Acción a balón parado en el derbi disputado entre la Real y el Athletic.
Acción a balón parado en el derbi disputado entre la Real y el Athletic. (Gorka RUBIO | FOKU)
Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Poco fútbol, menos goles y un punto que deja mejor regusto al Athletic que a la Real

Real y Athletic han empatado a cero en un encuentro áspero, de desgaste físico, en el que el fútbol ha brillado por su ausencia y sin casi ocasiones (0-0). El punto deja mejor sabor a los leones, que el jueves se la juegan en Manchester.

Derbi a la vieja usanza, con mucho desgaste físico, intensidad, poco juego merecedor de tal nombre y ocasiones que se pueden contar con los dedos de la mano. Las más claras han sido para los locales, sobre todo un cabezazo de Brais que ha rechazado Unai Simón. Un partido de esos que se decantan en una jugada aislada, un córner, una falta… pero ni por esas. 

El partido ha sido el colofón a una larga jornada en la que se había anunciado lluvia, pero el cielo ha aguantado con la excepción de una chaparrada cuando faltaba media hora para el arranque. La fiesta ha tenido primero su epicentro habitual de la Parte Vieja y luego, poco a poco, se ha desplazado hacia las inmediaciones de Anoeta.

Más allá de los exabruptos que se sueltan en las redes sociales, casi siempre amparados en el anonimato, lo cierto es que este derbi entre donostiarras y bilbainos ha sido otro ejemplo de buen rollo –como todos los derbis vascos–, aderezado con los lógicos piques y puyas en el marco de cuadrillas o incluso parejas en las que se mezclan los colores.

Como la hora de comienzo estaba fijada a las 21.00, la jornada se ha hecho larga, para alegría de hosteleros y sufrimiento del hígado y otros órganos. Una carrera de fondo en la que es importante saber dosificar para llegar a la meta en condiciones.

Euskaraldia e insignia de oro y brillantes

El programa tenía varios actos previos. El grupo de dantza Gero Axular Taldea, formado por más de cien dantzaris de entre 10 y 16 años, ha bailado en el centro del campo al ritmo de Buelgo, antes de que ambos equipos posaran juntos sobre el césped con una pancarta de apoyo a Euskaraldia, iniciativa de impulso al euskara que vivirá su cuarta edición entre los días 15 y 25 de mayo.

Mientras, en el fondo Aitor Zabaleta, Bultzada ha desplegado un tifo en el que podía leerse la frase «Arbasoen etxea defendatuko dugu», parafraseando el famoso poema de Gabriel Aresti.

A renglón seguido, el presidente Jokin Aperribay ha entregado la medalla de oro y brillantes a cuatro exjugadores con más de diez temporadas y 300 partidos defendiendo la zamarra blanquiazul: el portero Alberto López, los laterales Aitor López Rekarte y Agustín Aranzabal, y el delantero Óscar de Paula. Próximanente recibirán este mismo galardón el delantero serbio Darko Kovacevic y el entrenador galés John Benjamin Toshack.  

La Real también ha tenido un detalle con Óscar de Marcos, rival durante tantos años y que colgará las botas al finalizar este curso.

Traoré, Aguerd y siete cambios de Valverde

Cumplidos los prolegómenos, que han servido para poner el horno a la temperatura adecuada, llegaba la hora de la que nunca miente, la pelota. Imanol, coreado por la grada, ha sorprendido en su último derbi –por ahora– con la inclusión de Traoré en el lateral derecho, en vez de Jon Mikel Aramburu. Por lo demás, el esperado regreso de Aguerd en el eje de la zaga, con Jon Martín como escudero, y la continuidad de Marín y Sergio Gómez, frente a Sucic y Barrenetxea.

Por su parte, Valverde ha efectuado siete cambios respecto al once que cayó ante el Manchester. Vivian, que vio la roja el jueves, ha sido de la partida, junto Ruiz de Galarreta y Berenguer, que fueron cambiados mucho antes de lo habitual. El cuarto que ha repetido ha sido Iñaki Williams. El United, que no tiene nada en juego en la Premier y que también ha reservado a casi todos sus titulares, ha caído 4-3 en el campo del Brentford.

Parecía que la Real iba a salir en tromba, pero ha sido más bien gaseosa, con el Athletic controlando sin apuros las embestidas locales, tratando de bajar el pulso y que sucediera lo menos posible. El partido iba árido como la Bárdena en agosto, con la idea de no fallar como premisa principal.

La Real movía de un lado a otro, pero sin romper líneas, sin ritmo ni profundidad. Con el Athletic bien colocado, esperando, la parroquia local dejaba entrever su nerviosismo. El derbi comenzaba a ponerse donde querían los leones.

Que vengan los Men In Black

Un par de disparos desviados de Oyarzabal y Sergio Gómez en un lado, y un remate mordido de Guruzeta en el otro, ha sido el bagaje de una primera parte digna de ser borrada con el ‘gadget’ de los Men In Black.

Sin cambios en ninguno de los dos contendientes ha arrancado la segunda mitad. Kubo se ha anotado en el 48 el primer disparo entre los tres palos, un derechazo que Unai Simón ha mandado a córner sin apuros. Ha respondido Berenguer, a las manos de Remiro.

Un robo alto de Marín ha puesto el susto en la hinchada rojiblanca, parecía que el duelo comenzaba a desperezarse. Algo similar a lo ocurrido en Mendizorrotza hace semana y media. Como entonces, el balón parado podía ser decisivo, y casi anota Brais en un testarazo a saque de córner de Sergio Gómez. Unai Simón lo ha impedido con un paradón y Jon Martín no ha podido precisar en el rechace.

Movimiento de fichas

Cumplida la hora de partido, Imanol y Valverde han movido fichas. Sucic y Barrenetxea han entrado precisamente por los protagonistas de la última jugada, mientras que en el Athletic Djaló, Jauregizar y Maroan han ocupado el puesto de Iñaki Williams, Ruiz de Galarreta y Guruzeta.

El partido seguía muy trabado, la Real lo intentaba con mayor ahínco, pero sin encontrar el camino hacia la portería rival. Al Athletic el punto le valía para mantener a Betis y al Villarreal a 3 y 4 puntos, respectivamente, mientras que la Real estaba dejando la ocasión de ponerse a un punto del Celta y adelantar a Osasuna, Rayo y Mallorca, que juega este lunes.

Los dos técnicos gastaban sus últimos cartuchos metiendo a Adama Boiro y Becker. Restaban menos de diez minutos, más el descuento.

La ha tenido Berenguer cerca del noventa, en un balón largo a la espalda de los centrales, pero Jon Martín ha estado providencial con un corte tirándose al suelo cuando el atacante rojiblanco ya se disponía a encarar a Remiro. 

Nada más ha dado de sí un derbi que confirma que la Real está tiesa y que el Athletic tendrá que pelear hasta el último estertor para confirmar su plaza en la Champions.