El Ayuntamiento de Donostia ha señalado que la concentración media de dióxido de nitrógeno en el eje Gros-Ategorrieta cumple con lo establecido en la Directiva Europea sobre calidad del aire y pide a Ecologistas en Acción que utilice «datos oficiales y contrastados», en respuesta al informe presentado por este colectivo ayer lunes.

Dicho dossier denuncia que la calidad del aire en el entorno de nueve centros educativos de la ciudad ubicados en esa zona supera los niveles de dióxido de nitrógeno recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Extremo que sí reconoce en su nota el Consistorio, al indicar que «es cierto que estos niveles todavía se encuentran por encima de los valores recomendados por la OMS en su guía de 2021».

El Ayuntamiento ha apuntado que el estudio de Ecologistas en Acción se basa en captadores pasivos tipo Palmes, una tecnología «sencilla y de bajo coste que permite estimar concentraciones medias de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO₂), pero que también presenta importantes limitaciones técnicas».

«Con extremo cuidado»

«Estos captadores no registran variaciones horarias ni diarias y son muy sensibles a las condiciones ambientales como la temperatura o la humedad, al tiempo que requieren de análisis posteriores en laboratorio, lo que impide obtener datos en tiempo real y pueden introducir variaciones si no se manipulan con extremo cuidado», ha explicado el concejal delegado de Medio Ambiente, Iñigo García Villanueva.

El edil ha remarcado que la estación oficial de control de calidad del aire de Ategorrieta, integrada en la Red de Calidad del Aire de Euskadi, ofrece mediciones «automáticas, continuas y auditadas conforme a la normativa europea».

Según los datos correspondientes a 2024, la concentración media anual de dióxido de nitrógeno en la estación de Ategorrieta se situó por debajo de los 20 µg/m³ (microgramos por metro cúbico), lo que supone el cumplimiento del nuevo límite establecido en la Directiva (UE) 2024/2881 sobre la calidad del aire ambiente y una atmósfera más limpia en Europa, que entrará plenamente en vigor en 2026.

«Queda trabajo por hacer, pero la implantación de una zona de bajas emisiones en la ciudad demuestra el compromiso del gobierno municipal por avanzar en este camino», señala García, que incide en que los datos oficiales muestran una tendencia de mejora progresiva y reflejan el impacto positivo de las medidas que se aplican con el objetivo de reducir el tráfico y promover una movilidad más limpia.