Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

El Papa ha muerto; habemus IA

Pese a los múltiples escándalos y escisiones, pasan y pesan los siglos y la Iglesia sigue en pie. Su estrategia de adaptación milenaria ha sabido incorporar la tecnología, y el Papa Francisco es ejemplo de ello. Predicó a golpe de tuit y reflexionó sobre la IA. Pero no ha sido el único.

Monjes celebran una ceremoniadel androide Kannon Mindar en el templo Kodaiji de Kioto.
Monjes celebran una ceremoniadel androide Kannon Mindar en el templo Kodaiji de Kioto. (Mami NAGAOKI | AFP)

Francisco no solo fue el primer papa latinoamericano, sino también el último en llegar al Vaticano sin haber usado un smartphone. Y, sin embargo, bajo su papado, la Iglesia abrazó lo digital como nunca antes. Aquel pontífice que hablaba como un abuelo peronista —pese a sus rencillas abiertas con los Kirchner— y que se autodefinía como «un desastre» con la tecnología, acabó aceptando internet como «un regalo de Dios», advirtió sobre los riesgos de la IA e incluso electrificó el papamóvil. Bergoglio empujó al Vaticano a salir de su clausura para asomarse a un mundo abierto y conectado, y en el camino dejó pistas de cómo las religiones navegan en el océano virtual.

Sus figuras de santos petrificados, los vitrales con escenas de martirio, sus paredes, gruesas y pesadas... parece que el tiempo está detenido en una Iglesia. Todo está ahí hecho para durar, pero no para permanecer inmóvil. Aunque su autoría no está completamente clara, la frase «la Iglesia piensa en siglos» resuena tanto entre fieles como entre detractores, y sirve como lema que refleja la estrategia de aclimatación de una institución que ha resistido imperios, escisiones y revoluciones.

Su secreto no ha sido la rigidez, sino su capacidad de adaptación. Desde la cristianización de festividades paganas hasta su flexibilidad doctrinal, la Iglesia ha demostrado talento y picardía para absorber lo ajeno sin perder el control del relato. Y para ello también ha sabido usar tecnología a su favor. De hecho, resulta casi imposible imaginar una Iglesia moderna sin la Biblia impresa en masa. ¿Habría estallado la Reforma Protestante sin Johannes Gutenberg? 

¿Renovarse o morir?

La pérdida constante de feligreses, más que las divisiones internas, es la principal inquietud del Vaticano hoy. Por ello, Francisco adoptó una estrategia digital para acercarse a las audiencias más jóvenes, encabezada por el ‘ministerio’ de Comunicación que puso en marcha en 2016.

Durante los últimos días han circulado en redes sociales sus estadísticas, presentadas casi en términos futbolísticos: más de 900 canonizaciones, al menos 7 exhortaciones apostólicas, varias constituciones y miles de discursos. Pero todas han pasado por alto su impacto digital: su cuenta @pontifex en X, antes Twitter, ha alcanzado los 53 millones de seguidores (distribuidos en nueve idiomas).

En Instagram, Francisco solía compartir imágenes de sus múltiples viajes y encuentros con diversas personalidades, y el canal de Youtube Vatican News transmitía en vivo sus discrusos. Además, quien quisiera unirse a sus oraciones, pudo hacerlo a través de la app Click To Pray.

Asimismo, el Vaticano también ha trabajado para introducir «valores cristianos» en diferentes videojuegos y, si hoy en día hay más podcast que personas, ¿por qué el Papa no iba a tener el suyo? La Voz del Papa, de Vatican News, recopila en píldoras de pocos minutos sus consejos.

Francisco y la Inteligencia Artificial

En enero de 2025, Francisco publicó la nota doctrinal ‘Antiqua et nova’, que aborda el uso de la Inteligencia Artificial (IA) así como los retos que esta plantea desde una perspectiva cristiana. Entre ellos, hizo hincapié en alertar sobre el manejo de la IA en contextos bélicos.

Pero tampoco dudó en utilizarla. En el Jubileo de 2025, el Vaticano, mediante IA generativa, puso en marcha una réplica digital de la Basílica de San Pedro con el objetivo de que los usuarios puedan explorarla a través de internet.

Pese a sus advertencias, el Papa Francisco terminó siendo, irónicamente, víctima de la IA después de su muerte: una recreación digital de un encuentro celestial entre él y Jesús comenzó a viralizarse en las redes sociales:

 

Años atrás, se había viralizado otra imagen en la que aparecía vistiendo un abrigo acolchado como si de un rapero se tratase. Sin embargo, pronto se descubrió que la foto había sido generada por la IA, aunque muchos ya habían caído en el bulo.

Religión en tiempos modernos

Sacerdotes, monjas, imanes y líderes religiosos de todo pelo han abrazado las nuevas herramientas tecnológicas para modernizar su mensaje. Musulmanes de todo el mundo pueden encontrar mezquitas para orar y restaurantes halal a través de apps, mientras que los judíos han desarrollado sus propias aplicaciones para cumplir con las draconianas leyes del Shabbat.

Con todo, las redes sociales siguen siendo el medio por excelencia para captar adeptos. Un ejemplo de ello son Daughters of St. Paul, una comunidad religiosa católica de Boston con más de 150.000 seguidores en TikTok. En diciembre de 2020, publicaron un video viral titulado ‘This or That’, donde siete hermanas respondían preguntas como «¿oración de mañana o de tarde?» al ritmo de ‘It’s Tricky’ de Run-D.M.C. El clip alcanzó 3,3 millones de visualizaciones y desde entonces proyectan su día a día en el convento a través de vídeos cortos.

En Italia, Gabriele Trovato desarrolló SanTO, un robot con la apariencia de un santo católico que ofrecer contenido religioso, mientras que en Japón, Mindar, un robot sacerdote budista en el templo Kōdai-ji de Kioto, predica el Sutra del Corazón con movimientos mecánicos y proyecciones multimedia. Todo ello ha generado debates sobre la autenticidad de las enseñanzas espirituales cuando provienen de un robot con 0% de fe... y 100% de programación.

Más allá de los robots, hay quienes recurren a aplicaciones como CatéGPT, una especie de ChatGPT católico para mantener conversaciones «espirituales» con inteligencias artificiales que reemplazan a curas o sacerdotes. ¿Y si la IA no fuera medio, sino objetivo en sí misma? Que se lo pregunten a los miembros de The Way of the Future, un movimiento promueve la creación de una deidad basada en la IA.