Partido peleado y de mucho trabajo el que ha enfrentado esta sobremesa a Espanyol y Athletic en Cornellà. Un encuentro que iba a decidirse en jugadas puntuales. Ha podido ser el grosero error de Unai Simón en el minuto 62, que se ha dormido con el balón en su área pequeña, dando la oportunidad a Roberto Fernández de adelantar al equipo local. Pero el momento dulce que atraviesa Oihan Sancet, quien ha marcado con una pizca de suerte su quinto gol en los tres últimos partidos, ha dejado el choque en tablas.

Empate del Athletic, mismo resultado que cosecharon el sábado Real Madrid, Atlético y Villarreal, por lo que los rojiblancos mantienen las distancias con todos ellos en la parte alta de la clasificación. Y oportunidad de hacer bueno este punto el próximo domingo en San Mamés ante el Valladolid.

Maroan titular

Si la principal noticia en el once de Ernesto Valverde ha sido la primera titularidad de Maroan Sannadi en punta de ataque, el delantero centro apenas ha tardado tres minutos en dar cuenta de su potencia en una falta peligrosa sacada por el Athletic. El atacante ha chocado con el meta del Espanyol Joan García, sin poder rematar con claridad.

Y la respuesta ha llegado poco después, cuando Jofre pillaba la espalda a Yeray Álvarez, tras pase de Kral, y remataba a puerta con un tiro fuerte pero sin demasiada complicación para Unai Simón.

Ambos equipos intentaban adelantar posiciones para presionar lo más arriba posible: Prados y Jauregizar cortaban cualquier intento local para jugar a la contra; Urko González de Zarate también ha estado bien tapando a Sancet.

Pero según han ido pasando los minutos ha sido el Athletic el que ha logrado ese objetivo de jugar en campo contrario, mientras el Espanyol se veía obligado a dar un pasito atrás en el toma y daca.

Sin demasiadas acciones de peligro, el Athletic ha pedido penalti en un balón que Cabrera ha tocado con la mano dentro del área en el minuto 13, y a continuación Sancet, Iñaki Williams y Berenguer han trenzado una contra que, en cualquier caso, se invalidaba por fuera de juego.

La ocasión más clara de la primera mitad ha llegado en el minuto 23, cuando Joan García ha despejado un chutazo de Maroan dentro del área que, eso sí, parecía se marchaba demasiado alto. Ha sido justo después de que el árbitro pusiera en marcha el protocolo por los insultos racistas que ha recibido el delantero rojiblanco.

Entre una cosa y la otra, el juego ha ido enredándose en el centro del campo, y ha sido el conjunto local el que ha creado un par de ocasiones de cierto peligro. A la media hora, un cabezazo de Puado se iba fuera por poco, tras llegar Jofre una vez más hasta la línea de fondo por la banda derecha. Y en el 43 un disparo de Romero desde el borde del área tampoco encontraba portería.

Dos jugadas decisivas

Sin cambios en el descanso, los primeros minutos de la segunda parte han sido más de lo mismo: mucha pelea en el centro del campo y pocas jugadas de peligro. Se veía que el choque se iba a decidir en pequeños detalles.

La primera jugada decisiva ha sido el error garrafal que ha cometido Unai Simón en el minuto 62. El portero alavés se ha dormido dentro del área con el balón en los pies y Roberto Fernández le ha robado la cartera para adelantar al Espanyol.

Al Athletic le ha costado reaccionar, y Ernesto Valverde no ha dudado en renovar su equipo, sobre todo con la entrada de Nico Williams en ataque. Pero no, el que está de dulce se llama Oihan Sancet.

El navarro ha tenido una gran ocasión en el minuto 77, con un disparo muy peligroso que ha bloqueado Romero en el último instante. El balón se ha ido a córner y en ese saque de esquina, el propio Sancet ha rematado el balón de manera acrobática en el segundo palo. Un balón que se ha desviado tras tocar en la espalda de Calero y que se ha colado en la portería del Espanyol, empatando el duelo.

El equipo bilbaino lo ha intentado en los últimos minutos, con una última ocasión para Iñaki Williams en el 95, pero no ha podido ser. Los pesimistas verán una oportunidad de oro perdida para dar otro pasito hacia arriba y los optimistas se quedarán con que el equipo sigue sin perder –ya son 15 partidos– y que se mantienen las distancias con los rivales directos a la espera de lo que haga el Barça el lunes.