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El ertzaina que prometió ayuda a un detenido a cambio de droga acepta 18 meses de cárcel

La Fiscalía ha accedido a aplicarle la atenuante muy cualificada de «drogadicción» y ha considerado que el delito de «infidelidad en la custodia de documentos» quedaba subsumido en el de «cohecho», lo que le ha permitido rebajar su petición de penas hasta el año y medio de cárcel.

Un ertzaina, en un control de tráfico.
Un ertzaina, en un control de tráfico. (Europa Press)

El jefe de patrullas de la Ertzaintza que presionó a un detenido por tráfico de drogas para que le diera cocaína a cambio de supuestos favores en el procedimiento judicial incoado en su contra ha reconocido este viernes los hechos y ha aceptado una condena a un año y medio de cárcel.

Inicialmente, la Fiscalía solicitaba para él penas que sumaban seis años de prisión por un delito de cohecho y otro de infidelidad en la custodia de documentos, ya que también habría sustraído un escrito del atestado policial.

No obstante, momentos antes de la primera sesión del juicio con jurado que iba a arrancar hoy en la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado ha admitido lo sucedido, por lo que el Ministerio Público ha accedido a aplicarle la atenuante muy cualificada de «drogadicción» y ha considerado que «el delito de infidelidad en la custodia de documentos quedaba subsumido en el de cohecho», lo que le ha permitido rebajar su petición de penas hasta el año y medio de cárcel con lo que el procesado se ha mostrado conforme, según han informado a Efe fuentes del caso.

La Fiscalía solicitaba, asimismo, que el agente abone distintas multas por un total de 10.800 euros y que sea inhabilitado para empleo o cargo público durante catorce años. Finalemente, el agente ha sido condenado a cuatro años y medio de inhabilitación para el desempeño de cargo y empleo público y deberá abonar una multa de 360 euros.

El policía no ingresará en prisión, ya que la pena de cárcel le ha sido suspendida con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años.

Se da la circunstancia de que el presunto traficante falleció en julio de 2020. Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, los hechos se remontan al 20 de abril de 2020 (fecha en la que estaban vigentes las restricciones impuestas por la pandemia de la covid-19), cuando el supuesto traficante fue detenido en un control preventivo donde le fueron incautadas «diversas sustancias estupefacientes».

Conversaciones en los calabozos

El texto explicaba que, «excediéndose de sus competencias», el acusado mantuvo varias conversaciones en los calabozos con el arrestado en las que, entre otras cosas, le habría prometido que iba a recuperar 1.700 euros y dos teléfonos móviles que le habían sido requisados, gestión por la que presuntamente le pidió 500 euros.

Además, le habría escrito su número de teléfono en el brazo, al tiempo que le amenazaba con «crujirlo si no colaboraba» con él y no le llamaba cuando fuera puesto en libertad.

A consecuencia de estas presiones, una vez liberado, el policía se desplazó al domicilio del supuesto traficante, donde los dos presuntamente consumieron cocaína y, antes de marcharse, el ertzaina recibió otro medio gramo de cocaína a modo de «regalito», al parecer como contraprestación para recuperar los 1.700 euros.

Entrega de nuevas dosis

En los días posteriores, el presunto traficante habría hecho entrega de nuevas dosis de droga al agente. Además, este le habría pedido que colaborara con él y le diera «una lista con nombres» porque de lo contrario «saldría perjudicado en el juicio pendiente» por su detención.

Esta situación concluyó el 25 de abril, cuando el supuesto traficante volvió a ser interceptado en otro control policial en Donostia y «en la confusión del momento» puso al acusado al teléfono con uno de los agentes actuantes.