Iñaki  Iriondo
Cronista político

Gogora quiere meter a ETA también en el Memorial 3 de Marzo de Gasteiz

El director de Gogora, Alberto Alonso (PSE), ha mostrado su deseo de que el Memorial 3 de Marzo, fecha en la que la Policía española mató a cinco obreros en Gasteiz, «no olvide» que cuatro personas murieron en ese mes de 1976 en acciones de ETA. 

Alberto Alonso, director del Instituto de la Memoria,la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora.
Alberto Alonso, director del Instituto de la Memoria,la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

El director de Gogora, Alberto Alonso, del PSE, señaló en una reciente entrevista radiofónica su deseo de plantear a los patronos que el futuro Memorial no se ciña a la matanza policial del 3 de Marzo, sino que sea «más ambicioso» y abarque toda la transformación social en la denominada Transición, incluido no olvidar que ese mismo mes de 1976 ETA mató a cuatro personas.

Según sus estatutos, los fines de la Fundación son «recuperar, dignificar y transmitir la memoria de las víctimas del 3 de marzo» y «recuperar y transmitir la memoria de la lucha obrera y democrática y de los sucesos traumáticos de marzo de 1976».

Hace ya más de dos meses que la Fundación Memorial 3 de Marzo entró en el registro, el 12 de febrero, y todavía no ha celebrado su primera reunión. Entrevistado en la Cadena Ser Euskadi, el director de Gogora, Alberto Alonso, afirmó que la presidencia, que corresponde al ala del PSE del Gobierno de Lakua, quiere que el centro vaya más allá de los hechos concretos de aquel 3 de marzo de 1976.

Alonso afirmó que hay una parte de la historia que se olvida al contar los sucesos del 3 de marzo de Gasteiz y lo concretó en «la estrategia de acción-reacción de ETA. Siempre se nos olvida que ese mismo marzo de 1976 ETA mata a cuatro personas con una intención muy clara de que su acción tenga una reacción desproporcionada por parte de las Fuerzas de Seguridad».

«Es decir -explicó el director de Gogora- también habrá que hablar de cómo en ese momento, en esa gran hoguera, hubo mucha gente interesada en echar gasolina».

«Una cosa no justifica la otra, en absoluto, pero la dimensión de todo es lo que hay que poner encima», concluyó.

«¿Local o con ambición?»

Alberto Alonso, que es historiador, aseguró en la entrevista que «estamos en un cruce de caminos, donde tendremos que decidir si queremos que esto sea un memorial local, simplemente cerrado a lo que fue un hecho concreto en un momento dado de la historia, que es un poco el enfoque que se le ha dado hasta ahora, o si queremos tener mayor ambición, esta es mi apuesta, y somos capaces de gestionar este memorial para poder hablar de toda una sociedad efervescente, en ebullición en el momento de la Transición».

El director de Gogora añadió que le gustaría que «se pudiera hablar de numerosos caminos que confluyen dramáticamente ese 3 de marzo de 1976, como los movimientos obreros, los vecinales, el movimiento feminista, el cambio generacional en la Iglesia, los curas obreros, si hay una asamblea en una iglesia, es porque alguien les abre la puerta».

Después señaló que «podemos utilizar esta fundación para hablar de un gran momento que tiene de alguna forma el germen de la sociedad democrática. Al secretario de Estado [de Memoria Democrática, Fernando Martínez López] le suele gustar decir, y a mi también, que ‘Franco murió en la cama, pero el franquismo murió en la calle’».

Composición

El Patronato de la Fundación está compuesto por cuatro miembros «natos», que son la consejera del Gobierno encargada de las políticas de Memoria, el diputado general de Araba, la alcaldesa de Gasteiz y el obispo.

Luego hay dos vocales por cada una de estas instituciones, entre las del Gobierno debe estar el director de Gogora.

Otros cuatro vocales designados por la iniciativa social: dos por Memoria Gara y dos por la asociación Martxoak 3 Elkartea.

Habrá que ver si el resto de miembros del patronato están de acuerdo con las pretensiones de Alberto Alonso.

Los estatutos de la Fundación, además de los fines antes señalados, recogen también que «desarrollará sus actividades en el ámbito de la memoria del 3 de marzo y su divulgación, los principios de verdad, justicia, reconocimiento y reparación de las víctimas, y la promoción de la convivencia y la cultura de los derechos humanos».

El edificio hace agua

Como GARA y NAIZ publicaron el 11 de febrero, la sede de la Fundación, la Iglesia de San Francisco, declarada por el Gobierno español lugar de Memoria, hace agua, presenta charcos, goteras y numerosas humedades en su interior y son visibles las muestras de deterioro en la fachada y la cubierta del tejado.

El edificio se cae a pedazos por dentro y por fuera. En un informe arquitectónico encargado en 2022 ya se concluía que el edificio tiene daños estructurales, para cuya resolución habría que invertir entre 1,2 y 1,5 millones de euros. Ahora, según testigos, la situación es aún peor.

En la entrevista radiofónica, Alberto Alonso apuntó que en la primera reunión del patronato habrá que decidir cuáles son las reformas prioritarias que necesita el templo. Afirmó que en su opinión, «aunque yo no soy arquitecto», debería empezarse por reparar las cubiertas del tejado «habida cuenta de la gran cantidad de goteras que hay».

Además, se debería «debatir sobre la propiedad. Yo siempre lo digo de una forma muy gráfica, ¿quién tiene las llaves de la iglesia de San Francisco de Asís?».