Rotaciones y victoria. La Real ha tirado de solvencia para dar un paso de gigante hacia los octavos de final de la Europa League, al imponerse en el campo del Midtjylland danés gracias a un tanto de Brais desde los once metros y de un golazo por la escuadra de Kubo en una jugada marca de la casa.

Imanol sigue tirando de Excel y repartiendo minutos en este maratón de partidos cada tres días, del que ya se ha superado el ecuador pero aún quedan kilómetros. Incluso bajo palos, con otra titularidad para un Unai Marrero que ganó muchos enteros tras su partido ante el Paok de Salónica y que hoy se ha vuelto a mostrar como un meta confiable.

En los laterales, Aramburu ha recuperado su plaza tras descansar ante el Espanyol, mientras que el canterano Balda le ha comido la tostada a Javi López ante la ausencia de Aihen. También estaba tocado Zubeldia, y su lugar ha sido para el multiusos Elustondo, mientras que Pacheco ha dado descanso a Aguerd.

Tampoco ha sido de la partida otro de los indiscutibles, Martín Zubimendi, y su posición la ha ocupado Olasagasti, quien ha adelantado en el escalafón a un Turrientes desaparecido durante estas últimas semanas. Por delante Brais y Marín, como en la vuelta copera ante Osasuna. Y en el tridente ofensivo, Barrene y Take han tenido esta vez como referencia en punta a un motivadísimo Oskarsson, que regresaba a tierras danesas para jugar contra el principal rival de su exequipo.

«No puede ser»

Los cálculos del técnico de Orio parecían tener en cuenta que la eliminatoria son como poco 180 minutos y que el domingo aguarda el Betis, un rival directo en la lucha por Europa. Preguntado antes del encuentro ya apuntaba que utilizando siempre a los mismos «no hay posibilidad de competir cada tres días, no puede ser. Hay que elegir, y lo bueno es que la plantilla está respondiendo a estas rotaciones».

En el Midtjylland destacaba el debut del mediocentro portugués Dani Silva, recién fichado del Hellas Verona italiano en este mercado invernal. El portero ha sido Lossl, ya que el titular Olafsson aún no está al 100% tras una lesión, mientras que el atacante de origen vasco Mikel Gogorza aguardaba su oportunidad en el banquillo.

El térmometro marcaba tres por debajo de cero a la hora de comenzar el choque del Herning Arena, un estadio con capacidad para 12.000 personas en el que aguantaban el tipo centenar y medio de seguidores blanquiazules. El césped parecía duro e irregular, consecuencia del duro invierno nórdico.

Susto inicial

Los tres primeros minutos daban la razón a los pájaros de mal agüero, con una amarilla a Balda y un testarazo al palo del ecuatoriano Castillo al saque de una falta. Pero pasado el susto la Real se ha hecho con el balón y ha encontrado pronto premio tras un pisotón a Brais que el árbitro ha pitado fuera del área pero que el VAR ha trasladado al punto de penalti. El gallego se lo ha guisado y él se lo ha comido (0-1, 10’).

El Midtjylland se ha ido a por el empate. Osorio y Simsir han enganchado sendos disparos a puerta que se han topado con un excelso Marrero. El primero estaba poniendo en apuros al amonestado Balda, e Imanol no ha querido que le pasara lo mismo que ante la Lazio, cuando fue expulsado Aihen, por lo que a los 23 minutos ha dado entrada a Javi López.

Los daneses apretaban, pero la calidad de Kubo ha marcado la diferencia. El nipón ha recibido un balón en la banda izquierda y ha hecho su clásica conducción hacia dentro, amagando hasta encontrar el espacio para enganchar un zurdazo que se ha colado por la escuadra de Lossl (0-2, 31’).

Recortan distancias

Pero aún quedaba mucha eliminatoria. El Midtjylland ha trazado una buena jugada por su izquierda, llegando a línea de fondo, y el centro de Sorensen lo ha mandado a la red en el primer palo el ariete polaco Buksa, pese al esfuerzo de Pacheco por llegar al despeje (1-2, 38’).

Tras el descanso, Imanol ha seguido con su hoja de cálculo para dar entrada a Aguerd, Zubimendi y Sergio Gómez por Pacheco, Olasagasti y Barrenetxea. Se guardaba solo un cambio frente a posibles urgencias.

Oskarsson, bastante inadvertido en la primera parte, ha avisado en el 49 al cabecear cerca del palo un centro de Sergio Gómez.

Con el transcurrir de los minutos, el técnico local ha movido ficha –entre los cambios ha entrado Gogorza– y ha lanzado a su equipo hacia arriba, con la esperanza de viajar a Anoeta con un marcador menos desfavorable. Sin embargo, casi es Mikel Oyarzabal – que había entrado por Oskarsson– el que aprovecha un error de la zaga danesa para hacer el tercero.

La Real se ha defendido de los arreones rivales sin conceder grandes oportunidades, e incluso se ha permitido tirar de calculadora para que Aramburu y Zubimendi forzaran la amarilla que les hará perderse el choque de vuelta, llegando limpios a unos octavos de final que aparecen al alcance de la mano.

«Hay que medir las cargas»

Al término del encuentro Imanol Alguacil se encontraba satisfecho por el resultado, al entender que «no era fácil ganar aquí, y lo hemos conseguido. Nos hemos mostrado competitivos durante todo el encuentro y hemos acertado delante de la portería».

Ha lamentado que el Midtjylland haya podido recortar distancias cuando el marcador ya mostraba el 0-2, aunque ha reconocido que «en la primera parte ellos han tenido sus oportunidades. Todavía falta la vuelta».

Preguntado por las rotaciones, ha señalado que ha tenido que hacer «muchos cambios, hay un gran cansancio y además el césped también nos ha condicionado. Algunos están llegando justos a los partidos, son ya diez partidos seguidos –cada 3-4 días– y esperamos que sean otros nueve, pero son muchos y hay que medir las cargas».

Tras Osasuna (Copa) y Espanyol (Liga), la de esta noche era la tercera victoria consecutiva. «El domingo tenemos otro partido importante, contra el Betis en Sevilla. Tampoco será fácil, pero siempre digo que las victorias dan fuerzas. Tendré que acertar con el once, metiendo gente fresca», ha adelantado.

También ha tenido mensajes de agradecimiento a los algo menos de 150 aficionados que se han desplazado hasta Dinamarca y que «han estado con los jugadores a pesar del frío que ha hecho. Pero hemos ganado y creo que la vuelta será bastante alegre».