
Los datos son oficiales y escandalosos, al menos para quien anhela una justicia fiscal y distributiva, claro. De las 142 grandes corporaciones económicas españolas con expansión multinacional, más de la mitad han pagado menos del 20% de tipo efectivo de impuesto de Sociedades sobre sus beneficios globales en 2022.
Pero si se pone una lupa en la tabla de pagos se verá un dato aún más inflamable: hay 23 de estas grandes multinacionales que pagaron 1,34% media sobre sus beneficios en el mismo período, calculados en 10.013 millones de euros. De media; es decir, que algunos pueden haber pagado casi 5% pero otros, cerca de cero. Menos que la aplastante mayoría de las pymes y los autónomos.
Frente a los escépticos habituales, una pronta aclaración: estas cifras no solo son oficiales sino que han sido provistas por las propias empresas, a cambio del resguardo de su identidad por parte de Hacienda, que respeta su anonimato.
Los datos son oficiales y aportados por las propias empresa, aunque sus nombres no se conocen porque Hacienda guarda su anonimato
El estudio se llama Informe País por País, está publicado en la web de la Agencia Tributaria y corresponde al ejercicio de 2022, y ha comenzado a elaborarse desde hace cinco años por el acuerdo en la OCDE para que todas las multinacionales acaben pagando como mínimo un 15% de tipo efectivo, por lo que la Agencia Tributaria empezó a pedir anualmente información a las empresas.
Se trata de «datos estadísticos de multinacionales de matriz española obtenidos de la explotación del nuevo modelo 231 de declaración de información país por país» y que deben presentar «en su domicilio fiscal de residencia las matrices con cifra neta de negocios consolidada a nivel mundial superior a 750 millones de euros para el conjunto de entidades que formen parte de su grupo», señala la Agencia en la web.
«Esta declaración pretende recopilar datos agregados y anonimizados de este colectivo para el intercambio de información establecido en los Acuerdos BEPS (siglas en inglés de Erosión de Bases y Traslado de Beneficios), proporcionando a los Estados una perspectiva global de la actividad intragrupo de sus mayores multinacionales a nivel de jurisdicción (según el país donde estén ubicadas las filiales pertenecientes al grupo)», añaden en la página en la que están cargados todos los informes. El último fue publicado este mes de abril.
Estas grandes empresas deben informar sobre su número de filiales, cifra de negocio, los beneficios que han obtenido antes de impuestos y la cantidad que pagan en cada uno de los territorios. El porcentaje no se trata de los impuestos pagados en el Estado español sino que es resultado de la división de lo que pagan en todo el mundo por todo lo que han ganado también en forma global.
Elusión e ingeniería
Yago Alvarez Barba es el coordinador de Economía en El Salto Diario y autor del libro ‘Pescar el Salmón’ (Ed Capitán Swing, 2023), en el que desmonta bulos y estructuras discursivas neoliberales en la prensa económica.
En conversación con NAIZ, comenta que hace un artículo sobre el Informe País por País «año tras año, en cuanto se publica», y es de los pocos que se sumergen en ese océano de cifras complejas que son las arquitecturas tributarias de la oligarquía española. «El segmento que menos pagó es 1,34%, pero de media, eso significa que algunas pagaron ‘cero coma’, entre bonificaciones, desgravaciones o que facturan mucho en países donde pagan casi nada».
«Recordemos que en el Estado español tienes que pagar (de Sociedades) un 20 o 25%», recalca, aunque también recuerda que «las grandes empresas que invierten en fundaciones o en I+D acaban pagando menos de 18%. Y en las Bahamas pagan un 1%, por dar un ejemplo».
Según los datos del estudio, 13 de las grandes multinacionales pagaron de media 7,71%, otras trece tributaron de media 13,74% y 28 de ellas pagaron el 17,78%. El resto de las 142 empresas encuestadas pagó más del 18% de media.
El autor de ‘Pescar el Salmón’ detalla cómo estas empresas «hacen ingeniería entre sus propias filiales» de modo que «no es evasión sino elusión»
Ante estas cifras, la primera pregunta que irrumpe es cómo es posible que las entidades económicas del Estado aporten tan poco en proporción a sus beneficios. «Hacen ingeniería fiscal para que los beneficios que tienen aparezcan en las cuentas de las filiales en otros territorios, hacen ingeniería entre sus propias filiales para desviarlos. Son estrategias para erosionar el beneficio en un país para llevarlo al otro donde el tipo a pagar es mucho menor. Esto es todo legal, no es evasión sino elusión fiscal», explica Álvarez.
Un ejemplo que comenta a modo gráfico es que Inditex tiene una filial en Irlanda, donde los beneficios financieros que provienen del extranjero no tributan impuestos, y desde esa filial de la isla le presta dinero al resto de las filiales en la UE. «Por tanto, Zara Irlanda le cobra tipos de interés altísimos a Zara Francia, erosionando así su ganancia y no pagando por ello en Irlanda. ¡Y esto lo hacen todas las empresas! Es que es un problema que haya países dentro de la misma Unión Europea que cobren 0 ó 1% de tipo efectivo, porque las empresas entre filiales europeas lo tienen muy fácil porque hay libertad de capitales. Si van a las Islas Caimán o a Bahamas ya hay más dificultades para mover el dinero», añade.
Cabe recordar que la Agencia Tributaria utilizará, supuestamente, estos datos del Informe País por País para imponer próximamente el impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios que ya se ha aprobado a nivel europeo y que el Estado español debe empezar a aplicar, y con el que se recaudarían, según cálculos del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), más de 3.600 millones de euros al año.
El informe resguarda el anonimato de estas multinacionales, aunque por supuesto la Agencia Tributaría sí conoce su identidad. «Sería bueno que los consumidores pudiéramos tener el poder de decidir y de castigar a las empresas que hacen esto, por ejemplo Repsol, que tiene filial en un paraíso fiscal caribeño en donde factura prácticamente todos sus beneficios del continente americano», subraya Alvarez.
A este especialista en economía e impuestos es imposible no preguntarle por qué este informe recientemente publicado ha tenido tan poca difusión en las grandes cabeceras del Estado cuando sus cifras representan un escándalo de justicia fiscal. «Creo que, por un lado, no sabemos cuáles son las empresas y entonces no es tan escabroso, a la gente no le gustan tanto las estadísticas como ver la cara de Amancio Ortega. También influye que la gente ya está anestesiada, tiene asumido que las empresas evaden impuestos», responde.
«Antes el único paraíso fiscal era Suiza, pero ahora hay una especialización de cada país, además de la proliferación del ‘tax planning’»
«Además, también hay que pensar por qué El Salto Diario publica esto hace cinco años y otros medios ni lo mencionan… es porque nosotros no admitimos publicidad del Ibex 35», apunta.
Sobre esta situación escandalosa, apunta que «no siempre fue así», porque hace tres o cuatro décadas «el único paraíso fiscal era Suiza, pero con la financiarización de la economía global ha habido una especialización de cada país en materia tributaria, además de la proliferación de la industria del tax planning, con gente especialista que diseña estos esquemas para pagar lo menos posible».
Por ahora, en el Estado español y buena parte de los países de la UE, el consenso del 15% de pago mínimo sobre beneficios sigue durmiendo en los cajones parlamentarios.

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