Tricia Tuttle abandonaba su cargo en la Escuela Nacional de Cine y Televisión británica (NFTS) para emprender una tarea titánica pero gratificante: dirigir el Festival de Berlín, punta de flecha indispensable en lo artístico dentro del top cinco certámenes de cine de categoría A (Cannes, Venecia, Sundance…). Claro, el mamotreto económico era previsible. Los tejemanejes institucionales detrás de la Berlinale, con su presupuesto de 34 millones de euros, habían «ahuyentado» al tándem anterior de directores, Mariette Rissenbeek y Carlo Chatrian. Pero Tuttle venía de motivar el crecimiento exponencial del Festival de Londres y ha sido una de las responsables del éxito reciente detrás de los premios del cine británico (BAFTA). Además, tiene experiencia en la lucha LGTBIQA+.

Alemania y el caldeo político

Dudo de si Tuttle anticipó la magnitud del oleaje político que arrancó durante los coletazos finales de la pasada edición y ha seguido en la antesala de este año, con un tiroteo de acusaciones alrededor de la neutralidad del festival con respecto al genocidio en Gaza. En breve: la Berlinale ponía una denuncia pública tras un hackeo antisemita en sus redes sociales, pero no contestaba a los ramalazos antipalestinos de varios miembros de las instituciones alemanas, entre ellos la Ministra de Cultura, Claudia Roth, y el alcalde, Kai Wegner. Además, cineastas como Abdallah al-Khatib (‘Little Palestinian Diary’) o Alan O'Gorman (‘Yellow Belt’) han retirado sus películas del certamen siguiendo la llamda al boicot de varios grupos propalestinos.

En todo caso, Tuttle ha insistido en su voluntad de que Berlinale sea casa de todas –sea eso más o menos cuestionable–, ha programado documentales afines a ambos bandos (la israelí ‘A Letter to David’ y la palestina ‘Yalla Parkour’) y ha instalado una sala de cristal justo al lado de la alfombra roja, adonde se llevará a cabo un programa de debates.

«Peliculitas»

Richard Linklater llega como el atractivo principal de la edición con la crónica a tiempo real ‘Blue Moon’, sobre el letrista responsable del mítico musical ‘Oklahoma’, Lorenz Hart. La cinta está protagonizada por Ethan Hawke, Margaret Qualley, Bobby Cannavale y Andrew Scott. Jessica Chastain dará estrella a su colaborador habitual Michel Franco, en ‘Dreams’; la odisea de un hombre (Isaac Hernández) que se abandona por amor. En Zinemaldia ha presentado toda su filmografía el cineasta Iván Fund, pero Berlín será la primera pantalla de ‘El mensaje’, una road movie sobre las maquinaciones de unos tutores oportunistas que sacan provecho de los poderes de médium de la niña a la que cuidan.

En el apartado de clásicos y repetidores: Hong Sang-soo estrena ‘What Does The Nature Say To You’ como el magnífico eterno retornado del festival y Radu Jude, que ganó el Oso de Oro con ‘Un polvo desafortunado o porno loco’, regresa con ‘Kontinental ‘25’. Asimismo, los fans del fantástico podrán presenciar –«disfrutar de» es engañoso– lo nuevo de Lucile Hadzihalilovic: ‘The Ice Tower’, con Marion Cotillard como protagonista y un pequeño papel para su pareja, el cineasta Gaspar Noé.

También de ‘Mickey 17’ (Fuera de Competición), con la que Bong Joon-ho replica el arquetipo del clon en clave cómica-existencialista y un Robert Pattinson dispuesto a acabar consigo mismo. Benedict Cumberbatch, que llega para acompañar la première de la cinta indie ‘The Thing with Feathers’ y Timothée Chalamet, que lucirá su versión de Bob Dylan para ‘Un completo desconocido’, por primera vez en Alemania y fuera de concurso.

Preside el Jurado Oficial el cineasta Todd Haynes y la actriz Tilda Swinton será homenajeada con un Oso de Oro honorífico. Debajo de los paraguas mediáticos de puro cumplimiento, Tuttle ha presentado un programa que da más espacio al cine alemán y a los debuts arriesgados (Perspectives). No podemos esperar a descubrirlos.