP en favor de la propuesta de ley para endurecer la política migratoria. Además de sus problemas internos, el principal al que se enfrenta la BSW es que desde hace semanas las encuestas le dan menos del 5%. Recientemente, su líder, la exizquierdista Sahra Wagenknecht, ha vinculado su futuro político a la presencia de su formación en el Bundestag.
Mientras, los Verdes tienen de lidiar con la sospecha de que su candidato y vicecanciller en funciones, Robert Habeck, podría haber plagiado parte de su tesis doctoral. El FDP lo tiene más difícil porque Scholz y Merz dejaron claro que no le necesitan como socio.
Todo esto ocurre cuando desde la derecha se acusa a la televisión pública de haber llenado el auditorio con personas de perfil izquierdista en otro debate con AfD, BSW, FDP, Verdes, Linke y la aliada regional de la CDU, la CSU.

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