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El Gobierno de Nafarroa estudia ampliar la red de Lugares con Memoria, hasta rozar los treinta

Nafarroa podría contar este año con cerca de una treintena de Lugares de Memoria si prospera el proceso iniciado en la Comisión Técnica de Coordinación, ante la que se han presentado las propuestas de la fosa de Paternain y los memoriales de Andosilla, Artesiaga e Ibiriku Deierri.

El Casino Pricipal de Andosilla fue un centro obrero convertido en cárcel en 1936.
El Casino Pricipal de Andosilla fue un centro obrero convertido en cárcel en 1936. (GOBIERNO DE NAFARROA)

La red de Lugares de Memoria de Nafarroa podría pasar a estar integrada por cerca de treinta si prospera el proceso iniciado para las propuestas de la fosa de Paternain y los memoriales de Andosilla, Artesiaga e Ibiriku Deierri.

Actualmente, tras la última incorporación del monolito de Jurramendi el año pasado, son ya 24 los lugares del herrialde que tienen esa categoría reconocida por ley, según ha informado el Ejecutivo.

El Estado, en colaboración con el herrialde, también trabaja en la próxima declaración del fuerte de Ezkaba, del que es titular, como Lugar de Memoria, con lo que Nafarroa podría contar con treinta lugares de memoria en pocos meses.

La Comisión, presidida por la vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskara, Ana Ollo, ha iniciado este lunes esa tramitación administrativa. Además, ha conocido distintas cuestiones, como el Plan de Exhumaciones del año 2025 o los trabajos en torno a la actualización del censo de simbología franquista.

Para este año 2025, según la previsión del Instituto Navarro de la Memoria que ha sido compartida en esta sesión, se podrían sumar otros cuatro lugares en una primera fase, ya que no se descartan otros enclaves.

En concreto, los nuevos serían las fosas de Paternain, el memorial de Ibiriku Deierri (escultura en recuerdo de Maravillas Lamberto), el memorial en el Alto de Artesiaga (‘Bidegabeko Bidea’/‘El camino de la injusticia’) y el espacio memorial del Casino Principal de Andosilla.

En este último caso, se trata de un centro obrero que fue utilizado como cárcel tras el golpe de Estado. Quedan en el exterior unas columnas originales, que contienen una serie de placas, elementos que son los que se declararían como lugar de memoria.

La vicepresidenta Ollo, además de apoyar estas futuras declaraciones, ha subrayado la importancia de consolidar e impulsar las políticas públicas de memoria, «pioneras y referenciales», en un contexto estatal e internacional cada vez más amenazado por corrientes políticas «negacionistas e involucionistas».