La antigua fábrica de harinas Grandes Molinos Vascos, situada en el barrio bilbaino de Zorrotza, ha vuelto a saltar a la palestra informativa tras darse a conocer públicamente la existencia de 19 toneladas de amianto en su tejado, lo que ha puesto en alerta al vecindario. Declarado en 2009 Bien Cultural Calificado por el Gobierno de Lakua, el edificio, que es de propiedad privada, lleva décadas en un deplorable estado de abandono.

La Diputación de Bizkaia se comprometió a finales de 2024 a restaurarlo y sacó a licitación un proyecto bajo el título ‘Rehabilitación de cubiertas del inmueble Grandes Molinos Vascos’, que recientemente ha sido adjudicado a la empresa Altuna y Uria S.A. por 1.198.847 euros. Se da un plazo de 9 meses para realizar las obras.

«Los derribos consistirán en el completo desmontaje y desescombro de las 3 cubiertas actuales, incluyendo los elementos de cobertura (fibrocemento), el tableado, riostras para formación de aleros, solivos, viguetas, correas e incluso vigas de coronación o de apoyo, en la medida en la que estas se encontrasen afectadas o deterioradas», señala la memoria del proyecto.

Precisamente, ha sido en el proyecto redactado por la institución foral donde se recoge que la cubierta del inmueble está repleto de fibrocemento, un elemento constructivo que contiene amianto. En concreto, la Diputación calcula que hay hasta 19,48 toneladas de este elemento tóxico. Su retirada viene recogida en el presupuesto de la Diputación.

«Nos escandaliza conocer ahora que lo que llevamos años viendo caer y volar por los aires es material altamente cancerígeno»

Tras conocer esto, la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo ha mostrado una gran preocupación, sobre todo porque lleva años denunciando que la cubierta del edificio está colapsando. «Nos escandaliza conocer ahora que lo que llevamos años viendo caer y volar por los aires es nada menos que material altamente cancerígeno», denuncian.

La Federación ha exigido al Ayuntamiento de Bilbo que explique «cómo no ha tomado medidas hasta ahora, teniendo en cuenta que la Ley 7/2022 le obligaba a elaborar un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto, incluyendo un calendario que planificara su retirada, antes de abril de 2023».

Ayuntamiento: la ley no exige retirar el amianto de edificios privados

En unas declaraciones recogidas por Europa Press, el Ayuntamiento de Bilbo señala que la capital vizcaina ha sido una de los primeras localidades de la CAV en «cumplir con la ley, efectuar el censo de edificios con amianto y hacerlo público». Asimismo, se ha escudado indicando que la ley ni exige a los consistorios eliminar el amianto de los edificios privados, ni da un plazo para ello.

En el caso concreto de Molinos Vascos, precisa que ha estado vigilante ante la posible caída de elementos a la vía pública y asegura que los elementos desprendidos no han ido a parar a la calle, sino a espacios cerrados al libre acceso. Y añade que se sigue con la vigilancia de la zona.

Sin embargo, la agrupación vecinal asegura que el Consistorio ya conocía, al menos desde finales de 2023, la presencia de amianto en el entorno de Molinos Vascos, en concreto en el muelle «por el cual transitan a diario decenas de camiones, arrastrando y dispersando a su paso por el núcleo urbano de Bilbao, y concretamente por el barrio de Zorroza, materiales cancerígenos como el amianto».

Concretamente, hace mención a un estudio encargado a la empresa Dinam, que aseguraba haber hallado en el suelo del muelle cercano al edificio «pequeños fragmentos, seguramente arrastrados por el viento» de asbestos y chysostile, dos tipos de fibras de amianto.

EH Bildu pide explicaciones y medidas

Por su parte, EH Bildu ha denunciado una vez más el abandono del edificio y ha solicitado información y explicaciones tanto en el Ayuntamiento de Bilbo como en las Juntas Generales de Bizkaia sobre la presencia de amianto en el edificio y en las calles adyacentes, al tiempo que pedirá «medidas para su retirada lo antes posible».

La formación soberanista ha preguntado desde cuándo disponen el Ayuntamiento y la Diputación de estos informes y qué acciones han llevado a cabo al respecto. «Queremos saber a qué responde la inacción de las instituciones y la falta de intervención, sobre todo teniendo en cuenta la peligrosidad de este material», explica.

Asimismo, interpela sobre las conversaciones con la propiedad del edificio, sus responsabilidades y las posibles conversaciones que hayan tenido con el propio Consistorio.

En 2023, PNV y PSE ya rechazaron en comisión en las Juntas Generales de Bizkaia una proposición no de norma de EH Bildu para que la Diputación «compre o expropie» el emblemático edificio de Grandes Molinos Vascos, y abogaron por esperar a que la propiedad actúe.

Patrimonio industrial

Esta antigua fábrica de harina representa una de las arquitecturas fabriles más monumentales del pasado industrial de Bilbao, aunque su actividad como harinera apenas duró 5 años. Se levantó entre los años 1923 y 1924, según el proyecto del arquitecto Federico Ugalde y reutilizándose diversas estructuras del Antiguo Astillero Real de Zorrotza.

La empresa se dedicaba a la elaboración de harina fina utilizando los métodos más avanzados de la época. La fachada principal está orientada a la ría y discurre en paralelo al muelle de carga/descarga y a las antiguas vías del ferrocarril. Esto facilitaba la llegada del grano al interior de la fábrica, que tenía capacidad para almacenar hasta 75 toneladas de grano y mover diariamente 200.000 kilogramos de trigo gracias a sus cinco plantas de 600 metros cuadrados cada una.

En el año 1929 la harinera cesó su actividad debido a la crisis de precios. Después pasó a ser utilizada como almacén, antes de ser abandonada.  

Debido a su «destacable» arquitectura, en 2009 el Gobierno de la CAV calificó el edificio como Bien Cultural, con la categoría de Monumento. Pese a su protección oficial, el edificio se encuentra en un pésimo estado de conservación.